Cientos de personas despiden en Sevilla al joven asesinado en Palomares del Río

Una multitud arropa a la familia de la víctima en su traslado al cementerio de San Fernando

"Aunque sea un sacrificio heroico para nosotros, debe imperar la paz", clama el sacerdote durante su homilía

Justicia para Jesús: la campaña para cambiar la Ley del Menor tras el crimen de Palomares

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Entierro del joven fallecido tras ser apuñalado en Palomares del Río / Antonio Pizarro

Cientos de personas han despedido la mañana de este jueves a Jesús R. J., el joven de 18 años asesinado la noche de Halloween en Palomares del Río. Se ha celebrado una misa en el tanatorio de la SE-30 previa al entierro, que ha tenido lugar a las dos de la tarde en el cementerio de San Fernando, en Sevilla.

Familiares, amigos y allegados han acompañado a los padres de Jesús y sus dos hermanos en el funeral, en el que se han vivido instantes de emoción, dolory mucha rabia contenida. La capilla del tanatorio se quedó pequeña y eran muchas las personas que asistieron al oficio de pie, en la parte trasera de la misma.

Ante la tensión del momento, uno de los jóvenes asistentes sufrió un desmayo durante la misa. Se recuperó a los pocos minutos, cuando fue sacado por varias personas al vestíbulo del edificio.

Entre los asistentes había muchos adolescentes, amigos de la víctima, alguno incluso con el uniforme del colegio. También estaba su grupo del club de Remo Guadalquivir, al que pertenecía Jesús, y algunos compañeros de la Universidad de Sevilla, en la que acababa de comenzar la carrera de Turismo. Su aspiración era ser policía.

"Una muerte que es como la hiel, pero no podemos dejar que esa hiel nos envenene, porque eso no es lo que querría él, sino todo lo contrario", dijo el sacerdote durante su homilía. "Aunque sea un esfuerzo para nosotros, aunque suponga un sacrificio heroico, debe imperar la paz".

Fueron necesarios dos coches fúnebres, uno para transportar los restos mortales de Jesús y otro para portar las numerosas coronas de flores que le enviaron amigos, entidades e instituciones. La comitiva fúnebre hizo a pie el corto trayecto entre el tanatorio y el cementerio, con los padres y los hermanos de la víctima al frente.

Cerraba el numeroso grupo el alcalde de Palomares, Manuel Benjumea, en el tercero de los días de luto que el Ayuntamiento decretó nada más tener noticia del asesinato.

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