Ocho detenidos e intervenidas 52 toneladas de picadura de tabaco de contrabando

La Agencia Tributaria y la Policía Nacional en una operación conjunta llevada a cabo el pasado martes 18 de julio, han desarticulado una organización criminal dedicada al contrabando de tabaco que operaba principalmente en la provincia de Sevilla, así como han detenido a ocho de sus integrantes de la organización, y han intervenido más de 52 toneladas de picadura de tabaco en dos naves de Alcalá de Guadaíra.

Estos datos han sido facilitados en una rueda de prensa ofrecida este viernes en Sevilla por el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz; el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Ricardo Gil-Toresano; el delegado especial de la Agencia Tributaria en Andalucía, Jorge Ramírez, y el comisario provincial de la Policía Nacional, Andrés Garrido.

Sanz, en este sentido, ha destacado que se trata de una de las principales operaciones que se han desarrollado en la historia de España en cuanto a la picadura de tabaco de contrabando, "en concreto, estaríamos ante la cuarta operación más importante de la historia".

La actuación operativa desarrollada culminó con la detención de ocho personas a las que se les imputan presuntos delitos de contrabando y contra la salud pública. No obstante, la investigación continúa abierta, tanto en lo referente al delito de contrabando como en lo relativo a la actividad económica subyacente investigada, no descartándose nuevas detenciones.

En la operación, se han intervenido dos vehículos, diversa maquinaria industrial valorada en 400.000 euros, facturas y documentación diversa, equipos informáticos y más de 52.000 kilos de labores de tabaco, que habrían alcanzado en el mercado un valor de unos ocho millones de euros.

En concreto, la operativa habitual de la organización desarticulada tenía como centro neurálgico las dos naves situadas en la localidad de Alcalá de Guadaíra, encontrándose en el momento de la intervención "en pleno funcionamiento", con varias personas manipulando el tabaco.

Las hojas de tabaco tenían muy diversa procedencia, detectándose tanto un origen nacional como de otros países comunitarios --Polonia--, y también de países terceros como Zimbawe, Mozambique, Brasil o Malawi. Según ha destacado el delegado especial de la Agencia Tributaria en Andalucía, las hojas de tabaco se encontraban en "unas condiciones higiénicas lamentables".

La organización simulaba la apariencia de una actividad lícita de distribución de hoja de tabaco y disponía de una elevada capacidad de almacenaje debido a su infraestructura.

El producto, camuflado en cajas de embutidos

Las hojas, tras ser manipuladas, pesadas y embolsadas, eran camufladas para su distribución en cajas reutilizadas de otros productos, entre ellos varias cajas de envasado de jamones y embutidos. Asimismo, las ventas se efectuaban a través de canales de venta 'on line'.

Ante estos hechos, el delegado especial de la Agencia Tributaria en Andalucía ha recordado que la venta de tabaco por Internet está prohibida en España.

Asimismo, junto con la picadura, se detectaron, preparadas para su distribución, cajas y máquinas de picado manual, de las que disponían de un stock superior a las 6.000 unidades.

La organización contaba con oficinas con numerosos equipos informáticos y varias personas que se hacían cargo de los pedidos, contactaban con los proveedores y clientes y elaboraban incluso facturas dando apariencia de legalidad a la actividad.

Las naves donde elaboraban y manipulaban el tabaco no sólo carecían de unas mínimas medidas de seguridad para las personas que allí trabajaban, e incumplían todas las medidas sanitarias necesarias para la manipulación de estos géneros de consumo, sino que se encontraban enunas condiciones higiénicas "muy deficientes", con los graves riesgos que estas condiciones pudieran añadir a los productos allí manipulados.

La operación se inició tras tenerse conocimiento por parte de laUnidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), de la Policía Judicial del Cuerpo Nacional y de la Policía de la localidad de Alcalá de Guadaíra, de la existencia de una presunta actividad ilícita en dos naves de un polígono industrial de esta localidad.

A raíz de dicha información, y ya en colaboración con el personal de la Unidad de Operativa de Vigilancia Aduanera de Sevilla, se organizó el dispositivo, que ha permitido la intervención y que ha constatado que en dichas naves se estaba llevando a cabo una actividad ilícita de almacenamiento, elaboración y distribución de labores de tabaco.

Esta "organización criminal de primer nivel", calificada así por Sanz, ya estaba siendo objeto de especial control por parte de la Agencia Tributaria, ya que, con anterioridad, se habían iniciado actuaciones de comprobación por parte de Vigilancia Aduanera en colaboración con los servicios de Inspección Financiera y Tributaria de la Delegación Especial de la AEAT en Andalucía, Ceuta y Melilla sobre la actividad de la entidad y su administrador, con el fin de determinar la actividad real de la empresa, posibles testaferros, gestión efectiva y vinculaciones con otras sociedades.

Dichas investigaciones habían permitido conocer gran parte del entramado societario dispuesto para la simulación del negocio, así como los inmuebles vinculados a las actividades de la empresa.

Además, se habían incoado varios expedientes administrativos por infracciones de contrabando por la comercialización ilícita de hojas de tabaco picado en establecimientos de venta al por menor titularidad de la organización.

En todas estas ocasiones, se habían acordado y ejecutado cierres temporales de dichos establecimiento dentro del marco establecido por la normativa de contrabando que habían llegado a alcanzar hasta un año de clausura de los mismos.