El campo andaluz teme pérdidas de más de 8.000 millones por la sequía

Crisis por la falta de precipitaciones

La producción de olivar se reducirá a la mitad y en maíz la caída también será del 50%, tanto en producción como en rendimiento

España encara septiembre con un 35% menos de agua embalsada y el sur en alerta

Estado de las aceitunas en los olivos cordobeses por la falta de agua.
Estado de las aceitunas en los olivos cordobeses por la falta de agua.

El campo está sediento y el sector agroalimentario, tanto productores como industriales, van a pagar las consecuencias de la sequía.

Asaja estima que las pérdidas en el sector agropecuario español van a superar fácilmente los 8.000 millones de euros, al verse afectadas las principales producciones agrícolas: con un 30% de reducción de cosecha en cultivos de invierno; entre un 40 y 50% de reducción, tanto en superficies como en producción, en maíz; bajos rendimientos en girasol, que han neutralizado el incremento de superficies; cerca de la mitad de la producción estimada en olivar, tanto para mesa como para almazara; adelantos importantes en la vendimia y reducción prevista de la cosecha entre un 25 y un 30% y caída de la producción en almendros, con un 80% de pérdidas estimadas.

A estos datos desalentadores de campaña y de previsiones a corto plazo Asaja añade las posibles restricciones que puedan sufrir los casi cuatro millones de hectáreas que tenemos de regadío en España y suponen una parte fundamental en la producción agrícola, “y que paradójicamente debe funcionar sin un Plan Nacional de Regadíos ni las inversiones hidráulicas necesarias en todo el territorio nacional”. “Si hace años se hablaba de una España húmeda y una España seca, desgraciadamente hoy solo podemos hablar de una España seca”, ha lamentado el presidente de Asaja, Pedro Barato.

Cambios en los cultivos

Por su lado, COAG también destaca que en regadío, las restricciones de agua han condicionado las siembras de los cultivos habituales en las cuencas del Guadiana, Guadalquivir y Duero. Se ha reducido un 90% la superficie de arroz en Extremadura y el tomate para industria se ha sustituido por girasol, con menores necesidades hídricas, pues las reducciones en la provincia de Sevilla han sido superiores al 50%.

Agrega que en los sectores ganaderos se han disparado los costes por un uso mayor de la refrigeración, una menor tasa de transformación de pienso a carne, menos peso de los animales alcanzado en el mismo tiempo de los ciclos, dificultad de acceso a pastos por la sequía y necesidad de llevar agua a los animales de extensivo para que puedan hidratarse, puesto que se han secado numerosas charcas y puntos de suministro de agua.

“Con el gasóleo agrícola a 1,30 euros el litro y a casi 50 céntimos el kilo de pienso, es imposible seguir produciendo sin perder dinero para muchos ganaderos”, afirma el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, quien ha subrayado que otro problema que agrava esta situación en la provincia de Córdoba es “la alarmante sequía que estamos atravesando, ya que en muchas explotaciones supone un coste suplementario por el abastecimiento de agua para los animales, eso sin contar las dificultades que se les plantean a la hora de su transporte”.

Sacrificio de animales

Por sectores, en el vacuno de leche cabe destacar que la subida en el precio de la leche pagada al ganadero, en torno a los 43-45 céntimos, no compensa la subida de los costes de producción. Con el alza de los precios de los combustibles, como el diesel o la luz, imprescindibles para las salas de ordeño, o la de los piensos, sobre todo el maíz, a más de 450 euros la tonelada, muchos ganaderos han tenido que pedir créditos para afrontar las compras.

Esta situación también ha obligado a algunos ganaderos a sacrificar las vacas más viejas y menos productivas para obtener un beneficio, ya que la carne también ha subido, y mantener así la producción con menos animales, con lo que reducen los gastos de alimentación. Y es que el precio de la ración de alimentación para el vacuno lechero estaba hace un año a 285 euros la tonelada y ahora está a 409 euros.

Precios de los terneros

En el vacuno de carne, también han subido los precios de los terneros pasteros y de las vacas de desvieje, pero tampoco compensa los costes de producción. El precio del pienso en “tacos” de mantenimiento estaba hace un año a 270 euros la tonelada y actualmente está a 430 euros. El precio del pienso de terneros de cebo estaba a 290 euros hace un año y actualmente está a 490 euros. El problema del agua es un sobrecoste añadido a casi todas las explotaciones extensivas de vacuno de la provincia ya que muchas de ellas tienen que llevar el agua con “cubas” a los animales con el coste que ello supone.

En cuanto al porcino ibérico, ocurre lo mismo que en los sectores anteriores tanto en cuanto la subida de los precios de los piensos está haciendo insostenible la producción de cerdos ibéricos de cebo. El pienso de cebo estaba hace un año a 286 euros la tonelada y en la actualidad está a 436 euros la tonelada.

Finalmente, en el ovino de carne, el precio del pienso de cebo de corderos estaba hace un año a 290 euros la tonelada y en la actualidad está a 416 euros la tonelada. La escasez de pastos por la sequía ha hecho que muchos ganaderos tengan que echar de comer a sus ovejas y con los precios actuales de los piensos la producción de corderos es “totalmente insostenible”, ha concluido Fernández de Mesa.

Aceituna

También ha alertado de que la situación del olivar en estos momentos es muy delicada debido a que el estado actual de sequía podría reducir la cosecha de la aceituna a la mitad. La menor producción de aceite se basa también no sólo en que haya menos aceituna colgada del árbol, sino que, además, “esa aceituna tiene bloqueada su propia fábrica de aceite, y mientras no se den unas condiciones climáticas favorables no comenzará a producirlo con lo que podría llegar a las almazaras con mínimos rendimientos”, afirma el presidente de Asaja Córdoba.

En herbáceos COAG estima una reducción del 25% de la producción; en viñedo se ha adelantado la cosecha en 15-20 días y puede caer la producción por debajo de los 40 millones de hectólitros; en frutas y hortalizas se prevé reducciones en los rendimientos e incluso pérdida de cultivos.

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