De Austria a Barbate, viaje en ultraligero por la ruta migratoria del ibis eremita

La pequeña localidad de San Ambrosio, ubicada en Barbate, fue testigo de un evento que quedará en el recuerdo de sus habitantes. En la mañana del lunes, un día caluroso de otoño, dos ultraligeros procedentes de Austria aterrizaron junto a la ermita de San Ambrosio, acompañando a unas aves muy especiales, 35 jóvenes ibis eremitas, junto a sus madres humanas.

Las aves emprendieron su viaje desde el zoológico de Schönbrunn, en Viena, el 21 de agosto pasado. Allí, se prepararon para un viaje junto a los ultraligeros y sus dos madres adoptivas. Finalmente, llegaron a San Ambrosio, tras recorrer un trayecto de 2.300 kilómetros. Para su última parada, el equipo optó por una ruta de migración alternativa en lugar de la tradicional que solía llevarlas a la Toscana, en Italia. El cambio climático y el desvío de uno de los ejemplares de ibis el pasado año hicieron posible un nuevo trayecto hacia la Península Ibérica.

En el día de hoy, fueron recibidos por el alumnado del colegio público local de San Ambrosio, así como por la mascota del Zoobotánico de Jerez, Peliki, un ibis, y representantes de diversas asociaciones, donde se realizó una pequeña exhibición de vuelo.

Los ibis eremitas han sido objeto de una intensa atención y esfuerzo por parte de grupos de conservación . Su población ha disminuido drásticamente en las últimas décadas debido a la pérdida de hábitat y la caza furtiva, lo que ha llevado a que se encuentren en peligro crítico de extinción.

En este contexto, la llegada de estos 35 jóvenes ibis eremitas a San Ambrosio fue un paso crucial en el proceso de repoblación y conservación de la especie. Las madres humanas, especialistas en aves, han estado cuidando y alimentando a los ibis desde que nacieron, asegurando su supervivencia y preparándolos para su reintroducción en la naturaleza.

El proceso de unir a los jóvenes ibis con los adultos requiere una supervisión constante para garantizar que se adapten con éxito a su nuevo entorno. San Ambrosio, con su abundante biodiversidad y hábitat natural propicio, se ha convertido en el lugar ideal para llevar a cabo este proceso.

Los expertos en conservación planean seguir de cerca la adaptación de los ibis eremitas a su nuevo hogar y monitorear su progreso en los próximos meses. La esperanza es que estos jóvenes, una vez completamente integrados con los adultos locales, contribuyan a revitalizar la población de ibis eremitas en la región.

Este es un ejemplo de cómo la colaboración entre organizaciones de conservación y comunidades locales pueden marcar la diferencia en la preservación de especies en extinción. La Janda se ha convertido en luz de esperanza para la conservación de los ibis eremitas y un ejemplo a seguir para la protección de la biodiversidad en todo el mundo.