La quinoa, una alternativa al girasol o el maíz, en riego o en secano
Dos empresas potentes están apostando fuerte y ya hay en Andalucía dos plantas de procesado. En la zona de Lebrija es en donde más hectáreas se están sembrando.
La quinoa, un grano procedente del altiplano y considerado un superalimento -muchas proteínas, pocos hidratos y alto contenido en omega 6 y omega 3- puede ser la alternativa rentable al cultivo de girasol o el maíz en Andalucía. Las experiencias que se están llevando a cabo están siendo muy positivas y -según parece- su cultivo se adapta perfectamente a nuestro clima y se puede sembrar tanto en regadío como en secano. La quinoa se consume actualmente en todo el mundo y está muy de moda en Europa en donde se vende al consumidor por un precio bastante alto -más de seis euros por medio kilo- dadas las escasas disponibilidades actuales.
Actualmente hay dos empresas apostando fuerte por este cultivo: la antequerana Alsur y la sevillana Algodonera del Sur, del Grupo Algosur.
José Jiménez, gerente de la empresa Alsur, cree que "Andalucía puede ser quien abastezca de quinoa a toda Europa". Y lo cree tan firmemente que están instalando en Antequera una fábrica de procesado del grano, de 1.500 metros cuadrados, en la que han invertido casi cuatro millones de euros con la previsión de producir seis millones de kilos de quinoa.
Algodonera del Sur es, en este sentido, la empresa que ha sido pionera en la investigación y producción de la quinoa en Andalucía. Según su gerente, Antonio Martín, llevan ocho años investigando e incluso tienen una planta de selección de semillas. Asimismo tienen ya funcionando una procesadora de grano -en Los Palacios- en la que han invertido tres millones de euros y en la que el año pasado se procesaron las 3.000 toneladas que se recolectaron. Esta empresa lleva ya dos años sembrando quinoa -tienen centros de recepción del grano en Pinzón (Utrera), Lebrija y Los Palacios- y este año han aumentado las siembras y llegarán a 2.200 hectáreas entre Sevilla y Cádiz, todas ellas en regadío. El 20% de esta superficie es de propiedad de Algosur y el resto lo cultivan mediante acuerdos con otros agricultores. Su media de producción el año pasado fue de 5.200 kilos la hectárea.
En Algodonera del Sur disponen actualmente de dos variedades de semillas propias y de otras dos de patente holandesa que tienen en exclusiva. Ahora están investigando variedades para secano, una modalidad de cultivo que no descartan en un futuro cercano.
Por su parte, la empresa malagueña Alsur -hasta ahora especializada en la producción y envasado de verduras y hortalizas- también se ha lanzado al cultivo de la quinoa, cuyas semillas traen directamente de Perú, y con el que llevan dos años experimentando en tierras de Málaga y Sevilla, según explica José Jiménez, gerente de esta empresa. De hecho, Alsur lleva más de 20 años cultivando y envasando pimientos, alcachofas y espárragos en Perú, por lo que han tenido la posibilidad de estudiar el cultivo de la quinoa en este país andino.
"El consumo de quinoa va cada día a más y, aunque en España aún no se consume mucho, en Europa sí y en concreto en Francia muchísimo", dice Jiménez quien añade que Perú -uno de los principales productores junto a Bolivia y otros países andinos- no tiene muchas posibilidades de aumentar su producción mientras que aquí parece que el cultivo se da incluso "mucho mejor" que en esas tierras al tener Andalucía un clima más estable. "Los resultados de nuestras experiencias -dice- es que se da de maravilla tanto en riego como en secano", sostiene.
De hecho, Alsur tiene acuerdos con agricultores malagueños y sevillanos en la Vega de Antequera y en la zona de Lebrija y este año van a plantar ya entre 1.600 y 1.800 hectáreas, dos tercios en regadío y un tercio en secano. Asimismo, tienen ya comprada la maquinaria para poner en marcha una planta de procesado del grano -éste sale recubierto de saponina que conviene eliminar antes de llevarla al consumidor-, que se instalará en Antequera".
Según José Jiménez, la quinoa "es un cultivo muy rústico, que se siembra ahora -entre enero y febrero- y se cosecha con calor, allá por junio o julio". Dice que "aguanta la sequía tanto o más que el girasol", aunque evidentemente si no hay nada de agua tampoco hay cosecha, razón por la que ellos están sembrando más en donde hay posibilidad de riego que en donde no la hay. "El cultivo de quinoa se adapta perfectamente a las condiciones de temperatura y de lluvias de Andalucía que son ideales", asegura Jiménez, quien añade que "por el clima, Perú o Bolivia sufren problemas con plagas de insectos y de hongos, pero aquí en España el clima más seco y caluroso es perfecto".
Otra ventaja del cultivo es que "parece fácil poder producirlo en ecológico" porque por nuestras experiencias no sufre ataques de plagas ni hongos por lo que se pueden evitar fácilmente los productos plaguicidas. En cuanto a tierras, se adapta bien a todas, aunque como todos los cultivos "va mejor si son buenas". Otra ventaja respecto al girasol -como cultivo en rotación con los cereales- es que la caña es mucho más fácil de derribar y eliminar. Según este técnico, la quinoa tampoco exige mucho de la tierra. Su recolección se puede hacer con cualquier cosechadora de cereal "siempre que sea moderna pues el grano es pequeño, pero se puede decir que no es un problema".
En cuanto a costes y producción, la semilla es cara -en el caso de Alsur la importan desde Perú-, pero la parte positiva es que no hace falta mucha, entre cinco y ocho kilos por hectárea. La producción es de entre 4.000 y 6.000 kilos por hectárea. Los agricultores que trabajan para Alsur reciben 60 céntimos por kilo de grano, pero la empresa pone la semilla y la siembra de su bolsillo.
En el caso de Algosur, según Antonio Martín, el acuerdo con los agricultores también incluye el proveerles de semilla. Martín asegura que en ese cultivo, la clave para que todo vaya bien es "tener semillas con buena genética". Y a eso es a lo que ellos están dedicando muchos esfuerzos en sus laboratorios y en colaboración con investigadores de otros países.
Uno de los agricultores que se ha acogido a este acuerdo con Alsur es Jesús Valencia, quien también es presidente de la Cooperativa Las Marismas de Lebrija. De esta cooperativa son 70 los agricultores que se han decidido a probar con este nuevo cultivo de la quinoa y, entre ellos, su presidente que junto a otro socio va a poner 45 hectáreas de secano y 10 de regadío. En total, en la zona se van a poner unas 1.000 hectáreas de quinoa.
Valencia explica que para ellos es una aventura nueva a la que se lanzan "por el apoyo grande que les dan desde Alsur", pues "financian la siembra y la semilla, con lo que nosotros ponemos la tierra y el trabajo en la esperanza de tener alternativas nuevas y mejores". En este sentido, recuerda el desastre que fue el maíz el año pasado. "Vamos a experimentar -dice- con distintas semillas, distintos abonados y demás, a ver cómo se aclimata aquí el cultivo". Y, "en el peor de los casos, si no naciera aún estaríamos a tiempo de sembrar girasol", concluye.
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