Griñán irá a la Cámara a desmontar "mentiras, insidias y calumnias"

Caso ere

El presidente andaluz asegura que no tiene inconveniente en acudir a las Cortes Generales si se solicitara y el reglamento lo permitiera.

Griñán insiste en que la Intervención "nunca" les alertó del fraude en los ERE
Manuel Barea

25 de marzo 2013 - 13:00

El escándalo de los ERE volverá al Parlamento. Lo hará de la mano del propio presidente de la Junta, José Antonio Griñán, dispuesto a sellar las bocas de quienes han proferido "insidias, mentiras y calumnias". No tiene ningún inconveniente en acudir a la Cámara después de Semana Santa y comparecer "una vez más, para que no haya dudas", ante los diputados, en lo que a su juicio es el fiel reflejo de la intensa actividad que ha desplegado el Ejecutivo que preside con respecto a este caso, porque "éste ha sido y es la forma de actuar de mi gobierno, aunque puede que no sea la de otros gobiernos".

Tantas son las ganas de responder y de aclarar de Griñán, que tampoco tendría reparo, si ello fuera posible, en comparecer "ante las Cortes Generales". Aunque el líder socialista también tildó de "disparate político y jurídico" la petición hecha en ese sentido por dirigentes del PP andaluz, empezando por su presidente, Juan Ignacio Zoido, insistió en que si el reglamento del Congreso de los Diputados lo hiciera factible, él subiría a la tribuna de oradores del hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo. Pero no tiene por qué hacerlo al no estar obligado a comparecer en el Congreso de los Diputados ni como presidente autonómico ni como ex ministro de Trabajo, según confirmaron a Efe fuentes parlamentarias, que aclararon que la obligación del presidente de una comunidad es dar explicaciones ante el Parlamento autonómico.

Griñán presidió ayer la ejecutiva del PSOE-A. Su intención inicial al término de la reunión era analizar con los medios de comunicación el balance del año transcurrido desde el pasado 25-M, fecha de las elecciones autonómicas que su partido no ganó pero que dieron paso al acuerdo con Izquierda Unida para llegar al pacto de gobierno. Fue lo de menos. Tras un breve repaso al panorama político, el presidente andaluz dijo: "Corrupción". Y abrió el capítulo más extenso de su intervención: los ERE.

En la lucha contra ella Griñán se mostró a sí mismo y a su partido como los que más esfuerzos han hecho, e ilustró esa reivindicación al recordar su comparecencia ante la comisión de investigación parlamentaria, sus doce respuestas sobre este asunto en plenos de la Cámara, que ha llegado a debatir 466 iniciativas sobre el polémico caso y ha tramitado 389 réplicas escritas y 77 orales.

En esa "conducta activa" de su Gobierno situó el presidente la denuncia que presentó la propia Junta en otoño de 2011 al reparar en las irregularidades de ayudas a determinadas empresas, una denuncia que no acaba ahí y que podría avanzar en los próximos días, convencido de que se alcanzará el esclarecimiento total de la trama. Griñán descartó la búsqueda de responsabilidades políticas "donde no las hay", refiriéndose a su Ejecutivo, y no se pronunció acerca de si el PSOE se equivocó al no asumir en la comisión de investigación parlamentaria que los ex consejeros de Empleo José Antonio Viera y Antonio Fernández eran responsables. "En el futuro las responsabilidades políticas quedarán muy claras también", se limitó a vaticinar Griñán.

Con rotundidad, el presidente autonómico negó el "engorde", durante su etapa al frente de la Consejería de Economía, de la partida 31L de los fondos de los ERE, y recordó que todo el procedimiento, en su fase inicial y en la de ampliación, se hizo "conforme a la ley". Además, hizo hincapié en que "todas las ampliaciones de crédito llevaron el informe de conformidad de la Intervención General de la Junta, que jamás advirtió de fraude". Como ya hiciera en anteriores ocasiones, Griñán aclaró que la Intervención advirtió que el procedimiento no era adecuado para las subvenciones.

Griñán, que admitió sentir una "profunda tristeza" por el escándalo de los ERE y que le habría abochornado que la Junta no adoptara las iniciativas que ha puesto en marcha, destacó que la lucha contra la corrupción es -dijo Griñán- "una empresa de todos los ciudadanos, pero en particular de los políticos", que incurren en lo "peor" que pueden hacer cuando la utilizan como medio para obtener frutos en las contiendas electorales. Cuando los partidos lo hacen, "envilecemos el debate".

En este punto, Griñán hizo referencia Zoido, a quien acusó de mentir pero al que se negó a responde porque "no me lo permite mi sentido del honor y de la política, a la que llegué con los mismos medios y forma de vida que tengo hoy, tras treinta años de responsabilidades públicas, pero sobre todo no lo voy a hacer porque eso no restaría ni un ápice de gravedad a todas las irregularidades cometidas con fondos públicos. De lo que se trata es de llegar hasta el final".

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