La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Salud
El calendario de vacunación para niños y adultos presenta importantes novedades que se harán efectivas entre 2023 y 2024. A la espera de que la Junta de Andalucía presente su calendario oficial para el próximo año (el último publicado corresponde al curso 2021-2022), el Sistema Nacional de Salud ya ha adelantado algunas claves: las vacunas del virus de papiloma humano (VPH) universal, la gripe y la meningitis B para lactantes y el herpes zóster pasan a engrosar la lista de antídotos sufragados por el Sistema Nacional de Salud en todo el territorio español. Las tres primeras ya están incluida en el calendario de forma gratuita en Andalucía, pero la del herpes zóster, no.
La Junta de Andalucía en su calendario de vacunación incluye las vacunas, tanto obligatorias como de refuerzo, que los andaluces deben ponerse desde que nacen hasta que tengan más de 70 años. También se incluyen las vacunas que deben administrarles a las embarazas antes de que nazcan sus bebés.
Además de la vacuna del Covid-19, se aconseja a las embarazadas que reciban la vacuna de la tosferina a partir de la semana 27-28 de gestación y que se vacunen también frente a la gripe.
El propósito de la vacunación frente a la tosferina en la embarazada es proteger a los niños frente a esta enfermedad en sus primeros meses de vida. La tosferina es una enfermedad grave que puede ser mortal para los bebés, pero estos no comienzan a desarrollar su propia protección contra la tosferina hasta que los vacunan a los dos meses de vida. Después de recibir la vacuna, el cuerpo de la madre produce anticuerpos protectores y le pasa algunos de estos al bebé antes de que nazca.
En el caso de la gripe, esta enfermedad produce un aumento de morbimortalidad en mujeres embarazadas y puérperas, con un aumento del riesgo de complicaciones médicas y del embarazo, así como de la necesidad de hospitalización. La vacunación reduce el riesgo de estas complicaciones y proporciona protección pasiva al recién nacido.
El menor, antes de las 24 horas de vida, recibe la vacuna frente a la hepatitis B. Por lo general, ésta se la inyectan en el propio hospital en el cual nació. Además, los menores de un año deben vacunarse con una triple dosis de Tétanos, Difteria y Tosferina, que de administrarán cuando tengan 2, 4 y 11 meses. Además, también recibirán una triple dosis, en el mismo periodo de tiempo, contra la Poliomelitis, Haemophilus influenzae b, Neumococo y Hepatitis B. También deberán vacunarse de una doble dosis contra el Meningonococo B (Bexsero) a los 2 y 4 meses, que es gratuita para los niños nacidos a partir de octubre de 2021), y con una dosis de Meningonococo C.
A los doce meses, los menores reciben también la vacuna frente al meningococo ACWY (Nimenrix) y la triple vírica (sarampión, parotiditis y rubéola). Y a los 15 meses, frente al meningococo B y la varicela zóster.
Andalucía ha iniciado también este otoño una campaña de vacunación infantil contra la gripe que ha incluido en el calendario de los niños de 6 meses a 4 años.
Por otro lado, asociaciones de pediatría aconsejan también vacunar a los bebés frente al rotavirus (Rotatec/Rotarix), a los 2,3 y 6 meses. Esta inoculación no está sufragada por el sistema público y deben comprarla los padres en la farmacia.
Además de la vacuna de la gripe para los niños de hasta 4 años (incluidos), los niños de 3 años reciben una nueva dosis de la triple vírica (sarampión, parotiditis y rubéola) y la varicela zóster. Mientras que los de 6 años reciben de nuevo un recordatorio de la difteria, tosferina, tétanos y poliomielitis. Además, desde los 12 meses hasta los 18 años se pueden administrar las tres dosis de la vacuna de la hepatitis B si no se la pusieron a los 2, 4 y 11 meses.
Andalucía incluirá la vacunación frente al papilomavirus en varones a los 12 años en el calendario vacunal a partir de enero de 2023, al igual que ya se realiza con las chicas desde 2007.
El virus del papiloma humano (VPH) es actualmente la infección de transmisión sexual más frecuente a nivel mundial, ya que 8 de cada 10 personas se contagian a lo largo de su vida. En algunas personas, esta infección acaba provocando lesiones benignas (verrugas genitales) o lesiones premalignas y cáncer en zonas orogenitales: cuello de útero, ano, vagina, vulva, pene, escroto, boca, lengua, orofaringe. En Europa, una de cada tres personas con cáncer relacionado con el VPH es un varón.
Además, de la inyección fernte al VHP, los adolescentes de 12 años también deben recibir la vacuna frente al meningococo ACWY.
Vacuna frente a tétanos y difteria tipo adulto. A partir de esa edad, en caso de que estuviera pendiente de recibir esta dosis, se recomienda su administración en cualquier momento.
A partir de los 60 años, se administrará tanto la vacuna de la gripe como la del neumococo una vez al año. En este grupo de edad también hay que añadir la vacuna frente al Covid-19.
Los mayores de 65 años también se les pone una vacuna recordatoria contra la difteria y el tétanos si ya recibieron las 5 dosis en la infancia y adolescencia.
La inoculación frente al herpes zóster es la gran novedad del calendario de adultos. Ésta deberá implementarse en todo el territorio antes del fin de 2024. Se recomienda su inyección a la población de 65 años (nacidos en 1958), a los que se administrarán 2 dosis separadas por un intervalo mínimo de 8 semanas. Además, se podrán captar progresivamente cohortes entre 66 y 80 años comenzando por la población que cumple 80 años.
La vacunación contra la viruela del mono, una enfermedad que ha saltado desde las zonas endémicas de África al resto del mundo, prioriza a las personas menores de 45 años que mantengan prácticas sexuales de alto riesgo, fundamentalmente pero no exclusivamente gays, bisexuales y hombres que tienen sexo con otros hombres. Las indicaciones de la profilaxis incluye a personas con VIH o quienes estén en seguimiento por el virus del sida y que no hayan pasado la enfermedad ni recibido antes la vacuna de viruela.
La escasez de vacunas contra la viruela del mono está obligando a las comunidades autónomas a limitar la inmunización a la población con más riesgo. En el caso de Andalucía, la mayoría de las personas vacunadas son contactos cercanos de las personas contagiadas que además padecen una merma del sistema inmune.
En España, por ley, la vacunación no es obligatoria, pero en situaciones especiales puede serlo, en concreto cunado predomina el beneficio que origina la vacuna por Salud Pública frente al derecho individual de la persona. Un claro ejemplo de ello ocurrió en 2010, cuando un juez autorizó la vacunación obligatoria de varios niños contra el sarampión en Granada para frenar un brote detectado en un colegio de la ciudad.
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