Aparecen los primeros restos de fusilados en la fosa de Alfacar
Los técnicos ya han encontrado restos de los fusilados en las cuatro primeras fosas del parque Lorca, donde supuestamente está enterrado el poeta.
Según ha podido saber este periódico, este hallazgo ha tenido lugar a falta de que en quince días se den por concluidos los trabajos arqueológicos, si bien aún no se sabe cuántos restos hay ni a cuántos cuerpos corresponden. Las fuentes cercanas a la investigación consultadas por este periódico tampoco han determinado el estado de conservación de los mismos, aunque sí han apuntado que "continúan en el parque", de modo que aún no han sido trasladados al Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada (UGR) que dirige José Antonio Lorente, quien se encargará de la identificación genética de los restos de los antepasados cuyos familiares han proporcionado ADN a la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada.
Dentro de dos semanas ya se habrá excavado también en las otras dos supuestas zonas de enterramiento que hay en el parque y que, al igual que las otras cuatro, tienen una profundidad de entre 0.60 a 1,80 metros.
Precisamente una de esas dos fosas -concretamente la que se sitúa junto al monolito- es la que el hispanista Ian Gibson señaló hace décadas como la tumba del poeta en base al testimonio de el enterrador Manuel Castillo, conocido como Manolo el comunista.
Un testimonio -el primero- que ya recogió Agustín Penón diez años antes que él y que tuvo lugar a tan sólo una distancia de 20 años del asesinato, en 1956. Por eso, y porque a Manuel le forzaron a enterrar a Lorca cuando apenas tenía 16 años, Gibson siempre ha mantenido que el joven no le mintió, pues la imagen se le quedó grabada en la mente y le marcó profundamente. "Él estaba convencido de que enterró allí a Federico García Lorca, a Dióscoro Galindo y a los dos banderilleros", recordó el hispanista irlandés y autor de toda una saga con el poeta como protagonista en una entrevista reciente.
En ese lugar señalado por Gibson hace tres décadas ya detectó "anomalías" el equipo de cinco expertos del Instituto Andaluz de Geofísica coordinados por José Antonio Peña, que llevó a cabo los trabajos previos, y que consistieron en la detección de las áreas en las que supuestamente ha habido movimiento de tierra.
Según las previsiones, en apenas unos días se iniciarán los trabajos en esta zona, para lo que se trasladará hasta ese espacio la nave que en estos momentos cubre y protege la zona en la que se desarolla la tarea de los arqueólogos, que están coordinados por Francisco Carrión y que se desarrollan con absoluta confidencialidad.
En todo caso, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Granada ya ha descartado completamente extender los trabajos hacia el paraje del Caracolar, donde una segunda hipótesis ubica la fosa del poeta de Fuentevaqueros.
Las coordinadas de este emplazamiento salieron a la luz hace poco más de un año, cuando Nieves García, la nieta adoptiva de Dióscoro Galindo, el maestro de Pulianas enterrado con el poeta, se las facilitó al juez Baltasar Garzón. Bajo el amparo de la ARMH, que entonces estaba presidida por Francisco González, esta segunda opción fija el supuesto enterramiento de los restos 430 metros al sureste del Parque Federico García Lorca.
Francisco González se basa a la hora de defender esta hipótesis en el testimonio que a sus ochenta años de edad le proporcionó un testigo: Valentín Huete García, que vivía en el conjunto de edificaciones en el que se estableció la cárcel de Las Colonias, donde pasaron sus últimas horas Lorca, Galindo y los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas Cabezas.
Además, el acequiero de Aynadamar, Ángel Sánchez Fernández, le señaló la piedra bajo la que afirma que están los restos de los cuatro fusilados en la madrugada del 18 de agosto de 1936. Y en la obra póstuma del periodista Eduardo Molina Fajardo, Los últimos días de García Lorca, la entrevista del autor a Pedro Cuesta Hernández, miembro de las fuerzas al mando del capitán Nestares, arroja luz sobre la ubicación en la misma línea que Huete García.
Es más, Eduardo Molina Fajardo aporta un croquis completo con el lugar de la fosa, que "claramente describe el paraje que dijeran Valentín Huete García y Ángel Sánchez Fernández, con un evidente distanciamiento del lugar señalado en el interior del Parque Federico García Lorca", según ha sostenido González.
Por otra parte, los familiares de Fermín Roldán y Miguel Cobo Vílchez, que presentaron en su momento a la Consejería de Justicia sendas alegaciones solicitando la identificación de sus restos, insisten en que se encuentran enterrados en la misma fosa que FeLorca.
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