Educación obliga a los centros a ofertar a sus alumnos clases de religión evangélica
La Consejería firma un convenio para garantizar su aprendizaje, a partir del próximo curso, a las familias que lo soliciten
Todos los colegios e institutos sostenidos con fondos públicos deberían informar a su alumnado que tienen la opción de estudiar religión o una alternativa a la misma y que, en el caso de que opten por una enseñanza doctrinal, que pueden elegir entre la religión católica, la protestante-evangélica, la islámica o la judía. Pero será a partir del próximo curso cuando la Junta garantice estas enseñanzas con la contratación de más profesores.
El nuevo convenio suscrito entre el Gobierno andaluz y el Consejo Evangélico Autonómico de Andalucía (CEAA) -publicado en el BOJA el 28 de marzo- obligará a los centros sostenidos con fondos públicos (excepto los concertados con un ideario católico) a ofertar la enseñanza de esta religión para que las familias que lo deseen tengan asegurado dicho aprendizaje.
La asignatura protestante-evangélica lleva impartiéndose en Andalucía desde hace 19 años, pero hasta ahora no ha contado con un compromiso de la Administración autonómica para que se garantice su presencia en las aulas. La difusión de estos conocimientos no ha sido fácil hasta la fecha. El consejero de Educación del CEAA, José Manuel Marín, reconoce que las direcciones de los centros, la Consejería de Educación y los inspectores han dificultado que se pueda ofertar en más colegios, así se evitaban los ajustes horarios, y que la demanda que existe de esta materia no sea respondida. "Actualmente hay en toda Andalucía 4.724 solicitudes que no son atendidas", según dice, lo que supone casi el 20% del total.
Con el nuevo convenio se persigue abrir una vía de diálogo y colaboración con la Administración autonómica para que garantice dicha enseñanza y que los alumnos y familias que la soliciten puedan recibirla. Este compromiso implica el "reconocimiento" del profesorado evangélico, que pasa con esta rúbrica a formar parte del claustro de profesores de los centros, así como la inscripción del material didáctico de esta religión en el registro de libros de texto de la Junta.
El reconocimiento de los docentes evangélicos supone también la creación de la figura del profesor asesor, responsable de la renovación pedagógica de estos profesionales, y la contratación de profesores de Secundaria y Bachillerato por parte de la Junta, tal como ocurre con los que imparten enseñanza católica, ya que las competencias para los docentes de religión no están transferidas y los de Infantil y Primaria aún son contratados por el Ministerio de Educación.
Este profesorado es siempre propuesto por las iglesias evangélicas a través de los consejos provinciales dependientes del CEAA, como ocurre con los que imparten la religión católica, que son designados por las diócesis de cada provincia. Marín aclara que la CEAA, en función de la demanda existente para que sea impartida la religión evangélica, va a exigir a la Junta que se contraten un mínimo de 15 profesores para que desarrollen esta asignatura.
En la comparativa con el resto de provincias andaluzas, Granada supone el 6% del alumnado que asiste a clases de religión evangélica, siendo una de las que menos estudiantes tiene matriculados. Sevilla, con 808 es la que más tiene, seguida de Cádiz (626 estudiantes) y Córdoba (617).
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