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Gómez de Celis y Díaz dejan ver las dos caras del PSOE en Andalucía

Nuevo delegado del Gobierno en Andalucía

El nuevo delegado del Gobierno promete el cargo en pleno conflicto soterrado con el Ejecutivo regional por la paralización de la reforma de la financiación autonómica

Toma de posesión de Gómez de Celis
Carlos Rocha

22 de junio 2018 - 12:24

En el PSOE andaluz no guardan buen recuerdo de la bicefalia. El último intento acabó con la amistad de Manuel Chaves y José Antonio Griñán. El primero era ministro en Madrid, pero seguía al frente de la Secretaría General del partido, mientras que el segundo mandaba en San Telmo sin poder orgánico. Once meses duró el experimento hasta que se estropeó. Los socialistas andaluces estrenaron este viernes, ocho años después, otra fórmula de bicefalia, fuera de los muros de San Vicente. Susana Díaz es presidenta de la Junta y la jefa del PSOE-A, pero muy cerca de la sede del Gobierno andaluz, en la torre sur de la Plaza de España de Sevilla, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis es el nuevo delegado del Gobierno de Andalucía, el lugarteniente de Pedro Sánchez.

El poder socialista en Andalucía tiene ahora dos focos. Uno, afín al presidente del Gobierno, minoría en la región a nivel orgánico, y otro, a la jefa del Ejecutivo regional, que controla la jerarquía del PSOE en las ocho provincias andaluzas. El carácter dual se dejó ver en los discursos que Díaz y Gómez de Celis dieron ayer ante una importante representación de la sociedad andaluza y, también, los dos sectores del PSOE. Hubo gestos de cariño, abrazos y sonrisas, pero también dardos envenenados, sobre todo, por el conflicto generado por el anuncio de Pedro Sánchez de paralizar la reforma de la financiación autonómica.

La presidenta de la Junta había hecho de este asunto su bandera en la segunda mitad de la legislatura, justo después de la derrota en las primarias frente al ahora jefe del Ejecutivo. No parece dispuesta a moverse de su posición. Por ese motivo, tras garantizar la lealtad del Gobierno regional a Sánchez, confió en que Gómez de Celis comparta su apuesta por que Andalucía reciba "una financiación adecuada".

"Lo conozco de hace muchos años y sé que es un trabajador incansable", dijo Díaz. Ambos fueron compañeros en la Juventudes Socialistas y compartieron bancada en el Ayuntamiento de Sevilla, aunque fueron sólo unos meses. En primera fila, Alfredo Sánchez Monteseirin, ex alcalde hispalense, fue el jefe de ambos en aquellos años y ayer se emocionó viendo como su -fallido- delfín prometía el cargo de delegado del Gobierno.

Muchos de los compañeros de Gómez de Celis en aquella Corporación municipal estuvieron ayer en la Torre Sur de la Plaza de España con las autoridades civiles, militares e incluso eclesiásticas, pero lo más llamativo fue el desembarco de afines al ahora presidente del Gobierno. En la misma fila que Sánchez Monteseirín se sentaron la presidenta del PSOE federal, Cristina Narbona; la portavoz del grupo socialista en el Congreso, Adriana Lastra, y la diputada Zaida Cantera. En el ámbito andaluz destacó la presencia del vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, y los alcaldes de Sevilla y Dos Hermanas, Juan Espadas y Francisco Toscano.

El regidor nazareno fue el anfitrión de Pedro Sánchez cuando el jefe del Ejecutivo lanzó su candidatura a las primarias socialistas que, a la postre, lo han llevado a la Moncloa. Aquello fue en enero del año pasado, pero Gómez de Celis -como el gaditano Rafael Román- estuvo con Sánchez desde mucho antes. Ahora ve recompensada su lealtad. "Muchas veces he iniciado andaduras con finales inciertos", reconoció el delegado del Gobierno. Su recorrido orgánico en el PSOE lo demuestra, posicionado históricamente en las corrientes críticas con la dirección.

En su discurso, Gómez de Celis no concedió ni una línea a la reivindicación de Díaz sobre la financiación, pero sí se permitió parafrasearla al afirmar que "cuando es el PSOE el que gobierna España, a Andalucía le va bien". El político sevillano también citó a Lorca, a Caballero Bonald y al grupo Vetusta Morla, pero, sin mencionarlo, utilizó una frase de su jefe, Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno, durante un mitin en Almería, quiso poner freno a las ambiciones nacionales de Susana Díaz. "Tu en San Telmo y yo en La Moncloa", le dijo Pedro Sánchez en la campaña de las autonómicas de 2015. Tres años después, Gómez de Celis retomó la idea. "Toca alinear el mejor equipo, el tándem del Gobierno de España y el Gobierno de Andalucía, con Pedro en la Moncloa y Susana en San Telmo", espetó el delegado de Gobierno después de ensalzar el trabajo del Ejecutivo andaluz para defender las políticas del Estado del bienestar. "Son un referente para el resto de país y para el Gobierno de España". No hay tanto consenso cuando se habla de financiación. Y la relación entre los dos ejecutivos socialistas no ha hecho más que empezar.

Antonio Sanz, un adversario muy bien considerado

Alfonso Rodríguez Gómez de Celis prometió su nuevo cargo acompañado por dos correligionarios -asperezas aparte- y un adversario. Susana Díaz y Juan Espadas son compañeros de partido del delegado del Gobierno, pero quien se llevó más piropos en su discurso fue su antecesor, el popular Antonio Sanz. Gómez de Celis le agradeció las facilidades en el traspaso de poderes, el trabajo realizado y "su compromiso de servicio público". Pero no fue el único que halagó a Sanz. La presidenta de la Junta se acordó de cuatro asuntos en los que Junta y Gobierno han trabajado mano a mano: el incendio de Doñana, del que mañana se cumple un año; las inundaciones que se produjeron en Málaga el año pasado, la lucha contra el narco en el Campo de Gibraltar y la atención a la llegada de inmigrantes que arriban a las costas andaluzas. "Pese a nuestras diferencias políticas, no ha habido obstáculos para colaborar", dijo la presidenta de la Junta.

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