La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
El semáforo que irá dando paso a las fases 1, 2 y 3 en cada provincia se llama Panel de Indicadores Integral Único, es un conjunto de parámetros que el Gobierno ha definido para los que aún no se han marcado los listones. Algunos se suponen. Por ejemplo: el control de la propagación, que viene medido por el número de nuevos casos por cada 100.000 habitantes , debe ser de uno. Y el número reproductivo básico menor que uno. Hecha esta importante salvedad, que se solucionará cuando el Ministerio de Salud desarrolle en un texto legal el Plan de Transición, casi todas las provincias andaluzas podrían entrar en la fase 1 el próximo 10 de mayo. Hay problemas en Málaga y Granada. La de Sevilla, con mejores datos epidemiológicos, cuenta con un lastre, su alto índice de movilidad urbana alrededor de la capital, Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra y el Aljarafe.
Uno de los anexos del Plan de Transición hacia una Nueva Normalidad define los indicadores que el Gobierno tendrá en cuenta. Son de cuatro tipos, sólo dos son de carácter epidemiológico y sanitario, los que dibujan el grado de contagio y de recuperación de cada provincia, así como la capacidad de respuesta del sistema sanitario para controlar nuevos brotes de modo temprano. El Gobierno, por ejemplo, monitorizará el material en stock, quiere sabe cuántos respiradores de reserva cuenta cada provincia, qué capacidad de camas UCI libres hay o cuál es la producción de diagnósticos PCR.
En estos dos aspectos, Andalucía está bien, pero falla en la producción de diagnósticos PCR, porque es la comunidad autónoma que menos ha hecho. El Gobierno andaluz quiere compensar este déficit con los test rápidos, pero éstos no valen para saber si la infección está en curso o si ha pasado ya y, lo que es más importante, no indican el momento de la infección. Este dato es básico para la transición, porque no se permitirán retrasos en el diagnóstico. Los test rápidos sólo valen para cribados, y así lo viene recomendando el Ministerio desde hace tres semanas.
Además de los criterios epidemiológicos y sanitarios, hay de otros dos tipos: de movilidad y socioeconómicos. Los de movilidad los controla el Ministerio de Transportes a través de un tratamiento de Big Data, y cuenta tanto la reducción del tráfico de la provincia respecto al pasado 20 de febrero como la movilidad global en sus grandes municipios. En provincias, como Madrid y Barcelona, con grandes áreas metropolitanas en torno a la capital, hay mayor riesgo de propagación, con independencia de cuál sea la tasa de incidencia del virus.
En este último sentido, las áreas de Sevilla capital y de Málaga y la Costa del Sol perjudican a sus provincias en el cálculo de los indicadores del panel. Hay otro grupo de indicadores, el cuarto, que mide el desgaste socioeconómico de la provincia, en términos de descenso en las afiliaciones a la Seguridad Social y los ERTE.
Las provincias andaluzas con mejores tasas de incidencia en los últimos 14 días son, por este orden: Huelva, Almería, Sevilla, Cádiz y Córdoba. Todas por debajo de los 20 casos por cada 100.000 habitantes. Jaén está en el 20,2, y Málaga y Granada Más lejos: 35,8 y 45.7 respectivamente.
Hay que hacer una nueva observación: la Junta de Andalucía viene publicando unas tasas con un criterio que perjudica a la comunidad, porque suma positivos de PCR y de test rápidos. A pesar de que Sanidad sólo contabiliza los PCR, el Gobierno andaluz, en un exceso de transparencia o de intento de ocultar la baja cantidad de PCR que se hacen, suma los casos y se le disparan las tasas. Por tanto, las tasas de incidencia son más bajas que las cifras aportadas en el párrafo anterior.
Con el criterio de Sanidad, que es el que cuenta, Andalucía también tiene una tasa muy baja de nuevos contagios, medidos como nuevos positivos PCR por cada 100.000 habitantes. Con el dato de este martes, es del 1,08, un nivel muy bajo. Posiblemente, Sanidad exigirá a las provincias que este índice sea menor del 1 por 100.000 cuando se pase a la fase cero.
El Plan de Transición utiliza a la provincia como unidad básica para la desescalada, pero contempla las excepciones que las comunidades autónomas puedan plantear, siempre que estén justificadas. Por ejemplo, es lo que ha hecho Canarias con Hierro, La Gomera y La Graciosa, al adelantarlas a la fase 1, una distinción que se ha realizado porque la insularidad permite el aislamiento.
En el caso de Andalucía, el presidente Juanma Moreno ha solicitado que Huelva y Almería pasen, directamente, a la fase 1. Tienen buenos datos, pero no mejores que Murcia. En cualquier caso, la diferencia de entrar en esta fase el 4 o el 10 de mayo es de sólo seis días.
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