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Buscan a una banda de ladrones de viviendas que actúa en el Aljarafe

40 días respirando gases tóxicos

Coria del Río

Centenares de vecinos de la barriada Guadalquivir reclaman que se investigue el origen de un fuerte olor a hidrocarburos que provoca cefalea, náuseas y taquicardia en la población

Rogelia Gómez, afectada, muestra los partes médicos / M.G.
Cristina Díaz

23 de octubre 2017 - 07:00

Cuando uno llega a la barriada Guadalquivir de Coria del Río, lo primero que percibe es un fuerte olor a gasoil, refinería e hidrocarburos en general. El olor se intensifica cuando sopla un poco el viento, pero lo peor se concentra en la calle Itálica. Éste procede de las alcantarillas pero resulta más intenso en el interior de las viviendas, especialmente en los cuartos de baño.

Los vecinos de esta barriada coriana llevan varios años sufriendo este fuerte olor, que desaparecía con la lluvia. Sin embargo, la sequía meteorológica de los últimos meses ha intensificado el hedor y la situación se ha hecho insostenible, según los vecinos de la zona. "Llevamos 40 días sin poder dormir. El olor es insoportable dentro de las casas y de madrugada se intensifica aún más. Estoy desesperada. A las cuatro o cinco de la mañana salgo a la calle buscando aire porque no puedo estar dentro de casa", asegura Rogelia Gómez, una de las afectadas, que vive en la calle Tharsis. La mujer ha colocado una toalla en el escalón de la entrada de su casa para impedir que entre ese tufo "tóxico" por debajo de la puerta, pero "resulta inútil".

Una vecina coloca una toalla para evitar que entren los gases

En el portal de enfrente, su vecina relata cómo tuvo que llamar la pasada madrugada a la ambulancia. "Pensaba que me moría. Me faltaba el aire. Salí al balcón a las cuatro de la mañana buscando aire. Me dolía la cabeza y estaba mareada", indica la señora.

Un centenar de vecinos se concentraron este domingo ante el Ayuntamiento para pedir que se investigue el fuerte olor, cuyo origen se desconoce. El Consistorio, entre otros trámites, ha elevado varios escritos a la Subdelegación del Gobierno y a la Consejería de Medio Ambiente para que aclaren las causas de este hedor.

Tras la limpieza de las tuberías de saneamiento y la toma de muestras por parte de Emasesa, según indicó este domingo el Ayuntamiento, se detectaron sustancias volátiles no habituales en residuos domésticos, que se utilizan principalmente como aditivos presentes en combustibles, sospechándose que pueda tratarse de un vertido ilegal. Principalmente se hallaron dos "compuestos tóxicos", fenol y dimetilacetamida, un potente disolvente. Tras la actuación de Emasesa se realizó también una inspección por parte de la Consejería de Salud, que asegura desconocer la procedencia del problema pero apunta que éste "puede representar un riesgo para la salud de los vecinos", según asegura el gobierno local. Éste, además, ha enviado una petición a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio para que se lleven a cabo las medidas oportunas para saber cuál es el vertido ilegal que se está produciendo en el municipio. La semana pasada, el Ayuntamiento requirió la presencia de la Guardia Civil al advertir una arqueta manipulada y que desprendía un olor muy intenso.

Desde la Consejería de Salud se descarta de momento declarar el estado de emergencia, ya que oficialmente "aún sólo hay 100 partes médicos de personas de una única barriada", según fuentes cercanas al Servicio Andaluz de Salud. Los vecinos cifran los afectados en más de 400 y este domingo, a modo de protesta, colapsaron el centro de salud Virgen de la Estrella solicitando un parte médico con sus síntomas.

Sergio González señala una de las alcantarillas afectadas / M.G.

La mayoría de los afectados sufren dolor de cabeza, mareos, náuseas, sensación de debilidad, tos, parestesia, picor en los ojos y la garganta y, en algunos casos, alteraciones del ritmo cardíaco. "Son síntomas neurológicos", explica el médico Antonio David Sánchez, que tiene una consulta privada en Coria. "La chispa saltó cuando de repente nos encontramos con un número alto de personas con los mismos síntomas vagos, que no encontraban una explicación a lo que les estaba pasando".

"Nos están envenenando. Yo no sé quién está detrás de esto y quién se está llevando el dinero, pero nos están quitando la vida", comenta Rogelia Gómez, que cada noche sella con toallas y cinta adhesiva la puerta de sus dos cuartos de baño. "Esto es tóxico y cancerígeno", asegura Sergio González, un quiropráctico de la zona. Éste explica que desde el Ayuntamiento le indicaron que Emasesa iba a instalar "un extractor para eliminar los vapores", pero los problemas de potencia han impedido su instalación de momento.

El alcalde de Coria del Río, Modesto González, señaló que convocará una reunión urgente en el Ayuntamiento entre todas las entidades y administraciones implicadas para esclarecer la causa del fuerte olor.

La delegación territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, por su parte, hace un llamamiento a la calma, "ya que los síntomas de las personas atendidas en los últimos días en el centro de salud de Coria han sido leves" y recomienda mantener los domicilios "suficientemente ventilados". Salud espera recibir hoy más información por parte de la delegación Territorial de Medio Ambiente sobre este asunto.

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