La Airef ha advertido a Bravo de que puede incumplir el objetivo de déficit en 2019
La causa es la contabilización de un ingreso extraordinario por IVA de 530 millones de euros que no tienen respaldo normativo
El desvío del déficit en 2018, el de la ex consejera María Jesús Montero, fue nimio: unos 180 millones de euros en un Presupuesto que en 2020 asciende a 38.593 millones de euros. Tal como lo ha expresado de modo correcto el consejero de Hacienda, Juan Bravo, ajeno al tremendismo de la factoría de lamentos y quebrantos de San Telmo, el problema de no poder salir a los mercados para endeudarse es de prestigio, la Junta necesita ser conocida por la solvencia y la credibilidad. Eso será lo que mejore el precio de la deuda, alargue los plazos y evite las restricciones. Sin embargo, el problema del consejero Juan Bravo sigue intacto: ha contado con unos ingresos de 530 millones de euros para 2019 que no cobrará.
El año 2019 La Junta debe cerrar con un déficit del 0,1%, pero la Autoridad Independiente Fiscal (Airef) ya advirtió a la Junta el pasado 7 de agosto que hay un gran riesgo de incumplimiento de este objetivo, debido al llamado décimo tercer mes de IVA; en palabras técnicas, Sistema de Información Integrada de IVA. Este dinero, que no ha cobrado ninguna comunidad, estaba recogido en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado que elaboró Pedro Sánchez, y que fue rechazado por el Congreso. Es un dinero que, en efecto, se cobró, existe por tanto, como dice Bravo, pero no hay obligación ni respaldo para entregarlo a las comunidades.
Por tanto, es muy posible que el primer Presupuesto del Gobierno del cambio incumpla con el criterio de déficit, por lo que el Ministerio de Hacienda podría volver a impedir la salida de la Junta a los mercados. Entonces se volverá a abrir un debate sobre a quién es atribuible ese déficit: si a Juan Bravo o a la herencia recibida de los 180 millones de euros de 2020. Para ser salomónicos, de los dos, pero más del actual que de la pasada.
Antes de que el tremendismo este asunto -que llegará-, habrá que apuntar dos aclaraciones. Si hay desvío en 2019, volverá a ser pequeño, no habrá que recortan ni sanidad ni educación ni subir impuestos y, segundo, habrá que seguir ligado al FLA, que fue el instrumento con el que Cristóbal Montoro salvó a las comunidades autónomas de la quiebra. Ahora bien, para 2020, la Airef considera que la Junta conseguirá el objetivo de déficit cero, pero no así la regla de gasto, por lo que le ha recomendado que no bajase más los impuestos.
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