Aumentan las personas que esperan una mejoría de la economía en un año

Será por el impulso político del cambio del Gobierno central, por la aprobación de los Presupuestos del año 2011 o por el agotamiento psicológico ante una crisis que se prolonga durante tres años, lo que refleja el Barómetro Joly de otoño es que hay un aumento significativo del número de personas que opinan que la situación económica de Andalucía mejorará en un año. Es uno de los mejores datos registrados desde octubre de 2008, de tal modo que quienes se muestran pesimistas ante el futuro han bajado desde esa fecha desde el 43,6% al 23,9% de este otoño de 2010.

En la actualidad, son mayoría quienes opinan que la situación se mantendrá igual, los que no esperan grandes cambios -un 36,1%-, aunque le siguen los optimistas -un 32,3%- y, en último término, los pesimistas, con un 23,9%. La situación es parecida a la que se midió en junio de 2009, cuando la cercanía del verano y lo que se conocieron como los brotes verdes produjeron una sensación de alivio que sólo fue pasajera. Las perspectivas fueron empeorando hasta llegar a junio de 2010, unos días después de que se conocieran las duras medidas de ajuste presupuestario que se acordaron con la Unión Europea.

El 12 de mayo pasado fue el día en que José Luis Rodríguez Zapatero anunció en el Congreso el paquete de medidas de ajuste, y ello derivó en una situación de enorme preocupación a la vez que de desconcierto en la situación electoral. Ese hito de pesimismo parece superado, aunque la serie de sondeos también subraya la acusada temporalidad de estos cambios de ánimo. En el caso de los encuestados que declaran haber votado al PSOE, el optimismo aumenta hasta la mitad: un 50% considera que la situación económica mejorará en un año. Le ocurre a los votantes del resto de los partidos, excepto a los del PP. En este grupo aún son mayoría quienes piensan que esto seguirá empeorando.

Si lo que se analiza es la percepción sobre la situación económica actual de Andalucía, también se aprecia una mejoría respecto a junio, pero no tan contundente. Un 74,3% de los sondeados opinan que el estado actual es malo o muy malo frente al 10% que opina lo contrario. Pero es que en junio llegaban al 81%, y eran mayoritarios los que tenían una impresión muy pesimista: un 43,1%, mientras que ahora bajan al 34,9%. Esto refuerza la lectura de que el anuncio del plan de ajuste provocó un verdadero shock en el estado de la opinión pública que ahora parece restablecerse, aunque no termina de restablecerse.

La principal consecuencia social de la crisis es el desempleo, y ello influye en la percepción de la situación económica por tramos de edad. Así, los sondeados que tienen entre 18 y 24 años son los menos pesimistas, mientras los más preocupados son los situados en el siguiente tramo, entre 25 y 34 años, que son las personas que se están incorporando al mercado laboral.

El desempleo y la política, entre los principales problemas

Como en otros sondeos, una mayoría abrumadora considera que el principal problema de Andalucía es el económico, si bien sigue en aumento otros que opinan que son los partidos, los políticos en general, el Gobierno andaluz, la corrupción y el enchufismo. Asuntos de una tremenda actualidad como el terrorismo o la violencia de género apenas aparecen. En el caso del terrorismo, sólo lo cita como principal o segundo problema el 0,2%, lo que indicaría que buena parte de la opinión pública comienza a dar por descontado el final de ETA. El 86,1% cita al desempleo como su primer o segundo problema. Les siguen quienes que colocan a la crisis. Sin embargo, un 12,5% cita a los partidos políticos o a los políticos en general como una de sus primeras preocupaciones: una cifra que ha ido en aumento sondeo tras sondeo. También se nombra al Gobierno andaluz (un 3,4%) y a la corrupción o enchufismo (un 2,8%).