Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Voces
La tensión se palpaba aún en el ambiente en la calle Gonzalo de Berceo. A las seis de la tarde un amplio dispositivo policial se desplegó en la zona para restablecer el orden público. Todavía humeaba uno de los vehículos aparcados en la vía al que dos horas antes le habían plantado fuego. Junto al coche también se quemaron algunos contenedores. Los efectivos de las unidades de Intervención Policial de Sevilla y de Prevención y Reacción de Huelva permanecieron en el lugar sobre una hora y cuarto.
Todo comenzó sobre la una de la tarde, cuando unos agentes de la Policía Nacional, que patrullaban por la barriada de La Orden, procedieron a la identificación de dos jóvenes, uno de ellos menor de edad. El incidente se saldó con cinco agentes heridos, uno de ellos de gravedad con un fuerte traumatismo en la cabeza debido al impacto de una piedra, que tuvo que ser trasladado al hospital Infanta Elena.
Asimismo, se detuvieron a cuatro personas: a los dos jóvenes a los que intentaban identificar, que son hermanos, y a sus padres, a quienes se les practicaron diligencias, estando previsto que hoy pasen a disposición judicial.
Según apuntó el secretario provincial de la Confederación Española de Policía en Huelva, Rafael Álvarez, los efectivos iban a proceder a las comprobaciones oportunas dentro de un control rutinario en la vía pública cuando uno de los dos jóvenes salió corriendo huyendo de la policía. Los agentes salieron detrás para interceptarlo y detenerlo, "en base a un acto de desobediencia a la autoridad o intento de evitar la acción de la policía", y en el momento en que estaban procediendo a su detención empezaron a salir de los bloques vecinos y familiares de los jóvenes, que comenzaron a "increpar" a los agentes e "intentaron agredirlos con palos y tirándoles piedras".
Álvarez comentó que estas personas que se enfrentaron a los agentes mostraron en todo momento "una actitud desafiante". Explicó que los policías, cuatro agentes, se encontraron rodeados por unas setenta u ochenta personas, algunas de las cuales les arrojaron "bloques de granito". Estos viendo "que peligraba su integridad física" solicitaron refuerzos, "con los que lograron que la cosa no fuera a más".
El secretario provincial de la Confederación Española de Policía en Huelva señaló que la gravedad del enfrentamiento obligó a uno de los agentes a sacar su arma reglamentaria y disparar un par de tiros al aire para dispersar a la gente que trataba de agredirles.
Aparte de los daños personales, también hubo materiales: rotura de lunas y cristales, así como chapas dobladas en cuatro vehículos de la Policía. Tras las detenciones continuaron los incidentes, se quemaron contenedores y un coche.
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