Isabel Díaz Ayuso: "El tiempo dará la razón a Juanma Moreno con la rebaja fiscal"
Entrevista con la presidenta de la Comunidad de Madrid
Mantiene el discurso directo y sin rebajas en el tono con los que se ha hecho un hueco indiscutible en el panorama político. Augura que el cambio ha llegado a Andalucía por mucho tiempo
Díaz Ayuso: “En la política destrozan tu honor, tu imagen y la de los tuyos”
Madrid/La Puerta del Sol y gran parte de la Carrera de San Jerónimo están abiertas en canal. La entrevista con Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, se celebra un despacho de la zona trasera del edificio para huir del ruido... Madrid siempre es una caja de resonancia por una razón o por otra.
–El jueves por la tarde nos sorprendimos con la suspensión de las negociaciones para desbloquear las renovaciones del poder judicial y el TC, un proceso que estaba a punto de terminar o eso parecía. Muchos critican a su partido por haber dejado congeladas esas negociaciones. Otros consideran que es efecto de los pactos colaterales del PSOE con los separatistas en la negociación de los presupuestos generales.
–La decisión que ha tomado el presidente es plenamente acertada puesto que no se puede legislar la secesión para favorecer a los golpistas.
–Cumplimos 40 años de la primera mayoría absoluta de la democracia. El andaluz Felipe González logró 202 diputados en octubre de 1982. ¿Qué imagen tiene Isabel Díaz Ayuso de aquel PSOE, de aquel gran líder, de aquella etapa?
–De la victoria del 82 no puedo recordar obviamente nada porque tenía cuatro añitos, pero sí de su era. Fue una generación de españoles con gran ilusión por dejar atrás la dictadura, por levantar unidos, un gran país… Y tengo un recuerdo de mucha corrupción.
-El presidente andaluz anunció hace mes y medio, precisamente en Madrid, la supresión del impuesto de patrimonio y otras rebajas fiscales. Provocó un fuerte debate político y desencadenó medidas muy similares en otras comunidades, incluidas algunas gobernadas por el PSOE. ¿Qué valoración hace de un asunto que ha centrado tanto tiempo el debate público?
–Todo lo que se generó ha sido absolutamente positivo. El tiempo dará la razón al presidente andaluz. Ha generado un gran debate porque se demuestra que se pueden bajar impuestos y al mismo tiempo se puede ayudar a mejorar todas las economías. El socialismo lo que pretende es quitarte en impuestos tu propio dinero para devolvértelo en pagas. Y este ejemplo de Moreno desbarata la política socialista, que se demuestra en todas partes que es un fracaso, porque mata el incentivo, expulsa patrimonios y es una política confiscatoria, porque tu propiedad es tuya. No hay por qué seguir castigando el ahorro.
–Desde Madrid, ¿a qué cree que se atribuye el éxito de Moreno? ¿Usted cree que el PP ha llegado al poder en Andalucía para quedarse largo tiempo?
–Sí, porque el Partido Popular es el partido que más se parece a España y a los andaluces. Somos el partido del pueblo que representa a los niños, a los mayores, hombres, mujeres, gentes del campo y de la ciudad, de izquierda, de derecha, ricos y pobres, al trabajador y al empresario… Es decir, el PP no divide socialmente y busca un afán común de unidad bajo unos valores constitucionales y de libertad, de cultura del esfuerzo, del trabajo… Durante muchos años este discurso, que es el de la verdad, no impregnaba porque no lo permitía la maquinaria propagandística y de absoluto poder de la izquierda. En cuanto los andaluces han dado el vuelco en las urnas y han comprobado de primera mano que hay otra forma posible de hacer las cosas, el cambio ha venido para quedarse durante muchos años porque es una región con un patrimonio, una historia, una riqueza en todos los aspectos tan grande que esto es sólo el comienzo de lo que vivirá Andalucía. Es una región que en los próximos años va a liderar en España muchas cuestiones. ¿Quién va a querer cambiar ahora esa inercia tan ilusionante?
–¿Se pueden imponer nuevos impuestos a la banca e impedir al mismo tiempo que no los repercutan en los usuarios? Se lo digo porque el Gobierno periódicamente anuncia estas medidas y asegura que no se perjudicaría indirectamente a los usuarios.
–Estamos ante el Gobierno más caro de la democracia, que siempre está buscando culpables y subterfugios para no reducir el gasto público que provoca él mismo y que heredarán generaciones enteras de españoles que no han votado a este gobierno ni han provocado esta deuda.
–Con frecuencia oímos la siguiente afirmación. “Si no pagamos impuestos no hay estado de bienestar”
–Evidentemente hay que pagar impuestos y tiene que existir una burocracia, pero cuando son impuestos excesivos se convierten en confiscatorios. Y cuando un ciudadano considera que no le renta contratar y no le renta hipotecarse, se le quitan las ganas de crear una empresa porque todo son problemas. Entonces es cuando gana el socialismo, pero muere el individuo. Muere la prosperidad del individuo y la prosperidad de todos.
–Usted alude con frecuencia al problema de natalidad en España. Cada vez vivimos más. Cada vez más españoles pasan un tercio de su vida como pensionistas. El Banco de España ha alertado de la insostenibilidad del modelo de pensiones en los presupuestos de 2023. ¿Cuál es su valoración sobre nuestro modelo de pensiones? ¿Cómo debemos prepararnos ante un futuro incierto?
–Hay que actuar en todos los frentes, poner en marcha planes de natalidad, maternidad y paternidad, como el que hemos hecho en Madrid, el más ambicioso nunca puesto en marcha por un gobierno autonómico. A la vez fomentamos políticas de integración para las personas que vienen de otras partes del mundo a trabajar con nosotros y que suelen tener más hijos. Especialmente tenemos en cuenta a esas personas con las que tenemos más vínculos culturales, cuya integración es evidentemente mucho más sencilla. Mientras, habría que ayudar de entre todas las pensiones a aquellas que están más perjudicadas. Es evidente que no es lo mismo la pensión máxima que una mínima. Con las mínimas es muy difícil llegar a fin de mes y son en las que yo a lo mejor pondría el acento mientras baja el problema de la inflación de los precios en general y, en especial, los de la energía. Si vamos a vivir más años, deberíamos fomentar nuevos planes de pensiones, desgravaciones mucho más ambiciosas, no como las que está ahora mismo cortando el Gobierno, y potenciar muchas políticas destinadas a flexibilizar el mercado para crear empleo y dar libertad a los ciudadanos para que puedan configurar su propia jubilación en función de su situación personal.
–¿Cree que se debería alargar la vida laboral, ofrecer la posibilidad de que un trabajador no se jubile, sobre todo en actividades intelectuales o que no requieren de condiciones especialmente físicas?
–Depende de la situación de cada persona. Hay ciudadanos a los que se les obliga forzosamente a jubilarse y todo para ellos son perjuicios, incluso para la propia sociedad que pierde un gran activo, y hay otras profesiones que por su dificultad y por el esfuerzo extraordinario que requieren no permiten esa posibilidad. Depende del estado de cada uno, de la situación de cada uno… Hay personas que no deberían jubilarse todavía y hay otras que lo necesitan antes.
–¿Tiene la percepción de que volcamos toda la fuerza en la lucha contra la violencia machista y hemos orillado demasiado tiempo a las víctimas por problemas de salud mental?
–Estamos ante unos artistas de la propaganda que consiguen que todos los días hablemos de lo que no pasa y de lo que no pide la sociedad, mientras se soterran los problemas auténticos. El problema de la salud mental esta provocado por muchos factores. El más importante, a mi juicio, tal como dicen muchos expertos, es el de la soledad no deseada, desde la infancia hasta edades muy adultas. Estamos ante generaciones que pasan mucha soledad y eso revierte directamente en la salud mental. A esto hay que añadir las adicciones, sobre todo a las drogas, que provocan esquizofrenias, nuevas demencias… Es un debate sobre el que la izquierda siempre frivoliza. La pandemia también ha provocado más soledad. Y no hay que olvidar las nuevas tecnologías, de las que todas las generaciones tenemos una gran dependencia, especialmente los más jóvenes que a partir de los diez u once años están con los videojuegos, que son catastróficos en ese aspecto porque aíslan a los chicos, y les quitan tiempo de estar con pandillas, de estar con los grandes amigos, sobre todo ahora que las familias son más pequeñas, hay menos hermanos, se está menos tiempo con los abuelos. Las redes sociales también aíslan, en las chicas provocan una serie de problemas concretos y a ellos también. Esto está provocando problemas de agresiones sexuales y de violencia juvenil.
–La Ley de Violencia de Género, aprobada en 2010, no termina de atajar el problema. ¿Usted la cambiaría?
–No hay que obviar que hay un tipo de violencia que es contra las mujeres, pero sobre todo hay violencia contra el débil. Hay violencia contra niños, contra hombres, contra personas con discapacidad, contra pobres, contra mayores… Entonces hay que erradicar la violencia en general. Es evidente que existe la violencia contra la mujer, como lo demuestran los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, los jueces, los fiscales, las personas que dedican su vida a este fin… Pero las otras violencias también existen. Son todas importantes como para que sobre todas haya que poner empeño. Desde luego no hay que permitir, como hace la agenda totalitaria, que el fin justifique los medios. Hay que acabar con la violencia sobre la mujer, pero no ir contra el hombre, ni generalizar sobre el hombre, ni provocarle ese ataque desmedido que está recibiendo desde muchos sectores, ni tampoco enfrentarle a la mujer, ni tampoco seguir fragmentando a la sociedad en general como lo hace, sobre todo, la izquierda.
–¿Cómo podríamos recuperar el espíritu de aquella Cataluña abierta y moderna de 1992?
–Aquella Cataluña era reconocida en todo el país porque era la de todos. Era vanguardista, abierta, mestiza, de contrastes. Hoy el nacionalismo y distintos ayuntamientos como el de Barcelona, que están en manos de extremistas, están expulsando a la empresa, están expulsando al diferente, están utilizando la riqueza de la lengua catalana como un arma para crear división, están creando una identidad propia regionalista inventada para hacer un negocio en torno a la administración pública, expulsando a los mejores por no dominar el catalán, expulsando al que consideran que no es de su negociado, unas corruptelas en definitiva que están empobreciendo y marginando a esa región próspera que todos hemos conocido.
–¿Y qué se puede hacer para recuperar cuanto usted expone que se ha perdido?
–Yo desde luego ya he ido a Cataluña en siete ocasiones como presidenta de la Comunidad de Madrid. Prácticamente todas las semanas hablo de Cataluña de una u otra manera, incluso en los actos recientes de la Hispanidad, que algunos hicimos en Barcelona. No hay que olvidar la verdad, hay que defender la verdad todos los días, con datos, con hechos y con presencia normal en Cataluña como hago yo y como hacen muchos mientras le hablamos a la sociedad civil, a la población, con la verdad. Y poco a poco, con mucha paciencia y con cariño, creo que las cosas van cambiando. Hay un gran malestar social en Cataluña, es evidente. La gente mira los datos de Madrid y mira los suyos y se dan cuenta de que algo está fallando y es porque todo obedece a una gran farsa.
–¿Cree que el separatismo catalán se reunificará en cuanto el PP recupere la Moncloa?
–El separatismo es una gran farsa que necesita enemigos externos. Es una de sus primeras características. El PP no tiene que despistarse, tiene que apelar a la verdad, apelar a las causas comunes y unir a la sociedad, como hacemos en Madrid, unir de izquierda a derecha, unir en este caso de nacionalistas a no nacionalistas, buscar causas comunes, sumar y tener mucha paciencia. Con cariño y con perseverancia lo podemos conseguir, podemos cambiar la situación.
–¿Mal para el PP si Sánchez no es el candidato? ¿Al PP le interesa a toda costa que Sánchez se presente a las elecciones generales?
–En realidad lo que nos interesa a los españoles es que Sánchez abandone cuanto antes el Gobierno de España.
–¿Por qué cree que mujeres de perfiles fuertes como Cayetana Álvarez de Toledo o Macarena Olona tienen por una causa o por otra serios problemas para estar en puestos de relevancia en la política activa?
–Creo que Cayetana y Olona no tienen nada que ver entre ellas. Son perfiles distintos, con ideas diferentes, pero quizás tienen una característica común que es la de hablar claro. Normalmente quien habla claro lo tiene más difícil, pero el tiempo le acaba dando la razón. Suele ocurrir con personas que tienen influencia en política, eso es maravilloso porque a su vez se convierten en políticos libres. También es verdad que no siempre les asiste la razón. Hay que hablar claro, pero hay que ser conscientes de que uno no siempre tiene la razón por el hecho de hablar con claridad. Tampoco hay que ir caminando de polémica en polémica, ojo. Ser polémico es fácil. Lo difícil es tener la razón y ser consecuente.
–¿Le ha generado problemas en su partido o con los sectores más conservadores de la sociedad su opinión reciente sobre el aborto, favorable al que las mujeres de entre 16 y 18 años puedan abortar sin consentimiento paterno?
–En realidad, no. Somos un partido que defiende la vida, que aboga por dar todas las alternativas para que siempre se opte por la vida. Si me preguntan si creo que una chica de 16 años debe abortar porque le obligan en su casa, la respuesta es no. Por tanto, nadie puede disponer de la vida de nadie, porque no somos dioses. No hay dos vidas iguales, hay que ponerse en el lugar de cada uno. Hay que ser muy respetuosos con debates de estas características.
–Antes ha aludido a la cultura del esfuerzo. En este país llevamos varias leyes de reforma del sistema educativo. No dejamos de dar bandazos. Por ejemplo, un alumno puede realizar la prueba de acceso a la Universidad con suspensos. ¿Qué se puede hacer para promover la cultura del esfuerzo?
–Todas las leyes de educación que se han aplicado en España en 44 años de democracia son socialistas. El PSOE tiene el monopolio de los debates y del supuesto progreso. El aprobado regalado en educación es una gran estafa que solo provoca una escuela de frustración y de engaño masivo. Hay que acabar con esa gran mentira de un igualitarismo que destroza a la persona y destroza la educación. Hay que buscar la igualdad de oportunidades, pero no todos los alumnos son iguales. Hay que estimular al brillante y hay que dar ayuda extraordinaria al que se va quedando atrás. Y hay que hacerlo bajo las esencias de la escuela tradicional, la que está basada en el saber, el conocimiento, la verdad y la perseverancia, adaptándolos a un entorno nuevo, de nuevas tecnologías que es evidente que ya no van a salir de las aulas, respetando las decisiones y el conocimiento del profesor, sin romper la relación que había del profesor con el alumno con el padre de por medio, ni romper la relación de padre con el hijo metiéndose el político de por medio. Hay que respetar el papel de cada uno. Y después, buscando itinerarios educativos para cada alumno: formación profesional, bachillerato, universidad… Y siempre cerca del entorno de la empresa, de las salidas profesionales, sin hacer perder el tiempo a los alumnos ni llevarles a la frustración, ni decirles que en la vida todo es gratis, todo es revolución o que por el hecho de ser jóvenes son víctimas de nada. Mentira. Los jóvenes tienen en sus manos todo para conquistar sus metas. Las administraciones no podemos ni tutelar ni dirigir, sino acompañar y dar oportunidades para que todos encuentren ese camino.
Isabel Díaz Ayuso en corto
–¿Representa usted una derecha definitivamente desacomplejada?
–Defiendo una política liberal con ideas claras, con compromiso y con amor a España.
–¿El bipartidismo es bueno para una nación?
–Son buenas las grandes uniones y que las disputas por matices se den en los senos de los partidos.
–¿Se considera feminista?
–Me considero liberal. Es decir, el hombre y la mujer debemos ser iguales ante la ley y ante las oportunidades.
–¿Vox caerá fuerte en las municipales?
–Mi objetivo es que el socialismo y el comunismo salgan del Gobierno. Y que la Comunidad de Madrid siga siendo la región próspera de todos.
–¿Le gustaría recibir a este Papa en Madrid?
–Es el jefe de la Iglesia Católica, sí.
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