"La detección rápida de las enfermedades es nuestra mejor arma"
Fidel Astudillo, presidente del consejo andaluz de colegios oficiales de veterinarios
El Consejo Andaluz de Colegios de Veterinarios, a favor de que la Administración subvencione la implantación de la vacuna contra la lengua azul.
Incansable defensor del colectivo veterinario, Fidel Astudillo reclama al Ministerio de Sanidad que reconozca a los centros veterinarios como centros sanitarios, por la importancia de éstos no sólo en la salud animal, sino en la salud pública. En esta entrevista repasa algunos temas de máxima actualidad.
-¿Cómo está la cabaña ganadera andaluza?
-En líneas generales la situación sanitaria de la ganadería andaluza es buena. Está claro que los programas oficiales de lucha, control y erradicación de enfermedades de los animales que se llevan realizando por nuestros veterinarios desde hace años han tenido éxito. Se ha conseguido erradicar enfermedades y declarar muchas zonas libres. Hay algunas excepciones, como es la tuberculosis, con la que aún se sigue batallando. Además, hay que tener en cuenta la función que han jugado las Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganaderas (ADSG) que, con el convencimiento de los ganaderos y con el esfuerzo de sus veterinarios, han conseguido también mantener a raya no sólo estas enfermedades de lucha oficial, sino otras enfermedades menos llamativas pero que tenían gran importancia en la ganadería.
-¿Qué riesgos corren las cabañas ganaderas andaluzas por contagios de animales procedentes de otras comunidades autónomas o de otros países?
-Siempre hay que estar alerta para que no aparezca o rebrote una enfermedad en nuestro ganado, aunque con los actuales controles en explotación y en los movimientos que hay tanto en nuestra comunidad como en otras, cada vez es más difícil la transmisión de enfermedades. Pero no podemos olvidar que la situación geográfica de Andalucía hace que seamos la puerta de entrada de determinadas enfermedades que pueden venir desde África, donde los controles no son tan fuertes como en Europa y existe la presencia de algunas graves enfermedades. Ni tampoco podemos olvidar el denominado cambio climático, que está haciendo que algunas enfermedades que no conocemos o que se erradicaron hace muchos años estén apareciendo y además se mantengan, como la lengua azul, sobre todo por la llegada o presencia de vectores que la transmiten y que ponerle frontera a estos vectores es prácticamente imposible, y por tanto la detección rápida será nuestro mejor arma.
-Andalucía ha sido pionera en la implantación de la receta electrónica veterinaria. ¿Cómo está funcionando y en qué beneficia a los ganaderos?
-Actualmente llevamos cerca de 100.000 recetas emitidas y el ritmo de incorporación de veterinarios crece cada día. Además de ser un elemento crucial para asegurar la correcta utilización de los citados medicamentos, garantizando la trazabilidad de la prescripción y la lucha contra la resistencia a los antibióticos. Además, facilita el cumplimiento de la legislación tanto a veterinarios, como a farmacéuticos, dispensadores y ganaderos. Para estos últimos es, además, muy útil porque le permite rellenar automáticamente gran parte del libro de tratamientos que está obligado a conservar.
-¿Qué opina sobre los problemas que están surgiendo en la lucha contra la tuberculosis bovina por la exigencia del sacrificio de la cabaña completa cuando se detecta un solo caso?
-Que el programa no dice que se sacrifique el 100% de los animales al detectar un solo caso, el vacío sanitario (sacrificio de todos los individuos de un rebaño) se concede a petición del titular de la explotación cuando el porcentaje es muy alto y hace inviable la viabilidad económica de la misma o por positividades reiterativas.
-¿Por qué es tan alto el índice de tuberculosis bovina en Andalucía en comparación con otras comunidades autónomas?
-Un índice alto se da sólo en ciertas comarcas andaluzas que hace que la media sea alta, pero con parecidos índices o superiores están otras CCAA como Extremadura y Castilla-La Mancha.
-¿Por qué es tan difícil acabar con esta enfermedad?
-Por múltiples causas: la bacteria es muy resistente en el medio, hay muchas especies susceptibles, incluida las de fauna silvestre que juegan un importante papel, un curso muy lento de la enfermedad, síntomas al principio muy inespecíficos que hacen que el ganadero no le de importancia o no los detecte.
-Los ganaderos están en desacuerdo con el Plan de Erradicación de la Tuberculosis del Ministerio por considerarlo ineficaz. ¿Qué opina?
-El plan de erradicación es el mismo que ha dado resultado en otros países que han controlado o erradicado la enfermedad, es el único eficaz que se conoce a día de hoy. Aunque es cierto que existe preocupación e incluso mucho desánimo entre los ganaderos que llegan a considerarlo ineficaz, sobre todo porque hemos visto que si la tuberculosis fue bajando su prevalencia muy rápidamente desde la implantación del programa, por desgracia en los últimos años, ésta no solo se ha detenido, sino que ha aumentado. Pero debemos ser conscientes de que erradicar totalmente una enfermedad es difícil y más con las peculiares características de la tuberculosis.
-Las agrupaciones de defensa sanitaria ganadera llevan años pidiendo la declaración como oficialmente indemnes de brucelosis ovina y caprina en los territorios de Huelva y Cádiz. ¿Por qué no lo consiguen?
-Es cierto, pero no es fácil. Aunque se está muy cerca de conseguir. Los requisitos para ser oficialmente indemnes de brucelosis ovina y caprina son altos, y cumplirlos exige mucho esfuerzo a todos los ganaderos. Y el mayor problema radica ahí, en que deben ser todos, y con el alto número de pequeñas o muy pequeñas explotaciones existente en estas zonas, generalmente no profesionales, que necesitan estar al mismo nivel sanitario que las grandes, impiden que no se llegue aún al porcentaje necesario para conseguir esa declaración. No obstante, hay una segunda vía para poder alcanzar el objetivo; por la ausencia de focos de enfermedad, por no aplicar la vacuna, por estar todas las explotaciones saneadas, etc., durante un amplio periodo de tiempo, y estos sí son requisitos que se cumplen y por ello en un plazo corto de tiempo se conseguirá.
-Los ganaderos piden que se subvencione el coste de la implantación de la vacuna contra la lengua azul, y no sólo el coste de la vacuna en sí, ya que es de aplicación obligatoria. ¿Están de acuerdo, y por qué?
-La vacuna de lengua azul es una vacuna incluida en el Programa Sanitario Obligatorio y por tanto "jugamos" en el mismo escenario que con la tuberculosis o la brucelosis bovina y ovina/caprina. En estos casos la Administración compra tanto la tuberculina como la vacuna de brucelosis para todas las especies, es decir, costea la compra de estos productos incluidos en los Programas Sanitarios Obligatorios y después se subvenciona la intradermotuberculinización y/o la aplicación de las vacunas de brucelosis, con lo que en el caso de la lengua azul no debe ser distinto.
-Las agrupaciones de defensa sanitaria ganaderas reclaman ser reconocidas como el beneficiario final de las ayudas. ¿Qué les parece?
-Al ser las ADSG las que tramitan las subvenciones indudablemente se disminuye la burocracia. Sí, parece mucho mejor la tramitación a través de las ASDG.
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