Alcaldías a tiro de Big Data

El uso masivo e inteligente de datos permitió al PP andaluz afinar los últimos días de campaña de los candidatos de Cádiz y Sevilla para voltear el resultado

Los populares cierra con Jaén las ocho capitales

Juanma Moreno y Bruno García en Cádiz, en la última semana de las elecciones del 28-M. / Europa Press

Desde hace ocho meses, un equipo de técnicos que trabaja para la dirección del PP de Andalucía viene recogiendo todo tipos de datos del electorado de la comunidad. Son millones de cifras que nadie sería capaz de leer y, muncho menos, de entender y estructurar, pero gracias al Big Data se obtienen unos patrones de comportamiento que permiten afinar unos mensajes políticos tan segmentados como se desee, para una ciudad, un barrio o al conjunto de los jubilados. La utilización de esta técnica durante la campaña de las elecciones municipales ha permitido al PP economizar sus esfuerzos y maximizarlos, de modo que la dirección considera que ha sido fundamental para ganar diputaciones no previstas como la de Huelva y voltear los resultados en ciudades como Cádiz y Sevilla en los últimos días.

El Big Data y la Inteligencia Artificial terminarán por convertirse en herramientas básicas de las campañas electorales, como lo son en sector de la publicidad o en la investigación científica. No obstante, y tal como asegura el secretario general del PP, Antonio Repullo, esta técnica ayuda, pero no diseña una campaña. O no la completa. Ni hace a los candidatos, aunque a algunos los lima. En el caso del 28 de mayo, el PP considera que la nacionalización de la campaña por parte de Pedro Sánchez, la inclusión de ex etarras en las listas de Bildu y el caso Maracena fueron los factores negativos para el PSOE que terminaron por decantar un resultado favorable. La imagen de Juanma Moreno, que participó todos los días con más de dos actos, y el de cada uno de sus candidatos contribuyeron ese cóctel prodigioso que llevó al PP a ganar de modo global los comicios en Andalucía.

Mucha de esta información que se ha manejado en Big Data es pública, son los sondeos de intención de voto que ofrece el CIS y otras empresas demoscópicas en los medios de comunicación, son encuestas propias del partido, son los historiales de comportamiento de las anteriores elecciones municipales y mucha información cualitativa: qué preocupa en una ciudad, cómo se definen políticamente sus vecinos, qué opinión tienen de su partido, cuál es la estructura de población. El Centro de Estudios Andaluces (Centra) publica, por ejemplo, estudios muy valiosos que van más allá de las predicciones electorales. Las fuentes son inagotables y los datos se cifran por millones, pero el Big Data las estructura y les da sentido.

El PP no es el único partido que ha introducido Big Data e Inteligencia Artificial (AI) en estas elecciones. De hecho, el PSOE también reveló en las autonómicas de junio de 2022 utilizó AI para definir algunos mensajes de Juan Espadas, lo que no aseguró su victoria. El manejo inteligente de los datos desemboca en la formulación de mensajes concretos, tanto positivos como negativos.

Viaje relámpago a dos barrios de Cádiz

Un ejemplo. Juanma Moreno viajó a Cádiz uno de los últimos días de campaña, su candidato Bruno García iba mejorando en los sondeos y se adivinaba una victoria. La dirección ya había definido dónde ir y qué mensajes decir en cada uno de los dos zonas que visitó, la avenida principal de la ciudad y la Barriada de la Paz.

El caso de Bruno García es uno de los más interesantes de estas elecciones. Dos semanas antes del 28 de mayo, los sondeos internos del PP le daban ocho concejales con tendencia al alza y con la posibilidad de que el PSOE se le adelantase. El domingo obtuvo 14 concejales, la mayoría absoluta. En Cádiz, el PP repartió folletos distintos para 17 zonas, que surgieron del análisis de dato y de entrevistas con electores de cada una de estas divisiones. Al final, el PP ganó en 123 de la 149 mesas, pero los dos distritos en los que se diferenció a gran distancia del PSOE fue en uno de esa avenida principal y en una parte concreta del casco antiguo.

A mitad de campaña, Bruno García dejó de nombrar a Kichi, al hoy ex alcalde de la ciudad, porque el PP ya sabía que la oferta de la coalición de izquierdas que le sucedía venía lastrada por un amplio rechazo. La sorpresa de Cádiz fue tal que al mediodía del 28 de mayo aún se creía que esta ciudad no entraría en el pleno al ocho de las capitales andaluzas.

Sevilla fue la otra ciudad donde el candidato popular, José Luis Sanz, ganó las elecciones en los últimos días. Su caso era más difícil que el de Cádiz, porque el alcalde socialista, Antonio Muñoz, estaba mucho mejor valorado que el sustituto de Kichi. La participación de Juanma Moreno en Sevilla, pero sobre todo el impacto de los temas nacionales en la ciudad terminaron por dar la mayoría al PP.

La campaña de la dirección del PP andaluz se centró, sin embargo, más en las diputaciones, en el conjunto de los votos en las provincias, que en los municipios, donde los comités locales y sus candidatos llevaban el peso. El objetivo era conseguir las presidencias o alcanzar grupos notables de diputados provinciales, para lo que se analizó las zonas de sombra que los populares tenían en muchos partidos judiciales, que es la circunscripción de donde salen los representantes en estas corporaciones. El campanazo, en esta ocasión, fue la de Huelva, a la que sumarán Cádiz al fructificar el acuerdo del PP con La Línea 100 por 100.

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