El Camino de Aurelio
El emprendedor sevillano Aurelio Tagua ofrece en su web viajes personalizados a Santiago con el caballo como eje principal y la experiencia de casi cien peregrinaciones a la capital gallega
Cuando Aurelio Tagua se estrenó en el camino de Santiago, no necesitaba gafas de cerca. Ahora sí las necesita, pero no es en absoluto un problema. Este emprendedor sevillano, afincado en El Puerto de Santa María, bromea sobre el asunto. “Ahora me las tengo que poner para encontrar las conchas del peregrino”, asegura, con una sonrisa.
Tagua tiene que mirar casi tres décadas atrás en sus calendarios para recordar sus primeros pasos con destino final en Santiago de Compostela. “Fue cuando la Exposición Universal de 1992”, rememora este amante de los caballos, que cuenta ya casi un centenar de idas y venidas a la capital gallega. Gracias a la experiencia acumulada, Tagua sabe cómo llegar a Santiago de la mejor manera.
Comenzó compartiendo sus secretos con sus amigos cercanos y ahora lo comparte con cualquiera que esté interesado en conocerlo. No siempre se ha dedicado a organizar viajes. Aurelio Tagua fue campeón de España y de Andalucía de hípica, pero cuando dejó las riendas a nivel profesional encontró tiempo para dedicarlo a otras pasiones.
“Descubrí la Galicia profunda y me quedé impresionado”, relata Tagua, que dice conocer tres formas de hacer el Camino de Santiago: “A pie, en bicicleta y a caballo”. Su opción preferida es esta última y eso es lo que ofrece en la página web que ha abierto recientemente bajo el nombre Tu Camino a Caballo. Pese a la denominación escogida, Tagua ofrece varias opciones e, incluso, la combinación de las mismas.
Quien se decida a descubrir el Camino de este sevillano puede ir a caballo –con sus monturas o con las que le proporcione el propio Tagua–, pero también en coche de caballos o a pie. Además, la idea de combinar dos de estas modalidades permite que personas de todas las edades, desde niños a mayores, disfruten de un viaje único por el norte de España.
Tagua ofrece un viaje completamente personalizado y no sólo en la fórmula elegida para llegar a la Plaza del Obradoiro. El número de personas que compongan el grupo –casi siempre acompañadas por este experto en la peregrinación jacobea– puede ir de una pareja a una familia completa, con abuelos incluidos. La duración también puede variar, aunque el viaje básico suele extenderse durante cinco días. Y es el propio Tagua quién ofrece los alojamientos en “casas especialmente escogidas”.
En la elección para llegar a Santiago y admirar el Pórtico de la Gloria, recién restaurado tras muchos años cubierto tras enormes andamios, es mejor dejarse guiar por Tagua. Para obtener la Compostela, es decir, el documento eclesiástico que acredita que un peregrino ha llegado a Santiago, hay que recorrer previamente 100 kilómetros –200 si el viaje se hace a caballo o en bicicleta–.
Lo habitual es elegir un punto situado a dicha distancia de la capital gallega, pero la propuesta del emprendedor sevillano es distinta. Parte de más lejos, pero pasa por lugares escogidos después de una entrevista con el cliente para conocer cuáles son sus preferencias y qué tipo de viaje quiere hacer.
Peregrinos de todas partes de el mundo
“Viene gente de todo el mundo para que yo le enseñe los recovecos del camino”, explica Tagua, que ha tenido ya clientes de países como Brasil, Hungría, Noruega, Estados Unidos o el Reino Unido. Una de sus últimas compañeras de viaje fue una reportera de la revista 1843, la publicación sobre estilo de vida y cultura de la prestigiosa The Economist. En su última edición, que salió a finales de septiembre, Tagua comparte páginas con las últimas tendencias de la literatura groenlandesa y un perfil sobre la primera dama francesa, Brigitte Macron.
“Son gente que en cinco días quieren ver algo diferente”. Por ese motivo, en el célebre Camino Francés, Tagua se remonta a casi 180 kilómetros de Santiago y ofrece la subida de El Cebreiro, en la provincia de Lugo, donde, según una leyenda medieval, se produjo un milagro. Llegar a la aldea, dominada por una iglesia románica, no es fácil, por eso este experto en el Camino los entrena antes en etapas menos dificultosas.
“El que nunca ha ido a Santiago, tiene que hacer el Camino Francés y subir el Cebreiro. Después, ya veremos”, detalla Tagua, que centra su actividad en los meses de mayo, junio, finales de septiembre y octubre. De esta manera, huye de las grandes aglomeraciones y, también, del calor húmedo que atorra Galicia en julio y agosto.
“En el camino te da tiempo de charlar, de rezar, de pensar... cada uno lo que quiera”, apunta Tagua antes de desgranar las modalidades que ofrece, todas susceptibles de ser modificadas a gusto del cliente. Con final en Santiago de Compostela hay tres rutas, entre ellas una que parte de El Cebreiro. La más corta parte del Monasterio de Samos, en Lugo, y permite la combinación del viaje a pie, a caballo, en coche de caballos o combinando estas fórmulas. La tercera parte desde la localidad lucense de Ribadeo y, como la de El Cebreiro, se puede hacer a pie o a caballo.
Hay además una cuarta ruta con origen en Santiago de Compostela y que sigue hacia la costa atlántica, con final en Finisterre. Saliendo del ámbito gallego, Tagua ofrece un viaje de Roncesvalles a Pamplona y rutas a caballo o en coche de caballo por la provincia de Cádiz y el espacio protegido de Doñana, por la zona del preparque.
“Más del 80% de personas que hace el camino repite”, asegura este sevillano, que ha puesto en marcha la web Tu Camino a Caballo para poder atender las peticiones de personas que descubrían su oferta por boca de sus conocidos. “La esencia es llegar a Santiago”, insiste Tagua.
Y llegar con él a la impresionante catedral compostelana asegura vivencias únicas y anécdotas como la que ocurrió una de sus paradas en el Cebreiro, donde una nonagenaria invitó a sus clientes a comer del pote que llevaba “diez días hirviendo”. “A esos extranjeros les das tú lo que tenemos en España y viven una experiencia inolvidable”, sentencia el jinete.
La oferta de Aurelio Tagua está clara. Trayectos de varios días por caminos viejos, rodeados de encinas y robles centenarios. “Es como pararte en el camino de tu vida”, insiste el experto organizador, que huye de las prisas de los ciclistas y de los récords de kilómetros diarios que hacen los peregrinos que van a pie. A todo ello hay que sumar que los caballos son el epicentro de un viaje organizado por un conocedor de estos animales, pues es responsable de las cuadras del Real Club De Golf Vista Hermosa, en el Puerto de Santa María. Ese es el Camino de Aurelio.
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