Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
Andalucía estuvo a punto de adquirir un paquete de test rápidos inexactos proporcionados por Bioeasy, la misma empresa que proporcionó al Ministerio de Sanidad 58.000 unidades que tuvieron que ser devueltas. La Junta, tras anunciar la compra el pasado 24 de marzo, descartó la adquisición al comprobar su inefectividad. Andalucía no llegó a formalizar este pedido, por lo que están a la espera de recibir otros 30.000 test a otro proveedor ante el desabastecimiento.
El número dos del Gobierno andaluz negó que se tratase del mismo proveedor que el Gobierno, Bioeasy, aunque luego fuentes de la Junta revelaron que sí, que se trataba de los mismos test. Marín explicó que la Consejería de Salud y Familias solicitó el adelanto de algunos de estos kits de pruebas rápida para comprobar su efectividad y que fue entonces cuando se canceló el pedido. “Es material fundamental”, dijo Marín, que mencionó a los laboratorios epidemiológicos del SAS para argumentar el rechazo de estos test. “No tenían la sensibilidad necesaria para dar resultados efectivos”, zanjó.
Según avanzó el diario Ideal, la decisión de comprarlos se tomó el 24 de marzo, mismo día en que los expertos examinaron las pruebas y desaconsejaron su compra. Un día después, el 25 de marzo, la Junta decidió paralizar esta operación tras conocer la opinión de estos expertos y hacerse público un informe de una sociedad científica que alertaba de la baja sensibilidad de esos tests para la detección rápida en pacientes sanos.
Bendodo anunció la compra de estos test el pasado martes, cuando también reclamó al Ejecutivo central que destinara a Andalucía 120.000 test rápidos adquiridos por la Administración central. El portavoz del Gobierno andaluz incidió en que la Junta “está redoblando esfuerzos” y ha salido “a los mercados internacionales a buscar material” para luchar contra el coronavirus.
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