Aziz: "Ahora los jóvenes de Marruecos no quieren venir, viven mejor que yo en España"

Aziz preside en Valencia la Asociación de Inmigrantes de Hansala, que tiene unos cuarenta miembros, "aunque somos más por que ya han venido nuestras mujeres y nuestros hijos". Aziz compartió en Tánger en 2003 horas con sus amigos de hansala que formaban parte de la expedición de la muerte. Él tomó una zodiac antes en un día tranquilo y atravesó el Estrecho sin problemas, pero fue interceptado por la Guardia Civil. Retornó a Marruecos y lo volvió a intentar. "Fue muy duro, la mar estaba muy mala, pero quizá por eso no nos cogió la Guardia Civil. Desembarqué en Camposoto. Pasé mucho miedo". Afirma que "no pasa una semana sin que hablemos de nuestros amigos que perdieron la vida en esa patera. Será un recuerdo que sobrevuele Hansala durante generaciones". Sobre la posibilidad de volver, intenta no pensarlo mucho. "Será muy difícil porque me ha costado mucho trabajo llegar hasta aquí, conseguir los papeles, traer a mi familia... pero sé que los jóvenes de Marruecos viven ahora mucho mejor que yo, tienen mejores trabajos de los que yo tengo, ganan más dinero. Casi nadie en Marruecos da ahora el salto en patera como hicimos nosotros porque aquí hay pocas oportunidades y allí hay trabajo".

Cada cierto tiempo, Aziz coge a su mujer y a su niño y conduce durante veinticuatro horas, el tiempo que le lleva llegar desde Valencia hasta Hansala. "Ha cambiado mucho, como todo Marruecos, en nada se parece a aquella aldea que abandonamos en 2003". Aquella aldea de la que huyeron sus paisanos, los que embarcaron en la zodiac maldita.