Día de estreno con mal inicio para dos ex presidentes
Coves y Valderas sufren percances en la víspera de la constitución de la Cámara
La novena legislatura del Parlamento andaluz se inauguró ayer con los ingredientes tradicionales de la efeméride: corrillos en torno a políticos ante las incertidumbres del nuevo gobierno, familiares de los nuevos diputados retratando el momento y cumplida asistencia de personalidades del círculo político como representantes sindicales, de la patronal y ex alcaldes.
Día de estreno y novedades relativas que tuvo infortunados prolegómenos para dos ex presidentes de la Cámara, ubicada en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas. A la hora de la proclamación del nuevo presidente, la antecesora en el cargo, Fuensanta Coves, estaba ingresada por una severa intoxicación alimentaria. Fue la única ausencia y podrá tomar posesión como diputada en las dos próximas sesiones. En la madrugada del miércoles fue intervenido Diego Valderas, presidente entre 1994 y 1996, tras cortarse un tendón de la mano izquierda con un cuchillo jamonero (jamón blanco, precisó, por lo de la austeridad).
Valderas asistió con férula a la toma de posesión del nuevo presidente, gracias a que los izquierdistas renunciaron a un cargo que parecían ambicionar y que cedieron a última hora al PSOE. Así se lo recordó al líder de IU su Pepito Grillo particular, el líder jornalero Juan Manuel Sánchez Gordillo, que como acostumbra hizo visible su disconformidad: votó por el diputado de su grupo Ignacio García y su sufragio fue declarado nulo, el primero de la legislatura.
Sánchez Gordillo sumó otra nota discordante al manifestar que aceptaba el cargo "por imperativo legal". Le secundaron otros cuatro diputados de IU (José Antonio Castro, Rosalía Martín, Juan Serrano y Marina Segura), aunque el alcalde de Marinaleda excedió el límite del tweet al declararse "insumiso" ante "la dictadura del mercado" y comprometerse a luchar "por esta nación sin solvencia que es Andalucía". Finalizó al grito de "viva Andalucía libre".
Todos los diputados del PP optaron el juramento (también Arenas, esforzado en la sonrisa toda la mañana) mientras que en el PSOE se decantaron en su mayoría por prometer el cargo, salvó Susana Díaz, que juró. Los diputados recibieron sus medallas, aunque a alguno hubo que recordárselo, caso de la popular Esperanza Oña.
Su compañero Pedro Rodríguez, alcalde de Huelva y uno de los diputados menos activos de la Cámara, institucionalizó en su segunda presidencia de la mesa de edad un discurso, algo inaudito hasta que probó hace cuatro años. Le acompañaron las benjaminas Ana Mestre (30 años) y Marina Segura (31 años). Fue la mesa de edad más veterana en 32 años de autonomía. Para poner fin a la jornada, tradicional tapa de ensaladilla y otras variadas (1,50 euros) inofensivas para ex presidentes y demás compaña.
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