Las seis olas de la covid-19 durante los dos años de pandemia
Aniversario
En estos dos años hemos vivido seis oleadas de la enfermedad; la más reciente, protagonizada por la variante Ómicron, extremadamente contagiosa.
Gracias a las vacunas se ha evitado el colapso total del sistema sanitario.
Dos años del estado de alarma
El primer caso de coronavirus en Andalucía se detectó el 26 de febrero de 2020. No fue hasta el 14 de marzo, un mes y medio después, cuando el Gobierno decretó el Estado de alarma que nos obligó a encerrarnos en nuestros domicilios. Los hospitales colapsaron. El 9 de abril de 2020, Andalucía registró el máximo de muertes diarias por coronavirus: 77. Una semana antes el país había alcanzado los 950 fallecimientos diarios.
Ésta es una síntesis muy breve de la primera oleada de la enfermedad, la embestida más dura de la pandemia, ni esperada ni valorada adecuadamente en su verdadera magnitud. La covid nos pilló a todos por sorpresa y el confinamiento fue la solución a la que los Gobiernos se encomendaron para controlar al virus en esta primera fase. Éste terminó con la llegada del verano.
Pero tras las vacaciones estivales, los contagios volvieron a crecer y los servicios hospitalarios sufrieron un nuevo colapso. En octubre de 2020 el Gobierno se vio obligado a decretar un segundo Estado de alarma para contener esta nueva acometida. La segunda oleada del virus sería la más letal, no sólo respecto a la primera, también respecto al resto de oleadas siguientes, como puede verse en las infografías adjuntas.
El papel decisivo de las vacunas
Afortunadamente llegaron a España las vacunas. Lo hicieron en diciembre de 2020 y su efecto empezó a notarse poco a poco, sobre todo en las residencias de mayores: empezaba a vislumbrarse el control del virus. Aún así, la tercera oleada fue casi tan letal como la segunda y Andalucía registró 3.928 fallecimientos en algo más de dos meses. Tras un enero y febrero muy duros, la situación fue mejorando.
La considerada cuarta oleada coincidió con el final de la primavera y el inicio del verano. Fue una embestida leve comparada con las tres precedentes. No obstante, en los tres meses que duró, Andalucía superó los 800 fallecimientos.
Con la llegada del verano y el final de algunas restricciones, llegó la quinta oleada, protagonizada por jóvenes sin vacunar aún, como puede observarse en la pirámide de edad de los casos confirmados correspondientes a este periodo en la infografía superior. Lo hizo de la mano de la variante Delta, más contagiosa que su predecesora Alfa. A pesar del aumento descontrolado de los contagios, las vacunas impidieron que la incidencia se reflejara proporcionalmente en las muertes (ver la infografía superior).
El inicio del curso escolar 2021/2022 llegó con el ansiado 70% de vacunados y con los adolescentes empezando a inmunizarse. A finales de año se inició también la vacunación de los niños a partir de los 5 años. Pero la variante Ómicron irrumpió con un poder de transmisión realmente importante respecto a las variantes anteriores y nos trajo la sexta oleada. El sistema de salud, en este caso la Atención Primaria, se vio nuevamente desbordado ante la explosión de contagios y la incapacidad de responder y atender a todos los afectados.
La tasa de incidencia creció hasta valores que nunca se habían visto y que, probablemente, jamás se pensó que se alcanzarían. Gracias a la inmunidad de las vacunas se controló esta fuerte embestida del virus. La vacunación, junto al uso generalizado de las mascarillas y la aparición de los test de autodiagnóstico, han posibilitado que, dos años después del inicio de la pandemia, hayamos entrado una fase de control de la enfermedad que las autoridades han denominado gripalización.
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