Dos sindicatos policiales critican la "caótica situación" de la comisaría de Alcalá de Guadaíra

El SUP y la UFP denuncian el "malestar y la presión" ejercida por el nuevo comisario, que ha abierto cuatro expedientes disciplinarios desde su llegada en febrero

Ambas organizaciones anuncian movilizaciones de protesta ante la sede de la comisaría

Los sindicatos aseguran que han aumentado las bajas médicas a raíz de la llegada del comisario

La comisaría de la Policía Nacional en Alcalá de Guadaíra.
La comisaría de la Policía Nacional en Alcalá de Guadaíra. / DGP

Dos sindicatos policiales, el SUP y la UFP, han denunciado esta semana la "caótica situación" que atraviesa la comisaría de la Policía Nacional en Alcalá de Guadaíra, donde se han dado numerosas bajas médicas, sobre todo en el grupo de Policía Judicial. Ambas organizaciones responsabilizan de los problemas al comisario jefe, Elías Navarro, que tomó posesión de su cargo el pasado mes de febrero.

"Desde su llegada, vienen aconteciendo diferentes y sucesivas bajas de larga duración. Desde el SUP consideramos que es debido a la presión y el maltrato que sufren los policías en dicha comisaría ante la inseguridad que el sistema de trabajo impuesto les provoca y el constante temor a ser expedientados disciplinariamente, a nuestro juicio de manera arbitraria e injustificada", apuntó el SUP en un comunicado emitido el pasado miércoles.

Según el SUP, "en sólo cuatro meses que lleva en el cargo, se han incoado al menos cuatro procedimientos disciplinarios y casi el 5% de la plantilla está de baja médica, cifras muy superiores a la media de la provincia". "Ante esta tesitura y el desgaste mental que se produce a los policías, muchos se ven en la imperiosa necesidad de permanecer de baja médica hasta recuperarse de la ansiedad. Los más afectados se encuentran adscritos a la Brigada de Policía Judicial, prácticamente desmontada debido al desajuste entre el catálogo de puestos de trabajo y el capricho de la superioridad", avisa el SUP.

"De los investigadores pertenecientes a la escala básica, encargados de realizar el trabajo en primera línea, tan sólo quedan adscritos al Grupo de Policía Judicial un 40%, algo insuficientemente para poder llevar a cabo con un mínimo de eficacia las tareas encomendadas. Esta grave situación está provocando que los policías actúen con mucha inseguridad ante el desbordamiento por el trabajo acumulado, sientan presión constante y, sumado al temor a nuevos expedientes disciplinario, afecte a su salud mental".

El sindicato señaló que planteará una agenda de movilizaciones ante la puerta de la comisaría Local de Alcalá de Guadaíra, así como en las sedes de las instituciones gubernamentales pertinentes, en demanda de soluciones.

Ayer, la UFP se sumó a estas denuncias con otra nota de prensa en la que se adhiere a las críticas de sus compañeros. Dice la UFP que el malestar "emocional y profesional es generalizado" en la comisaría y anunció que solicitará una evaluación psicosocial al departamento de Prevención de Riesgos Laborales, "para pulsar cuál es el ambiente de trabajo diario" en esta sede policial. "Esta es una herramienta válida para detectar el clima de trabajo y conocer si hay algún riesgo, se evalúan tanto las condiciones de trabajo como los aspectos

psicológicos, para conocer si existen conductas anómalas puntuales o que afecten a la generalidad", apunta el comunicado.

El secretario provincial en Sevilla de esta organización, Víctor Sepúlveda, recordó que la UFP fue el primer sindicato que se reunió con el nuevo jefe de las dependencias, el pasado 20 de marzo, fecha en la que ya tenían conocimiento de las "incidencias y mal ambiente que se originó en la plantilla desde su toma de posesión, principalmente en la brigada de Policía Judicial, en la que ya habían causado baja psicológica dos funcionarios".

En esa reunión, asegura la UFP, el comisario explicó que la situación "era puntual y pasajera", pero el sindicato asegura que ha ido in crescendo con más bajas por motivos psicológicos, imposición de cambios de puestos de trabajo de un día para otro y varios expedientes disciplinarios cursados, a su juicio, "de manera arbitraria e injustificada".

La UFP concluyó asegurando que "no va a consentir la presión y el maltrato que están sufriendo los policías

que prestan servicio en esta comisaría por la inseguridad que el sistema de trabajo exigido les provoca y el perpetuo temor a ser expedientados disciplinariamente", y anunció que se sumarán a las movilizaciones que emprenda el SUP.

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