La Junta estudiará cómo adaptar la A-8063 a peatones y ciclistas en su recorrido urbano
Tomares
La vía conecta Tomares con Bormujos pasando por Nueva Sevilla, en término de Castilleja de la Cuesta
Pese a que está rodeada de viviendas, carece de aceras, carril bici e iluminación en Tomares
Se va a suscribir un protocolo, para ejecutar las mejoras antes de cuatro años
La Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio y el Ayuntamiento de Tomares van a suscribir un protocolo de actuación para analizar la situación de la carretera A-8063, que une el municipio con Bormujos, pasando por la barriada de Nueva Sevilla, en Castilleja de la Cuesta.
En el plazo de cuatro años que tendrá de vigencia, se pretende elaborar un proyecto de mejora y ejecutarlo, para adaptarla a las funciones como vía urbana que tiene ya en gran parte de su recorrido.
Así lo han explicado fuentes de Fomento, después de que el alcalde, José Luis Sanz, se haya reunido con el viceconsejero, Jaime Raynaud.
Ambos se han comprometido a abordar de manera conjunta los problemas de seguridad vial de la A-8063, que discurre principalmente por el municipio y que enlaza con la barriada de Nueva Sevilla, en Castilleja de la Cuesta, y la vecina localidad de Bormujos.
La vía carece de acerados, vías ciclistas e iluminación y tiene el firme deteriorado. El protocolo incidirá en los problemas de funcionalidad que tiene esta carretera, que tiene un claro carácter urbano, ya que su trazado de 1,2 kilómetros conecta Tomares con Nueva Sevilla y Bormujos.
Un tráfico de casi 7.300 vehículos diarios
La vía pertenecía a la Diputación pero fue cedida a la Junta, junto a otras, en el año 2007. En la reunión no se ha abordado si, una vez adaptada a su carácter urbano, se planterá la cesión al municipio.
El tramo de la vía que discurre por Bormujos (apenas 300 metros) sí dispone de elementos urbanos en sus márgenes que garantizan la funcionalidad de la vía.
Sin embargo, es en el recorrido que la A-8063 desarrolla por el término tomareño donde se han detectado deficiencias. Entre ellas, sus márgenes no están adecuadas al uso que deberían tener al existir urbanizaciones y desarrollos cercanos que generan muchos desplazamientos a pie y en bicicleta.
Esa inexistencia de acerados y vías ciclistas supone un peligro añadido para una carretera con un volumen de tráfico próximo a los 7.300 vehículos diarios, según Fomento.
"Tanto la Consejería como el Ayuntamiento han mostrado su interés en resolver estos problemas de seguridad vial con la ejecución de actuaciones que mejoren de manera significativa esta conexión y de ahí la propuesta de protocolo entre las dos administraciones", insisten en un comunicado.
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