¿Por qué se celebra el Día de Andalucía el 28 de febrero?

El 28 de febrero es uno de los días marcados con letras de oro en el pensamiento de todos los andaluces y andaluzas. Durante la conmemoración de este día las calles de la región se llenan de banderas blancas y verdes y no falta el tradicional desayuno de pan con aceite de oliva o el canto del himno. Además, se celebran numerosos actos constitucionales e institucionales desde todas las entidades gubernamentales como la entrega de las Medallas de Andalucía.

En el Día de Andalucía se conmemora el referéndum sobre la iniciativa del proceso autonómico de Andalucía, que tuvo lugar el 28 de febrero de 1980.

Origen del 28 de febrero

Tras el fin de la dictadura, el 4 de diciembre de 1977 millones de manifestantes salieron a la calle para reivindicar el acceso a las máximas cuotas de autonomía que permitía la Constitución. Aquel día terminó en tragedia por la muerte de Manuel José García Caparros por un disparo en la cabeza, tras las cargas policiales que se produjeron en la ciudad de Málaga. Nunca se llegó a identificar al responsable.

El lugar donde cayó Caparrós, trabajador de la fábrica de Cervezas Victoria y militante de Comisiones Obreras, se convirtió en un altar improvisado hasta que militantes ultraderechistas de Fuerza Nueva lo destruyeron. Las protestas contra la represión policial en Málaga se mantuvieron durante días y el entierro de Caparrós, símbolo de la lucha del pueblo andaluz, se convirtió en un evento multitudinario. Su muerte precipitó la convocatoria del referéndum del 28 de febrero de 1980, tras la constitución de la Junta de Andalucía en junio del año 1979.

La Junta, con el apoyo del pueblo y de las instituciones políticas en su mayoría, hizo uso del artículo 151 de la Constitución Española, donde se establece el procedimiento por la vía rápida para que las nacionalidades históricas pueden obtener la autonomía, al igual que Cataluña, Galicia y País Vasco. Los votos a favor del sí a la autonomía se dieron en todas las provincias andaluzas, a excepción de la provincia de Almería. Por ello, se modificó la Ley de Referéndum para que la provincia almeriense pudiera incorporarse al proceso de autonomía, aprobándose finalmente el Estatuto de Autonomía en 1981.