Expulsan de un instituto almeriense a un niño marroquí por no devolver un libro
El joven Zouhair El Haddad asegura que devolvió el material y que otros niños no lo tienen, pero pueden ir a clase
Una familia marroquí que vive en Vícar ha denunciado que a uno de sus cuatro hijos le han expulsado injustamente del IES Villa de Vícar donde estudiaba hasta ahora acusándole la dirección de no haber devuelto un libro. "Nos dijeron al finalizar el curso pasado en verano que los que viajáramos a Marruecos de vacaciones dejáramos el libro de Ciencias Naturales encima de una mesa para que lo recogieran los maestros. Me acusan de no haber devuelto el libro y desde entonces no puedo asistir a clase. A comienzos de este curso me expulsaron de clase y ya no me dejan entrar. Incluso una profesora me dijo que tenía cara de mono y era feo", relataba el joven Zouhair El Haddad, quien asegura que "yo devolví el libro, no he robado nada, dejé el libro encima de la mesa como todos los demás. No he robado nada. No me dejan entrar en clase hasta que pague el libro y mi madre no tiene los 50 euros que le piden. Además hay otros niños que no tienen el libro pero sí pueden ir a clase, pero son españoles", se queja Zouhair, de 15 años, que estaba cursando 2º ESO después de haber repetido 1º.
Su madre vive en un piso de La Gangosa, en Vícar, pero al estar en paro lleva más de tres meses sin poder pagar el alquiler. Nazha El Fellah está criando cuatro hijos, dos de los cuales tienen la nacionalidad española al haber nacido en Almería. Su situación es desesperada y sólo quiere trabajo, "pero nadie me contrata porque soy marroquí. Mi hijo es bueno. Si él dice que dejó el libro allí seguro que lo hizo, y yo no tengo dinero para pagar el libro", se lamenta. Por si fuera poco Nazha afirma que los servicios sociales del ayuntamiento y de la Junta de Andalucía han dejado de ayudarle. "Me han dado cita para dentro de tres meses y no puedo esperar, mis hijos se van a morir de hambre, debo muchos meses de alquiler, no tengo trabajo y tengo que dar de comer a cuatro hijos, porque mi marido está en Marruecos ya que no tiene documentación para estar en España, donde nosotros venimos hace ocho años. Sólo pido que alguien llame a mi puerta y me ayude, que me pregunten qué necesito, porque no se puede vivir así, me van a cortar la luz y el agua", relata con lágrimas en los ojos mientras sus hijos jugaban en el salón de la humilde vivienda en la que habitan y que van a tener que abandonar pronto, si no reciben ayuda. "Sólo me falta que mi hijo no pueda estudiar porque le acusen de ladrón, es una injusticia racista porque no es verdad", denuncia. El joven Zouhair recuerda que hace tiempo le expulsaron dos días del mismo instituto "por los partes. Te hacen partes por hablar con los compañeros y cuando acumulas tres te expulsan. Al pasar los dos días vuelves al instituto, pero fueron injustos los partes porque en el tercero hasta mis compañeros y una niña que provocó el problema les dijeron que yo no había sido".
La familia afirma que había una trabajadora social, Gemma, "muy buena, que nos trajo colchones, nos daba ropa y comida, nos buscaba trabajo, pero le han trasladado y ahora no quieren saber nada de nosotros".
También te puede interesar
Lo último
Encuentro de la Fundación Cajasol
Las Jornadas Cervantinas acercan el lado más desconocido de Cervantes en Castro del Río (Córdoba)
Marco Socías | Crítica
Guitarra elegante y elocuente