Se sublevan contra el deterioro de las residencias públicas para personas con enfermedad mental

Sin calefacción en la mayoría de las estancias, sin monitores para acompañar a personas dependientes a citas de especialistas, sin sustitutos para cubrir las continuas bajas laborales por motivos de salud.... los monitores que trabajan en las residencias públicas destinadas a las personas con enfermedad mental grave en Andalucía se han lanzado a la calle con pancartas para exigir soluciones al deterioro que sufren en sus condiciones laborales y en las casas-hogar repartidas por Andalucía.

La dirección gerencia de Faisem, por su parte, niega estas deficiencias que denuncian sus trabajadores y explica a través de un escrito que "es necesario dejar claro que FAISEM en Andalucía atiende a no menos de 9.000 personas que presentan problemas graves de salud mental, y tienen entre 18 y 65 años. En concreto la caracterización global de las personas atendidas obedece al perfil mayoritario de un 75% de hombres y un 25 % de mujeres, siendo las franjas etarias (as siguientes: Menos de 35 años, el 2,7%; entre 35- 50 años, el 30%; entre 51-65 años, 64% y más de 65 años, el 3.3 %".

Añaden: "A lo largo de 30 años FAISEM, aunque el representante sindical sitúa el origen de todas las calamidades, curiosamente desde 2018, ha logrado desplegar un red de servicios que están logrando que personas con problemas de salud mental permanezcan en la comunidad como cualquier ciudadano o ciudadana a través, no solamente de recursos residenciales, si no también programas de día, acceso al empleo y a la formación profesional, apoyo a las personas en el ejercicio de su capacidad jurídica, cooperación con las asociaciones de familiares y personas usuarias etc. Tarea no fácil dónde el principal obstáculo para el 83% de las personas atendidas sigue siendo el estigma, la discriminacíón y la injusta existencia de ideas humillantes y estereotipadas".

La primera concentración que celebran los trabajadores de la Fundación Pública Andaluza para la Integración Social de Personas con Enfermedad Mental, Faisem en Sevilla, esta mañana, se propagará por el resto de provincias, donde los problemas se replican en distinto grado de gravedad. En principio, los monitores residenciales que atienden a las personas con enfermedad mental grave se concentrarán el tercer miércoles de cada mes ante la Junta de Andalucía para exigir soluciones.

Deterioro en las residencias

"Los problemas comenzaron en 2018 coincidiendo con el cambio en la dirección gerencia de Faisem, Fundación Pública Andaluza dedicada a la Integración Social de las Personas con Enfermedad Mental", explica Ismael Sánchez, portavoz de UGT en Faisem. "Estamos protestando en Sevilla esta mañana pero las movilizaciones se extenderán al resto de Andalucía porque los problemas se repiten. En Málaga por ejemplo una residencia se inunda con aguas fecales cada vez que llueve. El deterioro es dramático", añade el portavoz sindical.

Los recortes en el personal impiden a los usuarios acudir a los especialistas viéndose obligados a posponer meses una cita médica. La Fundación Faisem está ideada para la integración sociolaboral de sus usuarios pero la penosidad de las plantillas impide que siquiera que los residentes puedan salir al aire libre. "La falta de monitores suficientes hace que no podamos llevarlos a un parque al aire libre porque nos resulta imposible", advierte el líder sindical.

Absentismo: el 20% de la plantilla de baja

La penosidad y la sobrecarga sobrevenida en esta plantilla asistencial genera un elevado absentismo laboral. En torno al 20% de los monitores en Faisem están de baja en Sevilla, la mayoría por razones de salud. La ausencia de sustitutos implica una sobrecarga en los trabajadores en activo y en la calidad asistencial que reciben los enfermos en las residencias, que son personas dependientes.

La provincia de Sevilla cuenta con nueve residencias públicas que dependen de Faisem con una ratio de 20 usuarios por casa-hogar. El deterioro de las instalaciones conlleva que algunas residencias tengan una ratio inferior respecto a las plazas por problemas de habitabilidad, denuncian.