El Gobierno andaluz pierde votaciones por la ausencia de Vox

El enfado del portavoz Alejandro Hernández con Marta Bosquet, de Ciudadanos, y con Susana Díaz provoca que Ciudadanos y PP se queden en minoría

El portavoz de Vox, en un momento de su enfado con Bosquet.
El portavoz de Vox, en un momento de su enfado con Bosquet. / Julio Muñoz/Efe

"A la porra, a tomar por culo, hombre". Una intervención de la socialista Susana Díaz ha provocado este jueves una reacción inédita en el Parlamento andaluz por parte de uno de sus electos. A la porra, a tomar por culo y varios improperios más pronunciados por parte del portavoz de Vox, Alejandro Hernández, que mostró así un terrible enfado -y una pérdida de formas- dirigido no hacia Susana Díaz, sino hacia la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, de Ciudadanos. Tanto que los diputados del partido de Santiago Abascal se ausentaron del pleno como protesta, lo que hizo que el Gobierno andaluz encadenase varias votaciones perdidas. Por una de éstas, la Cámara ha aprobado unas ayudas directas, en forma de proposición no de ley, a la hostelería por una cuantía de 250 millones de euros.

Cuando alguien mete en una coctelera a Bildu, a ETA, a la extrema derecha, a las víctimas y, además, añade una gotas de glicerina, es posible que el bebedizo termine explotando, y eso es lo que ha ocurrido en el Parlamento durante la sesión de control al Gobierno. El argumento que Susana Díaz ha utilizado para justificar la oposición socialista a los Presupuestos de 2021 es que el presidente Juanma Moreno cuenta con el respaldo de Vox, y para la ex presidenta, el partido de la nueva derecha es inhabilitador, tanto que durante muchos meses sostuvo que, "sin la extrema derecha", ella sería todavía dirigente de la Junta.

Este es un argumento clave en la estrategia de Susana Díaz, el mismo que empleó en los últimos días de la campaña electoral y que produjo la entrada en escena de Vox, que ya venía fuerte por los sucesos de Cataluña y por la identificación de Santiago Abascal con algunas tradiciones trasversales en Andalucía, como los toros y la caza. A la postre, esto provocó la alternancia en la Junta. El cambio que se ha producido ahora es que el PSOE ha pactado con Bildu, vía Unidas Podemos, un apoyo a los Presupuestos Generales del Estado, y Juanma Moreno no ha dejado perder esta oportunidad después de dos días de debate en el Parlamento andaluz.

Y dijo Susana Díaz: "Pedro Sánchez no ha pactado con Otegui, pero ustedes se han abrazado a los herederos del franquismo". En ese momento, antes de que Díaz terminase de hablar, Alejandro Hernández solicitó la palabra por la alusión, pero Marta Bosquet se lo negó; al menos, hasta que la interviniente dejase de hablar.

Hernández explicó, después, que lo que le molesta y enfada hasta estos términos es la comparación de Vox con Bildu, el recurso del PSOE de utilizar esos espejos, del tú pactas con los herederos de ETA y tú, con los franquistas. "Nosotros no somos comparables a Bildu, ni siquiera el PSOE", sostuvo el portavoz de Vox en el patio del Parlamento, donde intervino rodeado de todos sus parlamentarios. "Hoy se ha ido más allá al compararnos con los herederos de ETA, somos el partido de Ortega Lara", ha subrayado Hernández.

Susana Díaz y su dirección consideran que esta pérdida de formas por parte de Vox es una victoria política porque evidencia que PP y Ciudadanos son una minoría sin el nuevo partido, pero también es cierto que la ex presidenta vuelve a poner en escena a una formación que está fuerte en Andalucía en unos momentos en que hay un enorme rechazo al Gobierno central por su acuerdo con Bildu.

Para el presidente Juanma Moreno, Díaz beneficia a Vox al situarle en el centro de la polémica del acuerdo con Bildu, debido a la alta sensibilidad que hay en Andalucía hacia las víctimas de ETA, muchas de éstas, andaluces que estaban destinados como guardias civiles y policías en el País Vasco.

Pero lejos de esta opinión, que tiene un enorme calado, el enfado de Hernández ha dejado al descubierto las malas relaciones de Vox con Ciudadanos, y eso es un asunto que en nada beneficia a la estabilidad del Gobierno de la Junta. La prueba es que la ausencia de los de Abascal provocó que PP y Ciudadanos perdiese varias votaciones el jueves por la tarde. El decreto de ayudas a los autónomos se sacó adelante porque PSOE y Adelante Andalucía se abstuvieron en la votación.

Sí se aprobó la proposición no de ley del PSOE que presentó Manuel Jiménez Barrios sobre las ayudas a la hostelería, que obliga al Gobierno andaluz a destinar 250 millones de euros al sector de la hostelería afectado por el cierre.

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