Griñán llama a partidos, sindicatos y empresarios a un pacto por el Estatuto
El presidente de la Junta cifra en 5.000 millones el dinero que debe el Ejecutivo central · El PP no cierra la puerta al diálogo pero acusa a los socialistas de buscar la confrontación para tapar sus propios errores.
Apenas dos días duraron las maneras versallescas y, ayer, vuelta a la confrontación. En el Pleno extraordinario del Parlamento para debatir los últimos recortes del Gobierno central, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, hizo bascular el eje de sus intervenciones entre lo bueno que tiene "departir" -en alusión a la reunión del pasado lunes con el líder del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido- y la necesidad de demostrar que existen diferencias importantes en el modo de entender la manera de afrontar la crisis.
Para Zoido, en cambio, esa bipolarización del discurso de Griñán tiene poco de dialéctica hegeliana y mucho de ir al Parlamento a escenificar un debate "ideado como plataforma de confrontación". Como destilado más significativo de la sesión quedó la convocatoria de Griñán a partidos, sindicatos y empresarios a "un gran pacto" en defensa de los derechos contenidos en el Estatuto de Andalucía. Un pacto a articular en septiembre en el que se hable de arquitectura del Estado, financiación y derechos sociales integrando en lo posible los "caminos distintos" que recorren las diferentes sensibilidades políticas, especialmente la del PP. Zoido no se dio ni mucho menos por arrinconado y, sin bajar la guardia en su crítica a la gestión de la Junta -"ustedes se han heredado a sí mismos en Andalucía", espetó a los socialistas-, dijo que diálogo sí, pero también que "el diálogo y las reuniones sólo tienen importancia cuando se acude a ellas con sinceridad y voluntad de acuerdos".
En una sesión abundante en metáforas presuntamente ingeniosas -que fueron desde los sacrificios humanos de los olmecas como trasunto de los recortes de Rajoy, a anotar en la cuenta del socialista Francisco Álvarez de la Chica, a la elocuencia gráfica del cuestionado uniforme del equipo olímpico español como definitorio del concepto de patriotismo del PP, traída por Ignacio García, de IU- el Pleno rechazó por la mañana con los votos de PSOE y de la federación de izquierdas las medidas de ajuste del Gobierno central cuya traslación corregida iba a aprobar por la tarde.
Griñán hizo un desglose de las consecuencias políticas y sociales de la "involución económica" impulsada por el Gobierno de Rajoy -con quien se verá en Moncloa, según lo previsto, el próximo lunes- y cifró en 5.000 millones (la Junta tiene que hacer un ajuste de 3.700) lo que el Ejecutivo central debe a Andalucía por partidas pendientes del modelo de financiación y de las inversiones previstas en el Estatuto. Griñán, precisamente, se defendió de las acusaciones de Zoido de estar cargando el ajuste andaluz sobre los funcionarios, las empresas, las familias y los desfavorecidos sin tocar la denominada Administración paralela quejándose de que los populares "critican, precisamente, a quien aplica la ley" y apeló al sentido de Estado.
El portavoz de IU, Ignacio García, acusó al Gobierno central de "ensañamiento con los más débiles" y altertó de la intención de los populares de regresar a una España "cutre, de gobernadores civiles y aborto clandestino", y de querer "vender el país a pedazos".
Zoido, como líder del grupo mayoritario, cerró el debate; tildó de "operación estética" la reducción de sueldos directivos y coches oficiales anunciada por la Junta y animó a Griñán a que "si tanto le preocupa el Estatuto, vamos a cumplirlo: el mayor recorte es no pagar servicios sociales, que es lo que hace la Junta".
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