Primeros pasos para el ‘lipasam’ alcalareño
El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra quiere tener en marcha en 2022 Aira Servicios Ambientales, la empresa municipal que asumirá la limpieza viaria y la recogida de residuos
Son servicios que ahora cubre la Mancomunidad de Los Alcores, que volverá a centrarse en la gestión del vertedero
El gobierno local de Alcalá de Guadaíra (PSOE-Cs) quiere tener operativa a principios de 2022 la nueva empresa 100% municipal que asumirá los servicios de limpieza viaria y recogida de residuos sólidos urbanos.
Con el nombre de Aira Servicios Ambientales, tomará el relevo a la Mancomunidad de Municipios de Los Alcores que realiza esa función desde finales de los años 90, subrogando a más de 70 trabajadores adscritos a la ciudad. Tanto el acuerdo plenario por el que se acordó el cambio de modelo como los estatutos de la empresa están ya en exposición pública –se aprobaron en abril en el Pleno y a lo largo de la última semana se han publicado en el Boletín Oficial de la Provincia–, para alegaciones.
Según el portavoz socialista, Jesús Mora, la idea es apostar por un modelo de gestión “muy profesional”, en una empresa que estará dirigida por gestores con solvencia acreditada y experiencia en ese campo, centrada en la gestión y la eficiencia y siguiendo el modelo de Lipasam, en la capital.
No implicará subidas de tasas, ni siquiera del coste que ya le supone al Consistorio el servicio –unos 5 millones de euros al año que se transfieren a la mancomunidad–, aunque sí se van a programar inversiones para renovar maquinaria y contenedores.
¿Por qué se da ahora el paso?
Al margen de la realidad de que la limpieza y la recogida de basuras es uno de los servicios esenciales que deben prestar los ayuntamientos y en el que cualquier incidencia provoca quejas, es un hecho que la gestión que se venía haciendo desde la mancomunidad no facilitaba las cosas.
Creada en los 90 por Sevilla, Dos Hermanas, Alcalá, El Viso, Mairena del Alcor y Carmona en principio sólo para la gestión del vertedero, empezó a asumir esas otras competencias a partir de 1999. Alcalá cedió las suyas en el año 2000. Pero un modelo que inicialmente pareció ir bien, ha tenido problemas de tipo organizativo en la última etapa –según señala Mora– porque se enfrenta a la misma burocracia que cualquier ayuntamiento, pero con menos capacidad de respuesta cuando hacen falta inversiones o hay incidencias.
Cuestiones como la obsolescencia y frecuentes averías en los camiones se han sucedido, así como las bajas de los habilitados nacionales de los que depende la mancomunidad para dar el visto bueno a cualquier decisión, de la que dependen a su vez como municipio. Mora recuerda que esas cuestiones no han afectado sólo a Alcalá y que, planteadas en el seno de la Mancomunidad, se llegó a la conclusión de que en las condiciones actuales el ente no tenía capacidad para prestar estos servicios con la calidad que se le demanda.
El actual presidente, el edil nazareno Antonio Morán, informó por carta de que se dejarán de prestar y el organismo volverá a su cometido inicial de gestión de vertedero.
Se va a constituir con un capital de 60.000 euros
El Ayuntamiento de Alcalá ya encargó a finales de 2020 a una consultora un estudio para determinar qué opción era la más adecuada en estas circunstancias: que el servicio lo prestara directamente el Consistorio; que lo hiciera a través de una empresa privada, externalizado; o con este modelo de empresa municipal.
Mora señala que es éste es el “más eficiente desde el punto de vista de control” y el más económico. La constitución de la empresa en el Pleno se aprobó con el respaldo del PSOE y Cs y los concejales de Adelante y Andalucía por sí. El PP se abstuvo y Vox votó en contra. Va a arrancar con un capital social de 60.000 euros, sin ningún otro activo inmobiliario.
Preguntando sobre qué se quiere cambiar una vez que Aira Servicios Ambientales esté en marcha, Mora subraya que la prioridad no será tanto aumentar la plantilla con la que se cuenta –eso se verá en su momento, según las necesidades– como las inversiones que permitan sustituir contenedores, adquirir maquinaria de limpieza y baldeo y camiones. Progresivamente, se quieren incorporar innovaciones tecnológicas de Smart City que son comunes en otros territorios.
Inversiones por más de 3 millones de euros
De momento, hay previsto un plan de inversiones de más de 3 millones –tanto en el presupuesto ordinario como con el superávit y gracias a la suspensión en la aplicación de la regla de gasto– para la compra de camiones de recogida, barredoras, lavacontenedores, camiones de baldeo, camiones grúa, contenedores de residuos sólidos.
Los objetivos son mejorar la calidad del servicio, logrando un nivel “óptimo” de limpieza en toda la ciudad, tanto en barrios como en zonas céntricas; tener flexibilidad para aumentar la frecuencia de los trabajos en función del uso y las necesidades de cada calle y para cubrir fiestas o afrontar los veranos, cuando aumenta la suciedad por la falta de lluvia. También se quiere potencial el reciclaje, teniendo en cuenta que en breve habrá que incorporar un contenedor sólo para orgánico, con una mayor separación de vidrio y cartón-papel, no sólo por convencimiento ambiental sino porque son residuos que en sí mismos ya tienen un valor
Más vigilancia para el Monumento Natural Riberas del Guadaíra
El Monumento Natural Riberas del Guadaíra contará con vigilancia todo el año tras la entrada en vigor de los nuevos contratos de mejora y conservación de los parques y vigilancia. Según ha destacado el Ayuntamiento, las principales novedades son la vigilancia de las zonas verdes con dos motos eléctricas y la próxima reposición de la cartelería con información detallada y normas de uso. Esta nueva patrulla verde con vehículos ecológicos adaptados con la tecnología software para permitir posiciones, grabaciones, recorridos, etcétera, ofrecerá también un servicio de asesoramiento a los ciudadanos a los que informará de las normas de uso del monumento natural. El delegado de Servicios Urbanos, José Antonio Montero, ha señalado además que en breve se comenzará a colocar la nueva señalética. El nuevo contrato de vigilancia de zonas verdes incluye la apertura y cierre de parques y áreas ajardinadas, conexión a central de recepción de alarmas, custodia de llaves, vigilancia dinámica, intervención inmediata, y mantenimiento de sistemas electrónicos de seguridad y se ha cerrado por 636.505,6 euros anuales. La extensión de los parques de riberas es de 974.322 metros cuadrados diferenciándose cuatro sectores en ambas márgenes del río.
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