Andalucía rechaza la autobaja médica propuesta por Sanidad

Salud

Mujer ajustándose la mascarilla.
Mujer ajustándose la mascarilla.

Andalucía ha votado en contra del documento propuesto por el Gobierno de España, que incluía la autojustificación de las bajas de tres días para aquellas personas que tengan una enfermedad leve y evitar así que vayan al médico por un informe, y, en definitiva, aliviar la tensión en la Atención Primaria.

Así lo ha confirmado Catalina García, consejera de Salud y Familias de la Junta de Andalucía tras la celebración del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) extraordinario con el fin de "unificar criterios" para el abordaje de "los picos de virus respiratorios" que se ha producido en los últimos días en España.

Ha sido la propia ministra de Sanidad, Mónica García, la que ha propuesto la medida de la autobaja, así como el uso obligatorio de las mascarillas en los centros de salud y hospitales. Ambas propuestas han sido rechazadas por Andalucía y por el resto de comunidades gobernadas por el Partido Popular, a excepción de la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, que ya decretó el pasado viernes su uso obligatorio en los centros de salud.

No a las mascarillas obligatorias

Del mismo modo las autoridades sanitarias andaluzas se han mostrado en desacuerdo sobre el uso obligatorio de la mascarillas en hospitales y centros de salud. No obstante, Andalucía sí recomienda el uso de las mascarillas en centros sanitarios y sociosanitarios, y recomienda a los grupos vulnerables y personas con síntomas de virus respiratorios utilizarla también en lugares de concentración de población, como en el transporte público.

Para Mónica García, en esta situación inicial de la enfermedad, "no es necesario que se vaya al médico y, sin embargo, les estamos de alguna manera obligando a las personas que vayan a por un parte. Esta es una medida que ya se ha tomado en muchos países", y que se basa en la declaración responsable durante los tres primeros días.

La ministra ha recordado que es una demanda "histórica" de los profesionales sanitarios ya que evita "burocratizar más todavía la Atención Primaria y colapsar todavía más a los médicos de Atención Primaria". De este modo, todo aquel que tenga algún síntoma, solo tendría que llamar al trabajo para avisar de su sintomatología pero no tendría que enviar ningún parte médico ni justificante los tres primeros días; "basta con la palabra para que la ausencia esté justificada", ha explicado.

La medida de la 'autobaja' médica ya fue adoptada durante la pandemia para evitar el contagio de la Covid-19 en los centros sanitarios. Sin embargo, Andalucía, junto a otras comunidades autónomas, ha rechazado la medida en esta ocasión.

Sin acuerdo

Las comunidades autónomas tampoco se han puesto de acuerdo sobre la obligatoriedad del uso de las mascarillas en centros de salud y hospitales y el CISNS ha concluido sin una decisión clara.

Mónica García ha anunciado que, durante la reunión, se han recogido algunas propuestas de las comunidades y se les ha dado un plazo de 48 horas para recoger todas sus aportaciones, como puede ser ampliar estas recomendaciones de mascarilla en las farmacias.

"Hemos hablado y hemos reflexionado profundamente sobre el papel de la mascarilla, sobre todo en centros sanitarios, en hospitales y centros de salud, para proteger tanto a pacientes como a profesionales, como una medida que es efectiva, una medida que es de sentido común, una medida que está avalada por la evidencia científica y que es bien recibida por la población", ha señalado García, en declaraciones a los medios.

Las comunidades gobernadas por el PPP, entre ellas Andalucía, han rechazado el uso de la mascarilla durante la reunión. Sólo la Comunidad Valenciana y La Región de Murcia se han mostrado a favor, y de hecho en sus territorios el uso de las mascarillas ya es obligatorio.

Castilla-La Mancha (PSOE) se decanta por la recomendación y pide que sea la Ponencia de Alertas y la Comisión de Salud pública la que indique qué hacer.

Andalucía exige criterios técnicos

La consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Catalina García, que ha participado este lunes de manera telemática en el pleno extraordinario del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, ha trasladado su desacuerdo ante la convocatoria de este Consejo Interterritorial, puesto que, a su juicio, estas decisiones deben tomarse en primer lugar en la Ponencia de Alertas y en la Comisión de Salud Pública donde se elabore un documento donde se establezcan niveles de alertas o indicadores, entre otros, para posteriormente ser avalado o no en el Consejo Interterritorial.

Por ello, ha exigido que esos criterios técnicos adoptados en la Ponencia de Alertas y en la Comisión de Salud Pública estén previamente al Consejo Interterritorial para valorar el uso de la mascarilla y el resto de las medidas.

Por este motivo, Andalucía ha votado en contra del documento propuesto del que ha tenido conocimiento una vez comenzado el pleno extraordinario por el Ministerio "al carecer de rigor técnico", según ha recogido la Consejería de Salud en una nota de prensa. Además, ha incidido en la recomendación de la mascarilla en los centros sanitarios y sociosanitarios tras la evaluación continua de la situación epidemiológica en Andalucía por parte de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica.

Catalina García también ha destacado los beneficios de esta medida para todos los grupos vulnerables, que ya demostró ser una valiosa herramienta durante la pandemia, y para los ciudadanos que cursen síntomas de virus respiratorios, como tos o estornudos. Y ha hecho hincapié en la recomendación del uso de la mascarilla en lugares de concentración de personas, como en el transporte público, o en farmacias.

Del mismo modo, ha subrayado que Andalucía publicó el pasado 13 de julio una instrucción sobre el uso de las mascarillas en los centros sanitarios y sociosanitarios, en el que se obligaba a la utilización de ésta en las áreas de mayor vulnerabilidad como UCI u Oncohematología. Igualmente, reflejaba que cada centro sanitario tendrá la potestad, a través de los Servicios de Medicina Preventiva y Riesgos Laborales, de imponer el uso obligatorio de la mascarilla en el caso de mayor incidencia en esa área de gestión tanto para pacientes como profesionales de la Salud.

Al respecto, ha remarcado que desde octubre está en marcha el Plan de Alta Frecuentación, que se traduce en planes de contingencia que conllevan la ampliación de los recursos materiales y de plantilla ante un aumento de la demanda.

Este Plan, ha destacado la consejera, está dando resultado evitando situaciones de tensión asistencial gracias a la monitorización diaria de los centros hospitalarios y al trabajo de los profesionales de la Salud "a los que agradece su trabajo".

Situación "bajo control en Andalucía"

La consejera de Salud afirma que los planes de contingencia están funcionando en Andalucía y solo cinco hospitales y 16 urgencias hospitalarias se encuentran en el nivel más alto del Plan de Alta Frecuentación, según los datos que la Consejería de Salud actualiza diariamente.

A nivel epidemiológico, la tasa de incidencia de infecciones respiratorias agudas tiene una media nacional de 952,9 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en Andalucía es de 505,2, aunque continúa en tendencia ascendente desde hace semanas.

Vacunación gripe y Covid

Desde la Consejería de Salud se invita a los mayores de 60 años, población con patologías crónicas, embarazadas, niños de 6 a 59 meses, personal sanitario y sociosanitario, entre otros colectivos, a vacunarse para protegerse frente a la gripe y a la Covid-19.

Todos los jueves, hasta el final de la campaña 2023-2024, los andaluces podrán acudir sin cita a los diferentes puntos de vacunación. Hasta hoy, 1.659.000 personas ya se han vacunado contra la gripe y 1.060.000 personas frente a la Covid-19. Con una cobertura del 55% en gripe y del 40% en Covid-19 en mayores de 60 años y un 41% de cobertura antigripal infantil.

En este punto, la Junta hace hincapié en la importancia de que los grupos vulnerables renueven en cada campaña la vacunación tanto de la gripe como de la Covid-19, puesto que cada año se adaptan las dosis a las variantes que circulan en el territorio.

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