La Policía descubre un arsenal con armas de guerra en una finca de Aznalcázar

La operación, iniciada por las autoridades francesas, ha permitido desmantelar una banda dedicada a los vuelcos o robos de droga

Los sospechosos eran objetivo de varias organizaciones asentadas en la Costa del Sol, a la que habrían sustraído estupefacientes

El Turco fue tiroteado con un arma de guerra en una finca de Los Palacios

La Policía descubre un arsenal con armas de guerra en una finca de Aznalcázar

Una investigación que partió de las autoridades francesas llevó a la Policía Nacional hasta una finca de Aznalcázar, donde se ha desmantelado una banda criminal dedicada a los vuelcos. Con este término se conoce en el argot policial a los robos de droga entre bandas de narcotraficantes. En el mismo lugar se encontró también un auténtico arsenal, con numerosas armas de fuego, algunas de ellas de guerra.

La operación ha concluido con los arrestos de de cuatro personas, a las que se les imputan los delitos de depósito de armas de guerra, falsedad documental, robo de vehículos y pertenencia a organización criminal. Dos de los detenidos eran objetivo de bandas rivales dedicadas al narcotráfico, que los habían intentado abatir tiempo atrás en Marbella, según informó este martes la Policía Nacional.

La investigación se inició con la orden de búsqueda emitida por Francia sobre una persona que podría estar residiendo en Marbella. El sospechoso, junto con el resto de miembros de su banda, estaba en el punto de mira de varias bandas asentadas en la Costa del Sol para vengarse por los robos de droga que habían sufrido.

Los policías españoles lograron localizar el domicilio de este hombre y su identidad real, ya que usaba hasta seis identidades diferentes. El detenido, que utilizaba fuertes medidas de seguridad para evitar su localización, se desplazaba en una motocicleta de gran cilindrada y salía de su domicilio siempre con un casco puesto para evitar ser visto o grabado por cámaras de videovigilancia.

Preparaban un golpe inminente

Gracias al dispositivo de vigilancia establecido, los investigadores detectaron una actividad inusual en el domicilio del detenido, lo que llevó a los agentes a identificar hasta tres vehículos con placas de matrículas dobladas, así como a localizar a varios individuos más que frecuentaban el domicilio. Todas estas acciones, según los investigadores, apuntaban a que los sospechosos preparaban una actuación delictiva inminente.

Los detenidos se desplazaron hasta una finca de Aznalcázar, donde los agentes descubrieron que habían establecido una base de operaciones y donde se ocultaban varios individuos junto a cinco vehículos de gran cilindrada, uno de ellos sustraído y el resto con las placas de las matrículas dobladas.

Los agentes solicitaron una orden de entrada y registro en la vivienda, necesitando para ello el apoyo de los miembros del GOES (Grupo Operativo Especial de Seguridad). La Policía detuvo así a cuatro individuos, dos de ellos con sendas órdenes europeas de detención y entrega en vigor, emitidas por Francia por delitos graves contra las personas y el tráfico de drogas.

Los detenidos ocultaban en esta vivienda una gran cantidad de armas (cuatro armas de fuego cortas, un arma de fuego larga, tres armas de guerra y tres armas prohibidas), así como cartuchos, cargadores ampliados, chalecos antibalas tácticos, pasamontañas, guantes, escudos antibalas, inhibidores de frecuencia, transmisores, dispositivos de geolocalización, bridas y una troqueladora de placas. También fueron intervenidos cinco vehículos.

El Turco, investigación abierta

El último vuelco del que las autoridades españolas han tenido constancia en la provincia de Sevilla fue el del tiroteo en el que murió Daniel R. H., alias Dani el Turco, ocurrido en una finca de la aldea del Trobal, en el término municipal de Los Palacios y Villafranca. Este hombre, con un amplio historial delictivo y relacionado con el narcotráfico, recibió al menos seis disparos efectuados con un arma de guerra. Su cuerpo fue abandonado por dos personas que lo arrojaron desde un coche en marcha en la puerta del hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz, en el barrio de Bellavista de Sevilla capital.

La Guardia Civil mantiene abierta la investigación de este homicidio, por el que todavía no ha sido detenida ninguna persona. El caso supuso una conmoción en la tranquila vida de las pedanías del Bajo Guadalquivir, donde ya los vecinos habían alertado del incremento de las actividades relacionadas con el tráfico de drogas en los últimos años.

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