Editorial: El próximo Gobierno Griñán

LA novena legislatura del Parlamento andaluz quedó inaugurada ayer con el Pleno constituyente de la Cámara y la elección de la Mesa. Su presidente será el veterano diputado socialista Manuel Gracia, parlamentario desde 1982, que fue elegido por los votos del PSOE y de IU y se comprometió a abrir el Parlamento a los ciudadanos, facilitar las comisiones de investigación, obstruidas durante las mayorías socialistas, y defender a la comunidad autónoma de los ataques y descalificaciones que con frecuencia recibe. La sorprendente cesión de la presidencia por parte de la coalición Izquierda Unida en favor del PSOE prefigura la probable formación de un Gobierno conjunto de las dos formaciones de izquierda, aunque la decisión final corresponderá, el martes próximo, de manera formal a las bases de IU, a las que la dirección inducirá a aceptar el ingreso en el Gobierno futuro. La aspiración de la coalición que lidera Diego Valderas es lograr una vicepresidencia y tres consejerías, si bien el propósito del futuro presidente Griñán es configurar un Ejecutivo más reducido que el actual. La composición final del Consejo de Gobierno de la Junta dependerá, pues, de las negociaciones que desarrollen los dos partidos aliados en estos días. La experiencia de coaliciones anteriores aconseja que, en cualquier caso, el nuevo Gobierno andaluz salga de un programa común y no se forme con compartimentos estancos, en los que cada partido haga y deshaga a su antojo. La primera experiencia de gobierno autonómico de la izquierda debe partir de la base de que será un Gobierno de José Antonio Griñán, responsable máximo de todas las políticas sectoriales que se desplieguen y cabeza visible de la acción gubernamental a todos los niveles. Sus primeras declaraciones relativas a la necesidad de garantizar la estabilidad política, institucional y social y al compromiso con el ajuste exigido por el programa de control del déficit público apuntan en la buena dirección. Andalucía no necesita aventuras, sino trabajo, esfuerzo, sacrificios y reglas de juego claras y definidas.