"No había razón para romper el gobierno y han construido un relato utilizando el acoso y la extorsión"
Francisco Molina | Alcalde de Bormujos (PSOE)
El regidor del disputado municipio del Aljarafe considera que Cs no tiene “autoridad moral” para exigirle que dimita, cuando pasa por alto denuncias de militantes y la condena en firme a una de sus ediles
Apunta a que el acuerdo con el PP está cerrado desde hace mucho y todo lo demás ha sido un "teatrillo"
Francisco Molina (alcalde de Bormujos desde 2015 y reelegido como representante de la fuerza más votada en las elecciones en 2019) responde a las preguntas sobre la crisis de gobierno municipal por videoconferencia, la mañana del sábado. A pesar de las declaraciones de los últimos días del portavoz local de Cs, Manuel Romero, y del vicepresidente de la Junta, Juan Marín, atacándole junto a la edil de Obras Carmen Garfia por estar pendientes de un juicio y no dimitir, asegura que no ha habido novedades. Ni como alcalde ha cesado a nadie, ni se han producido renuncias a las delegaciones del gobierno por parte de los ediles de la formación naranja: “Lo coherente, sobre todo por eso de lo que tanto hablan de transparencia y limpieza política, es que los delegados de Cs hubieran presentado ya la dimisión de sus responsabilidades”, asevera para empezar. También destaca que están recibiendo muchos mensajes de apoyo por parte de vecinos de Bormujos y que “por ellos” seguirán trabajando.
-Sorprendido, no. No lo consiguieron en junio de 2019, pero han seguido. Cuando en septiembre de 2020 el PP le ofreció la Alcaldía a Manuel Romero no había excusa para romper un gobierno que funcionaba, resolviendo los problemas de la gente en plena pandemia. Pero desde entonces han construido el relato utilizado el acoso, la extorsión, artes que tan bien maneja el señor Paniagua (Luis Paniagua, concejal del PP) para tener la excusa y llegar a donde estamos: una crisis de gobierno en el peor momento.
–¿Ocultó a Cs que el caso del cerramiento del almacén municipal podría derivar en una imputación?. ¿Cuándo supo que irían a juicio, informó a su socio y cuál fue la reacción de éste?
–Cs siempre ha sabido que estaba en instrucción judicial. Hubo preguntas en el pleno. En octubre de 2019, cuando la compañera Mari Carmen Garfia hizo el traslado de los asuntos de la delegación de Urbanismo a Manuel Romero Cárdenas, ya le comenta la situación, que la acusación de malversación fue descartada y quedaba un tema administrativo. Lo sabía, aunque lo niegue ahora, como parte del relato de excusas construido para que él sea alcalde, bien porque se lo dé el PSOE, con mi dimisión, o bien el PP, en una moción de censura.
–¿Reconoce errores o falta de celo como responsable público (ha habido muchas denuncias en los últimos meses) que hayan podido debilitar al gobierno?
–Todas esas denuncias públicas del PP, con la connivencia y ayuda de Cs, están siendo desmontadas. Empezando por la de Juan Carlos Recio (ex director de Mercasevilla, que trabajó tras su cese como abogado para el Ayuntamiento) y su posible relación con el caso Mercasevilla: no es que no esté acusado, es que ni siquiera está llamado como testigo. El tema del mago y el control de los protocolos del Covid en los colegios, igual: se desmonta con los informes de los técnicos y el secretario. Pero han generado ese ruido necesario para su relato. También me reservo el emprender acciones legales contra los señores Marín y Romero Cárdenas, porque me siguen acusando de corrupción política y la prevaricación administrativa no entra en este tipo de delitos. Insisten en las mentiras, en las manipulaciones, en vulnerar mi presunción de inocencia cuando en sus propias filas tienen a gente condenada.
–La gente está harta del ‘y tú más’.
–No hablo del y tú más, sino de coherencia. El señor Marín y por ende, el señor Romero Cárdenas, no tienen autoridad moral para exigir limpieza y transparencia al PSOE cuando, en Bormujos, Cs está lleno de oscuridades y de suciedad. No me pueden aplicar su código ético cuando han tapado una condena en firme de Cira de la Cruz. En 2016, Marín declaró que si era condenada debía entregar sus cargos. Pero la mantuvo. En 2015 los militantes de Cs denuncian al señor Romero porque supuestamente pagó gastos de campaña a través de una empresa suya. Respondiendo a lo que dicen y por coherencia: yo les doy 48 horas para que se apliquen el código ético y el señor Romero y la señora De la Cruz dimitan.
–Con lo que me cuenta, está claro que no ha sido fácil el mandato ni lo será a partir de ahora. ¿Cómo influye esta inestabilidad y tensión en la gestión, en los proyectos para Bormujos en un momento delicado?
–Eso es lo más doloroso y preocupante. Estamos terminado de elaborar los programas del Plan Contigo, que van a suponer casi 3 millones de euros; los Edusi se han empezado a licitar; están los planes de empleo, con uno que acabamos de iniciar con 40 contrataciones; la cuarta convocatoria de ayudas a los autónomos...¿Cómo en este momento se puede generar y participar en una crisis de gobierno? Ya he ofrecido mi cargo y lo reitero: si después del juicio se me condena a un sólo día, dimitiré. Pero ese no es el objetivo, es que el trifachito gobierne en Bormujos. Todo lo demás es una pantomima, un teatrillo que han montado con un especialista, el señor Paniagua, para salir en de unos días con la moción de censura.
–Descarta dimitir para que el PSOE pueda seguir gobernando, ¿seguirá también en la oposición si se materializan esas “nuevas fórmulas” de gobernabilidad que dice estudiar Cs?
–No he dimitido por tres razones: porque he encontrado el respaldo de la dirección del partido y de mis compañeros; porque no sería responsable con la situación que he descrito; y porque sería un irresponsable también al dejarlo todo en manos de esta gente, que en lo único que está pensando es en ocupar sillones.
–Pero en este punto no hay muchas salidas, no es posible, si me permite la expresión, volver a la ‘vieja normalidad’ del pacto.
–El pacto ha funcionado y los hechos están ahí. Todo se ha desestabilizado desde que en septiembre el PP le ofrece la Alcaldía a Romero Cárdenas. Él dice que ha sido leal porque me lo dijo, pero fue meses después, cuando se iba a hacer público. Desde entonces, lo que he sufrido es un chantaje por parte de Cs. Pidieron más delegaciones y presupuesto y cuando llegamos a un acuerdo después de Reyes empieza la campaña de acoso y derribo por parte del PP. Quizá pretendían que nosotros rompiéramos el pacto. Mi lectura es que en septiembre el trifachito llegó a un acuerdo y estos meses se ha construido un relato. Esto lo tienen que saber los vecinos; lo único que hay son intereses personales y de partido. Mi cargo ha estado a disposición del partido y ya he dicho que me iré si soy condenado. ¿Qué más quieren? Que den el paso que quieren dar. El trifachito suma para gobernar, no tienen que buscar excusas ni dilapidar en la plaza a nadie. Esa es la democracia. Aunque van a tener que asumir responsabilidades y dar explicaciones. Porque al pueblo de Bormujos ya no le engañan. Esto ya ha pasado otra vez. Y me hago dos preguntas. ¿Qué otros intereses distintos al de gobernar tiene Cs y qué se esconde realmente detrás de toda esta trama? Estamos investigando y tenemos una idea muy clara de cuáles son los verdaderos motivos que hay aquí y muy pronto lo vamos a saber. No es un farol.
–¿Qué sospechan o quieren denunciar exactamente?
–Como cada vez que aparece Judas Iscariote en medio, 30 monedas. Intereses económicos. Muy pronto vamos a conocer un documento que creo que va a hacer que a Marín se le caiga la cara de vergüenza y a alguno más.
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