Cuidado con los petardos: los expertos advierten de los peligros para la salud

"Lo primero es la prevención y no permitir que ninguna persona que no sea profesional, o esté supervisada, manipule petardos ni ningún tipo de productor de pirotecnia". Es el mensaje con el que el otorrinolaringólogo en el Hospital Vithas Sevilla, Ismael Rando, da muestras de los graves peligros que conlleva la manipulación de estos productos, sobre todo, por los más pequeños.

Con la llegada de la Nochevieja y de las celebraciones de Año Nuevo, son muchos los que buscan celebrarlo con el uso de petardos y otro tipo de pirotecnia que lanzan en la calle y que, en muchos casos, se deja en manos de los niños.

El doctor Rando asegura que la población "no es consciente" de los peligros para la salud que entraña el uso incontrolado de petardos y lamenta que esto se deba a la "falta de pedagogía sobre su la peligrosidad de las explosiones". "De la misma manera que no hay suficiente consciencia de que las ondas expansivas, así como el ruido en general son nocivos", indica, aunque apunta que, bajo su experiencia, "poco a poco se empieza a ser más consciente por cuestiones de contaminación acústica".

El facultativo advierte de que la explosión de un petardo, así como cualquier otra, puede provocar pérdidas de audición como consecuencia de la onda lesiva que supone la onda de presión que es el sonido. "Las lesiones que se pueden producir son tanto a nivel timpánica, con rotura por la explosión, o de oído medio por lesiones a nivel de los huesecitos. Pueden llegar incluso al oído interno por la progresión y transmisión de la onda expansiva al oído interno o por la introducción de los huesecitos del oído medio al oído interno", aclara el especialista.

Las primeras manifestaciones de una lesión de los mecanismos auditivos suele ser la hipoacusia con la sensación de taponamiento y acúfeno, que es un pitido. Posteriormente, dependiendo de la gravedad, destaca el experto, se pueden dar vértigos o mareos. "En algunos casos puede haber un sincope si la explosión es muy intensa. Todo depende del grado de intensidad de la onda de presión", puntualiza.

Partidarios de prohibir su venta no controlada

El especialista en cirugía ortopédica y traumatología en el Hospital Vithas Sevilla, Pedro Morales, apuesta por prohibir la venta no controlada de estos artefactos para evitar riesgos. "Recomiendo que, al menos, se compren en tiendas especializadas y legales, que garanticen el buen estado del material que se compra", apostilla.

El especialista apunta que los riesgos fundamentales son las quemaduras de dedos y manos. "Porque el material explota antes de tiempo y no se controla", añade. Y los más graves son las amputaciones de los dedos. "Son amputaciones traumáticas y es una lesión relativamente frecuente cuando se usa ese tipo de productos de forma inadecuada", subraya.

Lesiones de por vida

La mayor parte de quemaduras y heridas que sufren los menores se producen por no cumplir las normas sobre uso de pirotecnia. El especialista se muestra partidario de limitar la venta de material pirotécnico en este colectivo y, si se usan, "que siempre sea con la supervisión de un adulto que controle todo el proceso".

Así, para evitar males mayores, el doctor Morales da algunas claves para la correcta manipulación de los petardos: "nunca hay que encender la mecha en la mano, siempre ponerlo en el suelo o un sitio estable, porque puede explotar antes de tiempo y generar complicaciones".

El jefe de Pediatría del hospital, el doctor Juan Antonio Soult, también advierte de los "importantes peligros" del uso de petardos por los menores. El facultativo alerta de los riesgos de sufrir quemaduras y traumatismos graves en las manos cuando explotan en las mismas y en otras partes del cuerpo cuando se trata de explosivos de los que salen disparados, incluidos los ojos. "Los niños no deberían de utilizar este tipo de artefactos que utilizan para pasar un rato divertido y que se puede convertir en algo trágico", sentencia.