La producción de patata baja en Andalucía un 30%
La amenaza de la patata de conservación francesa está dañando al sector
Asaja-Sevilla reparte hoy en Triana 2.000 kilos de patatas nuevas
El cultivo de la patata se está viendo seriamente amenazado en España, y en Andalucía, por la entrada de patatas principalmente francesas de conservación, como hemos venido comentando recientemente en estas páginas y a ello hay que sumar que, según las últimas informaciones, la producción está bajando en Andalucía un 30% respecto a la misma fecha del año anterior, debido a la climatología.
Los datos elaborados por la Asociación de Productores de Patata del Noroeste de Europa y por la Federación Española de Asociaciones de Productores de Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas (Fepex) vienen a corroborar esta situación, pues advierten que se ha reducido la superficie de cultivo en todas las zonas productoras españolas, mientras prácticamente se mantiene en el resto de Europa. En España, el Comité de Patata de Fepex ha estimado que la superficie se ha reducido entre un 10-15% en Andalucía, un 10% en Castilla y León y un 20% en Cartagena, mientras que la recolección tampoco trae alegrías pues en Andalucía y Cartagena, donde ya ha comenzado la campaña, está siendo un 30% menor.
Y mientras, la Asociación de Productores de Patata del Noroeste de Europa (NEPG), compuesta por asociaciones de carácter general agrario o específico de patata de consumo de Alemania, Países Bajos, Bélgica, Francia y Reino Unido, ha hecho una estimación sobre la campaña de 2018, a finales de mayo, según la cual la superficie crecerá ligeramente, un 0,4%, aunque se prevé un descenso del rendimiento del 4,4%.
Según la NEPG, el incremento de la superficie del 0,4% en los cinco países en esta campaña con relación a la anterior, supone un 6,7% más que la media de los últimos cinco años, lo que viene a confirmar que el sector en Europa está creciendo mientras que merma en España.
La disponibilidad de plantas ha impulsado la siembra, junto con el incremento de la demanda para la transformación y la falta de alternativas para el agricultor, explica la asociación europea.
En Francia, Bélgica y Alemania las superficies han crecido y sólo en Países Bajos se han reducido un 2,5%. El Reino Unido por su parte no ha hecho avances de superficies y la Asociación de Productores de Patata del Noroeste de Europa ha utilizado la media de los últimos cinco años para elaborar esta estimación de superficie provisional.
Sobre la base de estas estimaciones, este año se plantarán en estos cinco países 585.600 hectáreas, la producción será un 4% menor que la del año pasado y el rendimiento un 4,4% menor, según la NEPG, que informa también de que la siembra está siendo tardía en la mayoría de las zonas productoras.
En España, el Comité de Patata de Fepex ya anunció la reducción de la superficie en las principales zonas productoras, que se ha cifrado en un 10% menos en el caso de Castilla y León, un 10-15% menos en Andalucía y un 20% menos en Cartagena, según indicó José Ramón Aguado, presidente del Comité.
Aguado, presidente también de la Asociación Nacional de Producción y Comercio de Frutos y Patatas, (Asonal) y productor y comercializador en Castilla y León, ha concretado que en esta comunidad autónoma ya ha finalizado la siembra, con un retraso de 2 ó 3 semanas con relación a 2017. La recolección en esta zona no empieza antes del 15 de julio, mientras que entre el 15 y 20 de julio comenzará en Valladolid, con poco volumen, pues el grueso de la producción se recogerá en agosto. En cuanto a las regiones donde ya ha comenzado la recolección, que son Andalucía y Cartagena, la producción está siendo un 30% menor a la del año pasado en estas fechas. Pese a ello, según el vicepresidente del Comité de Patata de Fepex, miembro de Asociafruit y productor de Sevilla, Marco Román, la exportación avanza a buen ritmo y los precios son correctos.
Fepex explica que la falta de rendimiento por la mala climatología es lo que está provocando el descenso del 30% mencionado, con lo que el ritmo de recolección está siendo muy rápido y se prevé que el 20 de junio haya finalizado prácticamente toda la campaña.
Al cultivo de la patata nueva, un producto básico en el menú diario de una dieta equilibrada, se dedican en la provincia de Sevilla 3.500 hectáreas, el 44% de la superficie total de patata nueva de Andalucía, que llega a las 8.000 hectáreas. En términos de empleo, el cultivo genera cerca de 70.000 jornales anuales en la provincia de Sevilla.
En estos momentos el sector se encuentra inmerso en una campaña de promoción de la patata nueva española, con la intención de difundir entre los consumidores que la española es una patata fresca, plena de sabor, saludable, que se recolecta y se comercializa durante la temporada, sin pasar por ningún proceso de conservación y en cantidades suficientes para abastecer al mercado nacional y europeo.
En esta campaña, promovida por Asociafruit, se advierte que pese a esto, España importa el 70% de patatas de otros países, fundamentalmente de Francia, de donde nos llegan patatas que no son frescas como la nacional, sino de conservación, es decir, mantenidas nueve meses a baja temperatura con la consiguiente pérdida de frescura y de parte de sus propiedades, entre otras, de sus aptitudes para la fritura, principal uso culinario en España.
En esta campaña se enmarca la actuación que hoy mismo tienen previsto realizar en la capital hispalense Asaja-Sevilla y Asociafruit, con una fritada comparativa entre la patata nueva española y la patata francesa de importación, para poner de manifiesto que las propiedades gastronómicas y culinarias de estas patatas son inferiores, ya que en el proceso de conservación la patata francesa ha convertido su almidón en azúcares, por lo que esta patata vieja cuando se fríe se ennegrece y se reblandece, empeorando su aspecto y su sabor.
Además, Asaja-Sevilla y Asociafruit han anunciado que van a repartir 2.000 kilos de patatas en un acto de protesta, con el que se pretende poner en valor las bondades de nuestra patata nueva.
Según datos de la Consejería de Agricultura, en la provincia de Sevilla se cultivan unas 3.500 hectáreas de patata nueva, principalmente en las comarcas de La Vega, El Aljarafe y Las Marismas. También se cultivan patatas nuevas en las provincias de Cádiz, Huelva, Málaga y Córdoba, hasta completar las 8.000 hectáreas que se siembran en Andalucía.
En los últimos años el cultivo viene atravesando en Andalucía y en toda España unas enormes dificultades, lo que se está traduciendo en una reducción muy significativa de la superficie sembrada.
Así, hemos pasado de las 257.000 hectáreas de cultivo registradas en España en 1992, a las 60.000 actuales, lo que supone una reducción del 77%. En el caso de Andalucía, de 23.500 hectáreas cultivadas en 2004, apenas sí llegamos hoy a las 8.000. Esta reducción de la producción tiene una consecuencia directa sobre el empleo generado, de modo que esta caída de la superficie cultivada supone una pérdida, sólo en empleos directos, del equivalente a más de 33.000 puestos de trabajo fijos en los últimos 25 años.
Por este motivo, Asaja-Sevilla, junto a Asociafruit, consideran necesario poner en valor el producto nacional, haciendo hincapié en el hecho de que se trata de un producto muy valorado por el mercado internacional, pero que tiene escasa penetración en el mercado nacional, en beneficio de la patata importada de conservación, que es más demandada por los consumidores fundamentalmente por dos factores: porque es más barata y porque tiene un aspecto exterior más bonito.
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