Bretón considera "una aberración" decir que sus hijos han sido quemados
La investigación del caso Ruth y José Bretón
El padre de Ruth y José "no está nervioso", "no admite su culpabilidad" y pide a su letrado que "pase lo que pase, esté con él", según afirma su defensa.
A José Bretón, el padre de los niños Ruth y José desaparecidos desde octubre de 2011, le parece "una aberración" que se diga que sus hijos han sido quemados, según ha declarado su abogado al finalizar este martes nuevas pruebas policiales en la finca Las Quemadillas.
Tras más de dos horas de pruebas, en las que Bretón ha estado presente, su abogado, José Maria Sánchez de Puerta, ha dicho a los periodistas que el padre de los pequeños, en prisión desde poco después de su desaparición, se ha mostrado tranquilo y "no ha confesado".
Sánchez de Puerta ha dicho que mantendrá su estrategia de defensa a la espera del resultado de los dos nuevos informes concluyentes que ha ordenado el juez del caso, José Luis Rodríguez Láinz.
Las nuevas pruebas periciales efectuadas este martes en la finca, propiedad de los abuelos paternos de los dos niños, han finalizado tras más de dos horas en las que ha estado presente Bretón que había llegado en un furgón policial procedente de la cárcel de Córdoba alrededor de las nueve de la mañana.
En concreto, "se ha sacado de nuevo tierra de la hoguera, se han recogido unos bidones, unos utensilios como palas, varios palos y una mesa de hierro, que supuestamente tuvo contacto con la hoguera", tras lo cual han perfilado un acta, y ha concluido "el procedimiento, que ha sido corto y con esto ya se termina en Las Quemadillas", según el abogado.
Al respecto, señala que el registro se ha realizado "a pie de la hoguera", que ya "se ha rastreado 20 veces y ahora se han vuelto a sacar nuevas muestras de tierra, que van en sacos sellados", tal y como puntualiza Sánchez de Puerta, quien espera tener acceso la próxima semana a los dos informes solicitados por el juez para analizar los resultados y en caso de que se confirme que son restos de niños, la defensa plantearía un contrainforme.
Tras concluir esta prueba, Bretón ha sido conducido hasta el Centro Penitenciario de Alcolea (Córdoba), donde "se le sigue aplicando el régimen antisuicidio", como recuerda su abogado, y añade que el juez le ha comentado que "con estas pruebas tan contundentes podría correr peligro la vida de Bretón".
Entretanto, el abogado asegura que no va "a dejar la defensa", dado que Bretón se lo ha pedido, y le ha dicho que "pase lo que pase, siempre esté con él, y lo voy hacer, porque es un hombre que ha depositado su confianza en mí y lo voy a seguir hasta el final", apostilla Sánchez de Puerta.
Cabe recordar que el padre de Ruth y José ingresó en el Centro Penitenciario de Alcolea (Córdoba) el 21 de octubre de 2011, donde permanece procesado hasta la fecha por la presunta comisión de los delitos de detención ilegal y simulación de delito, y con la activación del protocolo de prevención de suicidios.
Fuentes de Instituciones Penitenciarias detallan que Bretón "nunca" ha dejado de tener dicho régimen, aunque en algunas fechas se "flexibilizó" la seguridad, pero al tiempo se incrementaron teniendo en cuenta algunos incidentes, como el hecho de que se intentara autolesionar con una cuchilla en el antebrazo.
En concreto, Bretón cuenta con el acompañamiento continuo de un preso, que vigila y se turna con otros; además de las medidas de autoprotección y protección del resto de reclusos, para evitar incidentes. Igualmente, tiene acceso a la prensa escrita.
Una personalidad "manipuladora"
La personalidad de Bretón está marcada por "rasgos excesivos de manipulación", según algunas de las conclusiones de los informes psicológicos y psiquiátricos, pedidos por el juez del caso, José Luis Rodríguez Lainz, y que constan en el sumario.
Los informes psiquiátricos tienen tres conclusiones, entre ellas destaca que el padre de Ruth y José "no tiene ningún tipo de trastorno mental", sino que "es una mente plenamente clara"; además "los acusados rasgos de personalidad no repercuten en la capacidad de entendimiento y voluntad en relación a los hechos por los que está imputado", y "no existen causas que justifiquen acepción temporal del nivel de conciencia o de la memoria en relación con los hechos investigados".
En cuanto al informe psicológico, Bretón obtiene un coeficiente intelectual (CI) del "121 por ciento de inteligencia superior", de manera que su inteligencia es "bastante más elevada de la media normal", que se sitúa entre el 80 y 90 por ciento de CI, tal y como ha explicado su defensa, José María Sánchez de Puerta, quien agrega que se trata de "una personalidad con una inteligencia bastante acentuada, que sin llegar a ser una persona muy inteligente, es muy superior a la media".
Asimismo, aclara que dicho informe "reconoce y es tajante que no tiene ningún trastorno de personalidad", por tanto "se eliminan rasgos patológicos, como la esquizofrenia o la bipolaridad", aunque, agrega, "la personalidad está marcada por rasgos excesivos de manipulación", algo que Sánchez de Puerta atribuye a "que todas las mentes de inteligencia superior tienden a manipular".
Preguntado por los dos informes de expertos independientes que concluyen que los restos son de niños, Sánchez de Puerta dice que el informe de la Policía Científica también es "tajante" en cuanto a que "los restos son de animales", por eso pide esperar a los resultados, aunque admite que "si se demostrara de manera tangible que los restos son de humanos, la Fiscalía calificaría como dos delitos de asesinato" y por tanto, "tendría que replantear toda la defensa".
En cualquier caso, reitera que "todavía quedan los dos informes", a lo que añade que "sigue siendo prueba contundente la del ADN" sobre los restos, que fueron quemados a una temperatura que podría haber alcanzado los 800 grados centígrados, por lo que dificulta dicha prueba.
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