Alberto Garzón avisa que desde el 30 de agosto no habrá publicidad de apuestas en el fútbol
El ministro de Consumo defiende que un club de fútbol debe tener "una función social" y transmitir valores y principios positivos.
A punto de cumplirse año y medio de su estreno como ministro de Consumo, Alberto Garzón (Logroño, 1985) visita por primera vez Sevilla como miembro de un gobierno y para reunirse con jugadores de azar rehabilitados y con un discurso muy crítico contra la política que hace al respecto el Gobierno andaluz.
–Falta poco para que entre en vigor el decreto que prohíbe la publicidad de juegos de azar.
–El fenómeno de las casas de apuestas, el azar en general, implica riesgos muy importantes para la salud de sectores amplios de la sociedad, especialmente las familias trabajadoras y la gente más humilde, que puede ver en la victoria en un juego de azar la salida a una situación económica difícil. Además de un problema sanitario, es un negocio y ese negocio lubrica los beneficios de actores diferentes, como los clubes de fútbol. Son actores poderosos y se han opuesto de manera muy beligerante a la reforma. Javier Tebas, presidente de la Liga, lo decía, que estaba en contra. Y han presentado un recurso.
–¿Tendrá recorrido?
–A partir del 30 de agosto ningún jugador puede llevar publicidad de apuestas, ni podemos ver anuncios de apuestas en un partido de fútbol o cualquier tipo de deporte. Ni en la tele, ni en la radio, ni en ninguna parte. Hemos priorizado la salud por encima de los beneficios, pero hay otros actores que prefieren salvar su propio beneficio. Está aprobado desde octubre y se está aplicando desde entonces. Los clubes lo saben y por eso se quejan, pero no entienden es que, desde mi punto de vista, los clubes de fútbol deben tener una función social, transmitir una serie de valores y principios. No sólo son jugadores. Tienen que ser conscientes de que la publicidad es un vector central para que gente joven normalice los juegos de azar y eso puede ser el germen de un problema en años posteriores.
La valoración del Gobierno andaluz
–¿Cómo valora el trabajo del Gobierno andaluz en estos dos años y medio?
–Está desarrollando una agenda profundamente injusta porque incrementa la desigualdad en Andalucía, que ya era bastante desigual con gobiernos del PSOE. Creo que también se ha sumado, quizás no con el mismo fervor que otras comunidades, en aprovechar la pandemia para atacar al Gobierno. Moreno Bonilla ha opinado una cosa y la contraria sobre el estado de alarma con apenas unos días de diferencia. Es parte de lo peor de la política, que tus convicciones sean oscilantes en función de lo que diga el adversario. Si unimos políticas que promueven la desigualdad y la falta de reformas estructurales serias para cambiar nuestro modelo productivo, tenemos un balance malo.
–Pero las encuestas lo consolidan
–Hay que tomarlas con cautela. Estamos lejos de unas elecciones y las encuestas no tienen el ritmo que suelen tener cuando la gente tiene en su cabeza votar. Las encuestas nos han engañado muchas veces. Pero a mí me preocupan los problemas concretos. La política de las casas de apuestas de la Junta de Andalucía es enormemente laxa en comparación con otras comunidades. Andalucía tiene problemas serios con ese ámbito. No le veo que haya una solución, sino bonificaciones para las casas de apuestas, como las va a haber para colegios privados. Es lo que se suele llamar neoliberalismo, que tiene sus beneficiarios, pero son una minoría.
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