Aguilar: "El 'director' del CAF no se acompasó con su puesto"

La consejera de Cultura defiende en el Parlamento el "trabajo diario" del asesor en el Centro de las Letras

La consejera de Cultura, Rosa Aguilar, ayer en el Parlamento.
La consejera de Cultura, Rosa Aguilar, ayer en el Parlamento.
Redacción Sevilla

06 de noviembre 2015 - 05:04

"No se ha acompasado la denominación del puesto [director del Centro Andaluz del Flamenco (CAF] con las funciones que ha cumplido". Así zanjó ayer en el Parlamento la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, el caso de Luis Guerrero, que figuró durante tres años como máximo responsable de dicho organismo sin que lo supiera, y cobrando por ello.

Por lo demás, Aguilar defendió en sus explicaciones en la sesión de control -en respuesta a una interpelación del PP- el "trabajo diario" de Guerrero en la sede malagueña del Centro Andaluz de las Letras en calidad de asesor, además de realizar diversas labores a la propia consejería.

La titular de Cultura agregó que el trabajador percibió su salario como empleado eventual de la consejería, "sin que haya ningún otro concepto por el que recibiera cantidad alguna". Como publicaron los periódicos del Grupo Joly la semana pasada, Guerrero fue el director fantasma que entre 2012 y 2015 cobró 2.000 euros mensuales sin acudir a trabajar al CAF. Jamás tuvo ni idea de la existencia del centro ni el más mínimo conocimiento de flamenco, según reconoció él mismo.

Aguilar dio estas explicaciones después de que el diputado del PP, Antonio Manuel Garrido, comparara la situación de Guerrero con la de los "paniaguados" del caciquismo de finales del siglo XIX que "cobraban de la administración y no iban a trabajar". El parlamentario llamó la atención sobre el hecho de que "en un primer momento" se achacaran las noticias aparecidas al respecto a "un problema técnico de la página web" cuando "el responsable es quien no ha trabajado y la señora [Susana] Díaz" por permitirlo.

"Tienen la obligación de abrir un expediente informativo", espetó Garrido, que agregó que "lo más grave no es el caso en sí, sino que parece un modus operandi; algo huele mal en Andalucía, huele a corrupción en todos los niveles".

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