Andalucía arrastra un retraso de más de 800.000 personas sin inmunizar

El Plan de vacunación 1 millón de la Junta de Andalucía, publicado el 14 de mayo en el BOJA, no sólo explicaba el proceso logístico a gran escala llevado a cabo en mayo y junio sino que incluía estimaciones sobre el número de personas vacunadas. El documento señala un recorrido de hitos hasta alcanzar la inmunidad de grupo, esto es, el registro del 70% de la población andaluza con la pauta vacunal completa.

Uno de esos hitos quedó fijado el 4 de julio. Este pasado domingo, según las estimaciones de la Junta planteadas hace un mes y medio, debía haber 4.369.140 andaluces completamente vacunados. La Consejería de Salud, en cambio, informó de una cifra de 3.504.416 personas inmunizadas. La operación aritmética resuelve una diferencia de 864.724 andaluces sin inmunizar.

Ya sea por hastío, por la salud mental o por las necesidades económicas, las administraciones se encuentran en una carrera al sprint para alcanzar la inmunidad comunitaria, que es el escenario biológico en el que hay un número tal de personas protegidas inmunitariamente que impide al virus seguir propagándose a causa de la escasez de individuos vulnerables. El consenso científico se ha establecido en un 70% de vacunados, porcentaje que ciertos epidemiólogos elevan al 80% a causa de la circulación de variantes como la Delta.

Ese otro hito, el más importante en materia de salud pública, no será alcanzado en Andalucía hasta bien entrado el mes de agosto. La estimación la sugiere el número de dosis que serán recibidas en julio. Según informó el pasado martes el consejero de Salud, Jesús Aguirre, al término de la reunión semanal del Consejo de Gobierno, los almacenes de Granada y Sevilla almacenarán 1.575.920 fármacos de Pfizer y Moderna hasta el 1 de agosto. No habrá vacunas con el remite de Janssen y Astrazeneca. En junio, según Aguirre, han llegado 3.467.100 dosis, un pico facilitado por el adelanto por Pfizer a la UE, correspondiente a una remesa planteada para el cuarto trimestre del año.

Teniendo en cuenta que el 70% de la "población residente en Andalucía", tal como precisa el Plan 1 millón, se concreta en 5.961.169 personas con la pauta completa, habría que administrar vacunas a más de dos millones de andaluces para lograr la ansiada inmunidad colectiva. Los números no cuadran. En teoría, como recoge el citado documento elaborado por la Consejería de Salud en virtud de las estimaciones de dosis recibidas, ese objetivo debería cumplirse el 8 de agosto. Sin embargo, la notable disminución de envío de fármacos en julio -menos de la mitad en comparación con el pico de junio-, unido a los problemas de logística en la administración de vacunas derivados de las prescriptivas vacaciones del personal sanitario, anticipa un nuevo retraso en el objetivo inmunitario en Andalucía.

Con la campaña vacunal congelada en la población nacida en 1986, la Consejería de Salud ha avisado de la aparición de un cuello de botella en esta fase del verano. Y no únicamente a causa de la menor llegada de dosis. El temor a la variante Delta, que disminuye el volumen de anticuerpos generados por las vacunas de Astrazeneca y Pfizer, según indican los resultados de los primeros estudios publicados, ha obligado a las administraciones sanitarias a adelantar la administración de la segunda dosis del medicamento anglosueco.

Hasta el viernes, había casi 400.000 andaluces de entre 60 y 69 años pendientes todavía de recibir la segunda dosis. En total, según los datos del informe diario del Ministerio de Sanidad, hay 1,6 millones de andaluces con más de 40 años a la espera de la inmunización total. Además, conforme a las estadísticas publicadas, hay un 23% de andaluces de entre 40 y 49 años que no han recibido dosis alguna.

Con el afán de dar por terminada la pandemia, que es lo natural y lo necesario, hay voces entre los dirigentes andaluces que han insinuado fechas de inmunidad colectiva anteriores a las apuntadas desde hace meses para el mes de agosto. En esos mensajes políticos se mezclan datos de inmunizados, pero limitándose a la población con más de 16 años, o porcentajes de vacunados con una sola dosis. No tienen la misma opinión los técnicos, los especialistas en epidemiología y salud pública, que tienen claro que la circulación del virus también se produce entre la población adolescente o que la inmunización se refiere a la pauta completa.