La última empresa de aderezo en Espartinas plantea trasladar a Morón el grueso de su planta
En las instalaciones de Ángel Camacho Alimentación trabajan 73 vecinos del Aljarafe
Los alcaldes de Umbrete y Espartinas se reúnen con el director, que alega pérdidas por el Covid y la subida de la luz para unificar su producción
Los Ayuntamientos de Espartinas y Umbrete han mostrado su enorme preocupación por el desmantelamiento progresivo que está sufriendo la empresa Ángel Camacho Alimentación, negocio ubicado en la localidad espartinera, la antigua Compañía Envasadora de Loreto, y el último que queda a pesar de la histórica importancia del olivar en el pasado agrícola de la comarca. Ahora, va a trasladar la mayor parte de la cadena de producción a Morón de la Frontera.
La alcaldesa de Espartinas, Cristina Los Arcos, y el alcalde de Umbrete, Joaquín Fernández Garro, mantuvieron el lunes sendas reuniones en el Consistorio umbreteño tanto con el comité de emrpesa como con el director general de la empresa aceitunera, Ángel Camacho Perea, donde conocieron la versión del empresario.
Según han informado en un comunicado, el directivo alega pérdidas económicas provocadas por el Covid-19 y el cierre de la hostelería, la subida de la luz y los aranceles a la aceituna para unificar casi toda la producción en la localidad moronense, donde ya posee una planta.
Esta empresa cuenta a día de hoy en la planta de Espartinas, en el ramal de Umbrete, con 73 empleados, la mayoría de ellos vecinos de Espartinas y Umbrete. Actualmente en la planta espartinera se realizan los trabajos de almacenaje, clasificado y relleno de la aceituna. La empresa pretende llevarse parte de la cadena productiva a las instalaciones que tiene en Morón, obligando al traslado de 60 trabajadores a esta planta.
Ello reducirá drásticamente el trabajo de la planta de Espartinas, que se quedará con 13 trabajadores para labores de almacenaje y clasificación, con lo que, según indica el Comité de Empresa de la aceitunera, la actividad quedaría limitada a poco más de tres meses al año.
Los alcaldes han mostrado su preocupación por este desmantelamiento progresivo, ya que muchas familias de estas localidades trabajan en esta empresa y el traslado de 60 trabajadores a Morón les obligará a muchos de ellos a dejar sus puestos de trabajo, al no poder conciliar su vida con la nueva situación en la empresa. Así lo han comunicado los primeros ediles a la dirección de la empresa.
En una reunión de los alcaldes con el comité de empresa, los representantes de los trabajadores han trasladado su inquietud por los cambios en la empresa. Entienden que la pérdida de ingresos se debe a una situación coyuntural que revertirá, volviendo las cifras a positivo en breve. Al mismo tiempo, han anunciado movilizaciones que tendrán el apoyo de ambos ayuntamientos, que ya han comunicado a los trabajadores que estarán con ellos en su lucha por mantener abierta la planta de Espartinas con todos sus trabajadores.
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