Griñán censura la presión de los bancos para que se acuda al rescate

La solución a la de falta de liquidez en la comunidad ha dejado de ser una urgencia. Son las luces de emergencia las que se han encendido y ya no se apagarán. El Gobierno que preside José Antonio Griñán decidirá en los próximos días acudir al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) tras un análisis de las condiciones que el Estado puede imponer a cambio de su rescate. Griñán quiere "equidad" y "orden". Nada de carreras entre las comunidades autónomas.

Pero para el reparto de la pizza de 18.000 millones ya se han producido los primeros pedidos: Cataluña quiere una porción de 5.023 millones, Valencia necesita una de 4.500 y Murcia se conforma con una bastante más pequeña de 300. Son ya 9.823 millones, más de la mitad del fondo. El tiempo apremia. Y esta circunstancia llevó al socio de Griñán en la Junta, el vicepresidente Diego Valderas, a expresar su deseo de que en los próximos Consejos de Gobierno el gabinete PSOE-IU perfile su petición de rescate.

El presidente Griñán tiene un diagnóstico para la situación. Ayer en Huelva señaló a las entidades financieras como actores principales de la maniobra, al decir que su presión empuja a las comunidades autónomas a echar mano del FLA, porque ni cajas ni bancos "están por financiar" las emisiones de deuda, "sino este fondo". Y de aquí al 31 de diciembre el Ejecutivo andaluz tiene autorizada la emisión de 2.200 millones de euros de deuda y tiene por delante la amortización de los llamados bonos patrióticos.

La Junta "tiene emisiones autorizadas y forman parte de las competencias, el problema es que se puedan colocar en los mercados, o que lo único que se coloque es ese fondo, esa es la diferencia", advirtió el jefe del Ejecutivo autonómico. Griñán fue claro: si llega el momento en que Andalucía tenga que asirse a la tabla del rescate, lo hará, pero insistió en que "esto no puede convertirse en una carrera para ver quién llega primero o quién se lleva más o menos; ha de hacerse para todos y con equidad", exigió.

Griñán también puso el énfasis en el efecto "incluso negativo" que está teniendo el fondo, porque a su entender "hay comunidades autónomas que han pedido muchos anticipos y que estarán en situación de pedir ya al FLA el dinero que quieran pedir. Por eso nosotros nos vamos a esforzar en que esto funcione de manera ordenada".

El jefe del Gobierno andaluz, que aprovechó el escenario actual para volver a reclamar la Conferencia de Presidentes comprometida por Mariano Rajoy el pasado 30 de julio y de cuya convocatoria aún no se tienen noticias, reconoció que esa voluntad de que todo transcurra " de forma ordenada" existe en el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, según trasmitió su titular, Cristóbal Montoro, a la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo. "Es un fondo que está para todos y que ha de repartirse equitativamente; no puede beneficiar a las comunidades que han pedido anticipos", insistió Griñán, que quiso recordar que de los cinco mil millones de euros que se han concedido este año "Andalucía no ha pedido nada".

Para el Gobierno PSOE-IU es fundamental que el hecho de acogerse al FLA no suponga un descenso del techo de las competencias. Griñán se quiso mostrarse lo más contundente posible al ser preguntado por esta posibilidad, a la que no otorga ningún margen. "Está fuera de toda duda, eso es algo imposible", proclamó el presidente andaluz, que a continuación reconoció que "todos estamos obligados a hacer ajustes y a priorizar". Este último verbo, en Andalucía, recalcó Griñán, dice seguridad, es decir protección de la salud, pensiones, Educación o prevención de incendios, pero hay otras muchas cosas que no forman parte de la seguridad en las que la Junta, el Gobierno y el resto de comunidades debemos ser conscientes que podemos y debemos ajustar el gasto".

En relación a los presupuestos de la Junta, Griñán confió en que "la razón y la verdad se impongan" y que el Gobierno permita a Andalucía un nivel de deuda para sacarlos adelante.