Investigadores sevillanos desarrollan una prueba capaz de detectar intolerancias alimentarias con una muestra de orina

Biomedal y la Universidad de Sevilla están desarrollando un método de determinación de permeabilidad intestinal a antígenos alimentarios que facilitará el diagnóstico de patologías digestivas

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Trabjos en el laboratorio de Biomedal, donde se ha desarrollado la investigación.
Trabjos en el laboratorio de Biomedal, donde se ha desarrollado la investigación. / M. G.

Una muestra de orina podrá facilitar el diagnóstico de patologías digestivas, según ha descubierto un grupo de investigadores de la empresa biotecnológica sevillana Biomedal, en colaboración con la Universidad de Sevilla (US), en una investigación cuyos primeros resultados han sido publicados en la prestigiosa revista científica Frontiers in Inmunology.

Este proyecto de I+D+i, cofinanciado por CTA (Corporación Tecnológica de Andalucía), tiene como objetivo facilitar el diagnóstico y seguimiento no invasivo de diversas patologías relacionadas con la alimentación, tales como intolerancias alimentarias y enfermedad celíaca, entre otras. Se trata de un método de determinación de permeabilidad intestinal a antígenos alimentarios que permite diagnosticar y hacer seguimiento de manera no invasiva de enfermedades relacionadas con la alimentación.

El proyecto, denominado Gutbarrier, tiene como objetivo desarrollar una prueba avanzada para la determinación de la permeabilidad intestinal que proporcione ventajas significativas respecto a los métodos existentes. Se trataría de una prueba que mida la permeabilidad intestinal mediante la detección en muestras de orina del primer biomarcador basado en antígenos alimentarios. Concretamente, cuantifica los péptidos derivados de gluten excretados en orina tras una ingesta puntual y controlada en ayunas. El método se desarrollará en un formato de tiras reactivas rápidas cuantitativas para optimizar su accesibilidad y facilitar su uso en el mayor número de laboratorios y centros médicos.

Carmen Ronchel, responsable del sector Biotecnológico en CTA, subraya que "disponer de herramientas clínicas para la evaluación de la permeabilidad intestinal es crucial para los clínicos, debido a la dificultad de diagnóstico y su relación con diversas enfermedades". "Los resultados publicados, obtenidos en el marco del proyecto Gutbarrier, financiado por CTA, son un primer paso para el desarrollo de un nuevo método para la determinación de la permeabilidad intestinal usando como marcador los péptidos inmunogénicos del gluten en muestras de orina", añade.

El fundador y CEO de Biomedal, Ángel Cebolla, apunta que "la labor incentivadora de CTA para proyectos colaborativos con el sector público es la más eficiente de Andalucía y puede que de España". "Han sido importantes para bajar los riesgos del proyecto con préstamos financieros y amplificar el potencial de éxito del proyecto”, explica Cebolla, quien sostiene que “la existencia de CTA es una suerte que tenemos las empresas innovadoras en Andalucía y es uno de los organismos que deberían ser apoyados por la administración regional por su impacto en la transformación del modelo productivo andaluz", sostiene.

La importancia de evaluar la permeabilidad intestinal

El daño y la desregulación de la barrera epitelial del intestino es crítico en muchas enfermedades gastrointestinales. Por ello, la valoración del estado del intestino mediante la permeabilidad intestinal es necesaria. Esta evaluación permite identificar las causas de síntomas gastrointestinales en pacientes sin diagnóstico. Además, es importante para el seguimiento de numerosas enfermedades gastrointestinales y clave para la investigación, que busca entender la importancia del intestino en múltiples enfermedades.

Actualmente, un número crecientes de personas presenta síntomas gastrointestinales sin un diagnóstico claro. Se estima que entre el 10% y el 15% de la población es diagnosticada con el síndrome de intestino irritable cuando no se logra identificar la causa subyacente de estos síntomas, que suelen ser recurrentes y abarcan tanto manifestaciones gastrointestinales como sistémicas. Esta falta de claridad en el diagnóstico limita las opciones de tratamiento efectivo para los pacientes afectados.

Recientemente, se han realizado descubrimientos que sugieren que un porcentaje significativo de los casos de síndrome de intestino irritable podrían estar relacionados con una respuesta a antígenos alimentarios no mediado por IgE. En este contexto, la permeabilidad y sensibilización a proteínas alimentarías antigénicas podrían desempeñar un papel clave en estas patologías. Esto sugiere que la evaluación de la permeabilidad intestinal podría incorporarse en las pruebas de caracterización del estado del tracto gastrointestinal, facilitando así la identificación de la causa subyacente de la patología o la predisposición a desarrollarla.

Además, este enfoque podría guiar la implementación de terapias para la regeneración de patologías gastrointestinales, incluyendo, en muchos casos, la simple introducción de una dieta de exclusión como intervención. Además, muchas enfermedades gastrointestinales crónicas requieren un seguimiento a largo plazo, pero los métodos diagnósticos actuales no permiten monitorear de manera frecuente, fiable y no invasiva la regeneración de la barrera intestinal.

Hasta ahora, no existen ensayos satisfactorios para medir la permeabilidad intestinal debido a la falta de inmunogenicidad o al tamaño inadecuado de los sustratos utilizados (como el manitol y la lactulosa), o a la dependencia de métodos indirectos que emplean marcadores del estado de los enterocitos (ocludina, zonulina, etc.) o componentes bacterianos (LPS). En este proyecto de Biomedal, se explora la posibilidad de utilizar un antígeno alimentario común que, gracias a su inocuidad relativa y a su capacidad para ser medido en orina tras su ingestión, permitiría monitorizar de forma efectiva la integridad y permeabilidad de la barrera intestinal.

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