Griñán se rodea de 'cachorros' de 30 años en la nueva cúpula del PSOE

La Ejecutiva, sin embargo, se amplía a 41 miembros, cuatro más que la última de Chaves · El presidente de la Diputación de Cádiz se baja del cartel cuatro horas después de haber aceptado una secretaría

Velasco recibe los aplausos de sus compañeros de partido. / Juan Carlos Muñoz
Velasco recibe los aplausos de sus compañeros de partido. / Juan Carlos Muñoz
Juan M. Marqués Perales /Sevilla

14 de marzo 2010 - 05:04

Jóvenes de 30 a 40 años, una nueva generación para el PSOE andaluz. José Antonio Griñán se marchó ayer a su casa con todos los objetivos que se había marcado para el congreso del PSOE que se clausuró ayer en Sevilla. Como secretario general, Pepe Griñán obtuvo el viernes un respaldo unánime, un tanto a la búlgara, con un sólo voto en blanco, y su nueva Ejecutiva fue elegida ayer con un apoyo un tanto menor, aunque insignificante: sólo 12 papeletas blancas. Pero, además, y a pesar de las fuertes presiones provinciales, consiguió mantener la estructura que se había marcado antes del congreso: un núcleo duro de 10 dirigentes, todos ellos de entre 30 y 40, liderados por el cordobés Rafael Velasco (Palma del Río), 1973, que fue nombrado vicesecretario general, un cargo que sólo han tenido en el PSOE andaluz nombres de bastante solera como Luis Pizarro y José Asenjo.

Finalmente, Luis Pizarro acompañó en su marcha a Manuel Chaves; sale de la dirección, y no ocupará el puesto que se ideó para él, el de presidente del comité director, un cargo sin mucho sentido. No obstante, el fuerte abrazo que Pizarro y Velasco se dieron en el congreso resume la sintonía de este traspaso de poderes, y es que el nuevo vicesecretario ha sido un hombre que ha guardado muy bien los equilibrios y la amistad entre su antecesor y José Antonio Griñán.

El presidente de la Junta ha conseguido lo que deseaba, pero con matices. Bien es cierto que la permanente de la Ejecutiva (el núcleo duro) se compondrá de 10 miembros, 12 menos de los que tuvo Manuel Chaves. Sin embargo, si se suman éstos, a otras secretarías y vocalías, la dirección socialista andaluza está formada por 41 personas, cuatro más que la última. Durante la negociación para confeccionar la ejecutiva, que se prolongó desde las 20:30 horas del viernes hasta las 04:20 de la madrugada del sábado, la presión de las provincias forzó a una dirección muy extensa. La nota la dio el presidente de la Diputación y secretario general de la provincia de Cádiz, Francisco González Cabaña, que aceptó a esas horas de la madrugada convertirse en secretario de Política Institucional, lo que suponía dejar todos sus cargos tal como había quedado claro desde el inicio del congreso. Unas cuatro horas más tarde, cuando amaneció, González Cabaña dio marcha atrás, rectificó y hubo que tirar a la papelera la nota que la dirección socialista entregó a los periodistas cerca ya de las 5 de la madrugada con los nombres de la Ejecutiva. González Cabaña se quedaba en la Diputación, y Rafael Velasco pasaba a ocuparse de la secretaría vacante que, no obstante, será ocupada en el futuro.

Dirigentes actuales de la dirección gaditana, así como algunos de los líderes históricos de la provincia, quisieron dejar bien claro a este medio que la decisión de González Cabaña es absolutamente "personal". Y que no obedece a ningún malestar ni intento de presión de la delegación gaditana, que ha salido claramente mermada en la nueva cúpula. De hecho, en la permanente no hay ningún natural de esta provincia.

La consejera de Cultura, Rosa Torres, se convierte en la presidenta, una malagueña con experiencia en la secretaría de Organización del PSOE de su provincial. Hasta última hora, también estuvo sobre la mesa el nombre de la Consejera de Bienestar Social, Micaela Navarro, aunque, finalmente, se optó por que se quedaría en este departamento. Estos nuevos cargos de la dirección socialista no son compatibles con puestos de gestión pública, de ahí que Torres tenga que salir de la Consejería de Cultura, departamento que se fusionará con otro, posiblemente, Turismo.

En las líneas siguientes del organigrama se sitúan la sevillana Susana Díaz (1974), que será la encargada del área de Organización del PSOE andaluz, un cargo de mucha importancia en la maquinaria del aparato. Díaz, licenciada en derecho, ha sido la urdidora de las victorias del secretario sevillano, José Antonio Viera, sobre los críticos de la capital hispalense, prácticamente laminados en este congreso.

La onubense María José Rodríguez (1973) se encargará del área de economía; el malagueño Francisco Conejo (1974), de la de comunicación, y el jiennense Felipe Sicilia (1980), de la de relaciones con la ciudadanía. La permanente se completa con el granadino Juan Manuel Fernández Ortega, que obtiene la secretaría de Política Autonómica, y la sevillana Verónica Pérez, que llevará la secretaría de movimientos sociales. Cádiz y Almería son las únicas provincias que no cuentan con miembros en la permanente, aunque sí en otras secretarías y vocalías.

La Ejecutiva ha colocado a la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, al frente de vocalías (secretarías ejecutivas). Como los consejeros Juan Espadas, Mar Moreno, Cinta Castillo y Clara Aguilera; la alcaldesa de Sanlúcar, Irene García, y la histórica Amparo Rubiales, consejera de Estado.

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