Andalucía se convierte en la gran reserva minera de Europa

La situación geopolítica internacional obliga a Europa a un cambio de mentalidad, a romper dependencias para asegurar autonomía energética y de materias primas. Los problemas que ha generado el enfrentamiento con Rusia, gran proveedor europeo, así como las fluctuaciones del mercado internacional son peligrosas. Cuando más dependiente es un país, más vulnerable. Es la palanca detrás de la revolución con la apuesta decidida por el hidrógeno verde como principal vector y el empeño por reindustrializar territorios con un nuevo modelo productivo renovable, limpio y autosuficiente.

En ese contexto la Unión Europea identifica una treintena de minerales como críticos. Identificó aquellos esenciales para la electrificación del transporte que elimine la dependencia del petróleo o el gas, la fabricación de microchips y componentes o que con cualidades clave para la producción tecnológica. Existe además un calendario que fija las cantidades que deben ser capaces de extraer los estados miembros en la carrera por el abastecimiento interno. En 2030 los países deben obtener de sus yacimientos entre el 10 y el 15% de su consumo anual y también procesar en territorio europeo al menos el 40% del total, reciclar al menos un 15% y limitar las exportaciones a un máximo del 65%.

Para España, y muy especialmente para Andalucía, supone un impulso a su potente sector mineral metálico. La comunidad es uno de las grandes reservas de estas materias críticas identificadas por la Unión Europea. Hay yacimientos en explotación que son referencias internacionales como toda la Faja Pirítica Ibérica de Huelva y parte de Sevilla, zona de mayor producción de cobre de Europa junto a Polonia con importante presencia de otros materiales como el zinc, pero hay otros que adquieren valor especial con la nueva demanda como el estroncio en Granada. La Comisión Europea revisa la lista de materias primas fundamentales para la UE cada tres años. Publicó la primera lista en 2011 y la actualizó en 2014, 2017 y 2020. En la más reciente de 2023 elevó la cifra a 34 e incluyó el cobre, entre otros, elemento esencial en la electrificación del transporte y la reindustrialización.

En la actual lista se incluyen antimonio, arsénico, hafnio, feldespato, fósforo, barita, tierras raras pesadas, escandio, berilio, tierras raras ligeras, silicio metálico, bismuto, indio, tantalio, borato, magnesio, wolframio, cobalto, grafito natural, vanadio, carbón de coque, caucho natural, bauxita, espato flúor, niobio, litio, galio, metales del grupo del platino, titanio, germanio, fosforita, estroncio, cobre y níquel. El Instituto Geológico y Minero analizó la potencialidad de explotación en Andalucía de 17 minerales considerados materias primas críticas por parte de la Unión Europea: antimonio, bario, berilio, bismuto, boratos, cobalto, estroncio, flúor, fosfatos, grafito, litio, platinoides, silicio, tierras raras, titanio, vanadio y wolframio. A estos se suman los ricos yacimientos ya activos de cobre, último en ser incluido. En estos momentos hay avances en la búsqueda de nuevos yacimientos, la confirmación de la riqueza de los existentes y proyectos para poner en explotación alguno de ellos.

El territorio andaluz está dotado de una variedad geológica muy rica, que da lugar a distintas tipologías de depósitos, por lo que su potencial minero es importante en muy diversas sustancias, algunas de ellas ampliamente explotadas a lo largo de la historia, y otras poco conocidas por haber carecido de importancia económica hasta los tiempos recientes. Fruto de este convenio es el primer mapa de minerales críticos de Andalucía, donde se localizan los principales indicios de materias primas críticas (CRMs) correspondientes a la lista de materias primas fundamentales, publicada por la UE en el año 2020, (Resiliencia de las materias primas fundamentales: trazando el camino hacia un mayor grado de seguridad y sostenibilidad, Comisión Europea, 3 de septiembre de 2020). La última actualización de 2023 completa ese grupo. Del conjunto de materias primas críticas (CRMs), se han identificado en Andalucía las siguientes: Cobre, antimonio, barita o bario, berilio, bismuto, boro, cobalto, estroncio, flúor o fluorita, fósforo, grafito, litio, platino o Platinoides, silicio metálico, tierras raras, titanio, vanadio o wolframio. Andalucía representa en estos momentos el 40% del valor de producción minera nacional, cifra que se eleva al 90% en el caso de la minería metálica. La nueva política europea hará que su capacidad de extracción aumente en la próxima década.

Minerales críticos en Andalucía

Antimonio: El potencial minero para antimonio en Andalucía es reducido, pero existen dos zonas de cierto interés. En la Zona de Ossa Morena, al sur de Espiel (Córdoba), se encuentra un conjunto de mineralizaciones filonianas de esta sustancia, que están controladas por fracturas con dirección NW-SE. Aunque el mayor interés se encuentra en la zona xentroibérica, al NE de La Carolina (Jaén).

Bario: Los depósitos de barita más importantes de Andalucía se ubican en terrenos del Paleozoico y Permo-Triásico. Los que han sido más rentables están en las provincias de Córdoba, Jaén, Huelva, Sevilla, Málaga y Almería. Las zonas con mayor potencialidad minera están al norte de Córdoba y Jaén. Dentro de la provincia de Córdoba en la Zona de Ossa-Morena, se asocian al Eje Magmático de Villaviciosa de Córdoba y otra zona hacia Villanueva del Rey con una mineralización filoniana que aprovecha fallas alpinas que reactivan estructuras variscas y post-variscas. En la Zona Centroibérica de la provincia de Córdoba, se localiza otra franja con gran potencialidad, una alineación de unos 25 km de longitud WNW-ESE y unos 6 km de anchura. En Jaén, la zona de potencialidad se encuentra al norte de la Carolina, donde la mineralización está controlada por fracturas de dirección N.

Berilio: Se concentra en la provincia de Córdoba, fundamentalmente, aunque no hay que descartar la posible presencia en diversas formaciones de gneises, migmatitas y pegmatoides de la provincia de Málaga. Las regiones con formaciones de pegmatitas con berilo se localizan en las unidades estructurales centroibéricas, como la zona entre Belalcázar y Sierra Morena, y, sobre todo, las pegmatitas del dominio geológico de Sierra Albarrana dentro de la zona de Ossa Morena; ambas ubicadas en la provincia de Córdoba. Se debe tener en cuenta también los indicios con minerales de berilio en las Cordilleras Béticas (Torrox, Canillas de Aceituno, Sedella, provincia de Málaga).

Bismuto: Se han identificado tres regiones con potencial interés minero para el aprovechamiento de bismuto. En la zona centroibérica, en el contacto del Batolito de Los Pedroches (Córdoba) con los materiales carboníferos encajantes, distribuidos en dos áreas, que son las de mayor interés: al norte del Batolito de Los Pedroches, en Torrecampo, Conquista y Cardeña; y en el sur, en Pozoblanco y Villanueva de Córdoba. Otra zona que tiene un gran potencial en bismuto, sin ninguna duda, es la Faja Pirítica Ibérica. La zona de Ossa Morena resulta de interés, aunque de carácter local, concretamente la mina Sultana de Santa Olalla de Cala (Huelva), presenta alta leyes de bismuto.

Boro: Se han localizados indicios de boratos endógenos, en Igüaleja (Málaga), en una zona de skarn, situada en el dominio Bético Alpujárride. Otros indicios de boratos de origen sedimentario exógeno se han encontrado en los acuíferos de las Cuencas Neógenas Postectónicas de Granada y Almería como son: La Vega de Granada, Guadix-Baza, Almanzora, Bajo Andarax, Campo de Dalías, Sorbas-Tabernas, Pulpí, Nijar-Carboneras, Alpujarras. Se localizan en acuífero profundo, formado por sedimentos marinos de edad Tortoniense-Messiniense.

Cobalto: Hay potencialidad en varias zonas, como ganga a las mineralizaciones de bismuto, localizadas al norte del Batolito de los Pedroches. En la zona de Ossa Morena asociadas a litologías básicas. En las zonas de Almería y Granada aparecen en dolomías del Complejo Alpujárride y en Blanquizares-Oria. Destacan las sierras de Los Guájares, El Chaparral y Albuñuelas; algunos de ellos presentan contenidos altos de cobalto y níquel. También destacan las eritrinas de Huétor Santillán (Granada), parte de la zona de la Sierra Nevada granadina (Güéjar Sierra, Dílar, Capileira y Trevélez, provincia de Granada). En la provincia de Almería, en la Sierra de Almagro (municipio de Huércal-Overa, Almería) y la Sierra de Las Estancias (Oria, Almería). Algunas mineralizaciones de sulfuros masivos de la Faja Pirítica contienen indicios de cobalto, más frecuentes en las zonas de enraizamiento de los cuerpos de sulfuros.

Cobre: Toda la zona de la Faja Pirítica Ibérica en Huelva es uno de los principales productores de Europa. Es el yacimiento en explotación más importante de Andalucía y uno de los principales de Europa.

Estroncio: En Andalucía se localiza uno de los depósitos de estroncio más grandes del mundo; los cuerpos de celestina estratificados de Montevives y Escúzar (Granada). Con una producción anual de hasta 200.000 toneladas de celestina casi pura es considerado el segundo mayor depósito conocido en el mundo.

Fluorita: Los indicios de fluorita se concentran, en las provincias de, Almería, Córdoba y Málaga y Granada, sienta esta última provincia donde sitúa la única mina de fluorita activa en el municipio de Órgiva.

Fósforo: La presencia de fosfatos en Andalucía no es frecuente, aunque hay indicios de su existencia.

Grafito: La mina de grafito que ha dejado registros de mayor producción en España es la que fue denominada Mina Marbella, en Benahavís, fuera de producción actualmente. Otros indicios de grafito se encuentran en la provincia de Huelva, en la unidad Aracena-Almadén de la Plata, y en la zona Centroibérica; en el macizo Ultrabásico de Ronda-Ojén (Málaga) y finalmente, en las zonas externas Béticas en los límites de las provincias de Jaén y Granada, asociados a materiales volcánicos jurásicos.

Litio: Los yacimientos de litio más prometedores se encuentran en las cuencas postectónicas neógenas, en forma de salmuera, destacando la depresión de Almería con las cuencas de Almanzora y Bajo Andarax, así como las de Pulpí, Campo de Dalías, Sorbas-Tabernas y Níjar-Carboneras y en la zona del Arteal, en Sierra Almagrera, todas en la provincia de Almería.

Platino: Se localizan varias zonas prometedoras de platinoides como las peridotitas y cromitas (rocas ígneas y metamórfica básica) de la zona Alpujárride en la provincia de Málaga. Se han puesto en evidencia indicios en la zona de Ojén y Carratraca, y como depósitos aluvionares secundarios, en la zona de Marbella.

Silicio: Las arenas silíceas pliocenas de la comarca de Arcos de la Frontera (Cádiz) y Bajo Guadalquivir forman importantes reservas y contienen porcentajes de sílice que llegan a superar el 98%. Actualmente se emplean casi exclusivamente como áridos, fabricación de vidrio, silestone, etc. Pero podrían ser aptos para la fabricación de polisilicio, empleado en los espejos solares, y en la fabricación de monosilicio, para su utilización de elementos semiconductores.

Tierras raras: Aunque no hay indicios mineros, éste material se han encontrado asociadas a yacimientos de otros minerales, como la barita o los granates. Es el caso de los filones de barita-fluorita de la Zona de Ossa Morena y en la zona Centroibérica, aparecen niveles altos.

Titanio: Se han explotado económicamente algunos depósitos costeros de la provincia de Huelva. Hay indicios en las provincias de Almería, Córdoba, Málaga y Sevilla, como los depósitos aluvionares que drenan el Batolito de los Pedroches (Córdoba) y las formaciones de areniscas armoricanas en la zona centroibérica. Resulta de gran interés la exploración costera de Huelva y Cabo de Gata (Almería) donde se ha demostrado la presencia de minerales de titanio.

Vanadio: Las mineralizaciones de vanadio en Andalucía se concentran en las provincias de Córdoba y Granada. Dentro de la Zona de Ossa Morena, en la provincia de Córdoba, en los entornos de la Cuenca del río Guadiato y de la de Valdeinfierno se encuentran las zonas de mayor interés. En la provincia de Granada, concretamente en el Complejo Alpujárride, en las sierras de Albuñuelas, Almijaras y Guájares, asociados a mineralizaciones de plomo.

Wolframio: La zona de mayor interés está al norte de la provincia de Córdoba, en el sector oriental del Batolito de Los Pedroches. La otra se extiende desde la Sierra de Andújar hasta las proximidades de Belalcázar.