Griñán estrena mandato con el anuncio de una línea de préstamos para pymes

Casi un millón de andaluces en el paro son muchas razones para que el nuevo Gobierno andaluz quisiera demostrar ayer que no está dispuesto a perder un solo minuto en su lucha contra la crisis. Tras la toma de posesión de los quince consejeros, el primer golpe de efecto del presidente andaluz, José Antonio Griñán, fue convocar un Consejo de Gobierno extraordinario en el que aparte de sentar las bases de colaboración y las prioridades, se empezó a trabajar en un nuevo decreto: una línea de fondos de activos para préstamos y avales para favorecer la liquidez de las pequeñas y medianas empresas y la creación de empleo.

Es tanta la inmediatez que se quiere imprimir a esta medida, que este mismo fin de semana el equipo de Griñán trabajará para que llegue para su aprobación al Consejo de Gobierno del próximo lunes, adelantado por coincidir el martes con el 1 de mayo. Tal vez quiera responder así a las críticas recibidas a su discurso de investidura por la falta de concreción en compromisos y calendarios.

Con este gesto, el nuevo presidente puso de manifiesto además que su objetivo es dotar de una mayor eficacia de la Administración autonómica en sus respuestas y más aún en este marco económico de recesión, pero cabe recordar que ya su antecesor, el ex presidente Manuel Chaves hizo lo mismo cuando tomó posesión como presidente hace justo un año. Aunque no convocó a su Ejecutivo, anunció que su intención era adoptar medidas urgentes contra lo que entonces era calificado de simple desaceleración.

En esta lucha contra la crisis, a la que tanto se ha llamado a PP e IU a arrimar el hombro, el Gobierno andaluz tendrá también que intentar cerrar pronto pactos parciales con la oposición sobre la base de las 41 propuestas que formuló antes de Semana Santa y que quedaron paralizadas por el cambio de Gobierno. A este respecto Griñán quiso dejar claro que no es lo mismo acuerdo que consenso, y desde la premisa de que este último es inamovible y excepcional, rechazó de plano el “consenso en política económica” por la diferencia de modelo entre las tres fuerzas, sobre todo, en materia fiscal, y abogó por “compromisos compartidos” contra el paro. Entre los asuntos que tendrían opción de conveniarse mencionó la prórroga por un año más de los dos de los programas estrellas por el empleo.

Otra de las consignas dadas por Griñán en esta primera reunión a sus consejeros es que se pongan las pilas y den un “fuerte impulso” a las siete líneas de trabajo que marcó en su discurso de investidura, teniendo preferencia todo lo relativo a la descentralización administrativa y la educación, en la que en cambio sí apreció se debería encontrar la vía para un “gran consenso” para dotarla de estabilidad. Esa voluntad de trabajo es precisamente una de las señas de identidad que quiere imprimir a esta “nueva etapa” política que ayer arrancó, para así transmitir “ilusión y confianza” a una ciudadanía que aún está reponiéndose del repentino cambio habido en el Gobierno andaluz.

Esta primera rueda de prensa de Griñán como presidente andaluz también sirvió para que defendiera a quienes ha elegido para acompañarle hasta 2012 al frente de la Junta. A la crítica de que su equipo pudiera tener un perfil más técnico que político o viceversa, quiso rebatirla apuntando que su elección es fruto de la combinación de ambos. “Diferenciar entre político y técnico es un error y no pondré nunca al frente de un cargo a alguien que sea sólo político. Ser político debe ir acompañado de conocimiento”, concluyó.