Linces, quebrantahuesos, tortugas bobas... Andalucía, santuario para la cría de especies protegidas

No hay dudas de que Andalucía es una tierra única, tanto para las personas como para los animales en este caso. Con casi tres millones de hectáreas con protección por su alto valor medioambiental, la comunidad del sur de España se ha convertido en el lugar perfecto para la cría de especies amenazadas.

Superando en extensión a países del viejo continente como Eslovenia o Luxemburgo, Andalucía cuenta con 310 espacios protegidos distribuidos por las ocho provincias que la componen. En este sentido, son muchas las especies animales en peligro de extinción que ven en esta tierra un lugar perfecto para que sus crías crezcan y se desarrollen en una lucha por la supervivencia.

El castigado y fantasmal lince ibérico, el quebrantahuesos o las tortugas bobas son algunos de los ejemplares que se dejan ver, muy de vez en cuando, por las zonas protegidas de la comunidad andaluza. Uno de los aspectos que más valor tienen para este tipo de especies es el clima y las condiciones naturales tan idóneas que tiene Andalucía.

'Baby boom' en la naturaleza

A las condiciones medioambientales idílicas, hay que sumar el esfuerzo del Gobierno de Andalucía por propiciar que este tipo de especies nos elijan para sus periodos de cría. El Gobierno cuenta con varios programas de cría en cautividad para reforzar la población y que este tipo de especies puedan salir adelante.

Sumergidos en plena crisis sanitaria, Andalucía se puede sentir orgullosa de tener un nuevo "baby boom" en su naturaleza. Los expertos afirman que se ha producido el nacimiento inesperado de 60 tortugas bobas en una playa de Marbella, nueve cachorros de lince ibérico nacieron en La Olivilla, el centro de cría que tiene la Junta en las inmediaciones de la localidad jiennense de Santa Elena y la temporada de cría del quebrantahuesos concluyó esta primavera igualando el récord de pollos nacidos en el centro de cría Guadaletín.

Estos hechos hacen que Andalucía sea un referente indiscutible a nivel internacional en la cría en cautividad y reintroducción de especies amenazadas en el medio natural pero, no todo es Gobierno lo que reluce, la sociedad pone su granito de arena de manera constante con más de 200 voluntarios que hicieron posible el nacimiento de las tortugas bobas en Marbella.

En definitiva, Andalucía tiene un enclave perfecto para que se desarrolle la vida humana. Sus tierras, su clima y su gente naturalista hacen que esta comunidad sea un espejo donde mirarse a favor del medio ambiente.