Y Bretón sigue sonriendo
Juicio a Bretón
El presidente de la sala, Pedro Vela, pide que se deduzca testimonio a varios agentes por las declaraciones de la perito Josefina Lamas.
José Bretón continuó ayer sonriendo. Quizás le hiciera gracia el circo en el que se convirtió la última parte de la vista oral, en la que, más que un juicio, aquello parecía un plató de televisión en el que la perito de la Policía Científica, Josefina Lamas, aireó libremente unos cuantos "trapos sucios".
Bretón escuchaba con atención, al igual que el resto del público que llenaba la sala, los "rumores" que, según la perito, han girado en torno a este caso y que han convertido a la comisaría madrileña de Canillas, en un "patio de vecinas". Sin reservarse ningún tipo de detalle, la experta, recientemente premiada por su trabajo, aseguró que en la comisaría los agentes cotilleaban a costa del antropólogo Francisco Etxeberria. Según sus palabras, el doctor "se había ido de copas" con los restos hallados en la hoguera de la finca de Las Quemadillas. Aunque explicó que con esta frase se refería a que el experto supuestamente vio los fragmentos en un bar días antes de hacer su análisis en comisaría con orden judicial.
Lamas relató la historia a petición de la defensa de José Bretón, que no cabía en su regocijo ante lo que la perito estaba contando. Su "error" policial quedó de este modo en su segundo plano, ya que al público lo que le interesaba en ese momento era conocer más detalles de lo que se "cuece" cada día en comisaría.
Estas palabras tampoco pasaron desapercibidas para el propio Francisco Etxeberria que, sentado en un banco junto a otros compañeros, mostró su sorpresa esbozando una sonrisa. "Es totalmente falso", aseguró, y zanjó el asunto a su salida de la Audiencia asegurando que "nunca me voy de copas".
El presidente de la sala, la fiscal y la letrada de la acusación particular también se echaron las manos a la cabeza. En su rostro reflejaban su incredulidad ante lo que Lamas acababa de contar. "Usted acaba de hacer unas afirmaciones que puede incurrir en un delito y por las que se puede deducir testimonio", advirtió la fiscal. Pero fue el magistrado, Pedro Vela, quien finalmente tuvo que poner orden ante tal espectáculo. "Se deducirá testimonio a las personas que les han dicho tales rumores. Así que diga el nombre y los apellidos de los que han hablado con usted sobre este tema", exigió el juez.
En ese momento, los nervios se apoderaron de Lamas. Quizás, porque fuese en ese mismo instante cuando se percatara de las consecuencias que las palabras que había dicho hacía tan solo unos minutos. "No sé cómo se llaman los agentes" aseguró, aunque puntualizó que se trataba de efectivos de la Policía Científica de Córdoba.
Lamas también tendrá que dar cuenta ante el magistrado por las acusaciones que vertió sobre la manipulación de la hoguera. En su declaración confirmó que dos agentes la removieron el mismo día de los hechos, un episodio que todos los policías que han testificado en las últimas semanas han negado rotundamente.
Con sus palabras, lo único que consiguió la perito fue ahondar en el desconcierto . Si ya eran muchos los que la señalaban con el dedo por su error, por el que, según dijo, "ha sufrido mucho", ahora tendrá que enfrentarse a unos rumores, con los que ha puesto en evidencia a sus propios compañeros.
Así, es fácil que hasta al propio Bretón le entre la risa, en lugar de la pena o, incluso el llanto al ver la imagen de los que presuntamente son los restos de sus dos hijos, que supuestamente él asesinó quemándolos en una hoguera.
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