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La alimentación, en manos de la sanidad vegetal

El congreso analiza el nuevo Reglamento y el Libro Blanco

Novedades en 'apps' y tecnologías aplicadas

En la imagen, un momento de la inauguración de Symposium, que estuvo presidido por la consejera de Agricultura de la Junta de Andalucía, Carmen Ortiz. / M. G.
A. Estrella Yáñez

31 de enero 2017 - 02:34

La dependencia que la producción agrícola tiene de la sanidad de sus cultivos, el nuevo Reglamento de Sanidad Vegetal, la presentación del Libro Blanco de la Sanidad Vegetal, la necesidad de una mayor coordinación entre Administración e investigadores para el control de la posible propagación de la Xylella Fastidiosa, son sólo algunas de las cuestiones que se han tratado durante los tres días que ha durado el 14 Symposium de Sanidad Vegetal, organizado por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Andalucía Occidental (Coitand), la pasada semana en Sevilla.

El certamen, al que acudieron 1.200 profesionales de toda España, es un referente incuestionable para el sector, como se repitió en las distintas ponencias, sesiones y presentaciones. En la zona expositiva permanecieron 22 expositores de diferentes empresas relacionadas, que atendieron multitud de visitas. El Symposium contó con el apoyo de la Junta de Andalucía, pues fue la propia consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortiz, quien presidió la inauguración, y del Gobierno central, que estuvo representado por el director General de Sanidad de la Producción Agraria del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), Valentín Almansa.

Los expertos hablaron del virus de Nueva Delhi, la Mayetiola Destructor y la Xillella Fastidiosa

Antonio Vergel, presidente del Coitand, organizadores del evento, explicó que "la sanidad vegetal es la pieza clave para la producción agrícola, pero cada vez se tienen menos herramientas fitosanitarias para controlar las malas hierbas, plagas y enfermedades". Agregó que "sin un buen control de éstas, las producciones se reducirían más de un 50% y sería imposible asegurar las necesidades alimentarias de las poblaciones actuales y futuras", lo que convierte a la sanidad vegetal en la llave para garantizar las necesidades alimentarias del futuro.

Mari Cruz Ledro, presidenta del Symposium Nacional de Sanidad Vegetal, manifestó que los retos como "la protección de la naturaleza y la salud humana son un desafío al que un mundo globalizado tiene que responder con enfoques y estrategias comunes, inversiones acertadas y metodologías innovadoras". Carlos León, coordinador del Symposium, destacó la labor integradora del este evento "como principal foro a nivel nacional en materia de Sanidad Vegetal".

José María Cobos, subdirector general de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal del Mapama fue el encargado de hablar sobre el Reglamento de Sanidad Vegetal que reemplaza y deroga a la Directiva 2000/29/CE. Dijo que se trata "de una legislación pensada para adaptarse con agilidad a los nuevos riesgos emergentes y facilitar el comercio internacional al ajustarse a las Normas Fitosanitarias Internacionales FAO-IPPC". Por su lado, Miguel Vela, director de Calidad de Fepex, habló de las barreras que existen para la exportación en el ámbito fitosanitario, "lo que -dijo- genera entre los productores inseguridad sobre el acceso final al mercado y desvalorización del producto en determinados casos".

José Luis Alonso Prados, director técnico de Evaluación de Variedades y Productos Fitosanitarios del INIA, expuso el "Nuevo Marco Normativo de la UE para la aprobación de sustancias activas". Informó de que el programa de revisión comunitario supone un "drástico recorte de disponibilidad de sustancias activas en el mercado europeo" y opinó que "esa reducción debería de compensarse con nuevas sustancias activas, pero eso no está ocurriendo".

En la mesa redonda El registro de productos fitosanitarios en la UE: los nuevos retos, Carlos Palomar, director general de Aepla, señaló que con "el Reglamento 1.107, el sistema actual va camino del colapso por falta de recursos de las autoridades encargadas, la complejidad del sistema y la falta de confianza entre autoridades".

Ricardo Serra, presidente de Asaja Andalucía, explicó que "los agricultores sacamos adelante nuestras explotaciones en un entorno cada día más restrictivo, afrontamos prohibiciones y reglas a veces carentes de sentido, nos adecuamos a las exigencias cada vez más altas del mercado y sobrellevamos una burocracia cada vez mayor". José Luis Alonso, director técnico de INIA, comentó que la tendencia es a limitar y disminuir el uso de sustancias preocupantes. "Los Estados Miembros deben disponer de equipos multidisciplinares de técnicos evaluadores con la suficiente formación y experiencia para dar respuesta a las exigencias de la reglamentación europea", opinó.

Sobre las expectativas del nuevo Reglamento Europeo, Ricardo Alarcón, jefe de Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura, expresó la confianza de "la Administración en que el nuevo marco legal de sanidad vegetal de la UE sea una herramienta eficaz". José María Cobos, subdirector general de Mapama, intervino en la Mesa, donde aseveró que "el agricultor dispone de diferentes tipos de herramientas para manejar las plagas de sus cultivos y los productos fitosanitarios son una herramienta más".

En las ponencias magistrales, la de César González de Miguel, asesor de política fitosanitaria del COPA-Cogeca, versó sobre la Visión de Agricultores Europeos y la sanidad vegetal. Dijo que el Copa-Cogeca ha acogido de forma favorable el paquete de propuestas legislativas relativas a "una normativa más inteligente para unos alimentos sanos", con el fin de modernizar y simplificar la reglamentación existente.

Por otro lado, Carlos Palomar, Director General de Aepla, explicó en Visión a nivel europea de la industria fitosanitaria que "la industria fitosanitaria, tanto europea como española es un sector comprometido, altamente regulado cuya base es la innovación". "Sin innovación -sentenció- es imposible enfrentarse a las plagas, enfermedades y malas hierbas".

Múltiples fueron los temas tratados en las distintas ponencias y mesas de trabajo. La propagación de la Xilella Fastidiosa fue abordada por Blanca Landa, investigadora Científica del CSIC, quien explicó que esta enfermedad representa la principal amenaza fitopatológica para cultivos estratégicos de la Unión Europea (UE), como el olivo, la vid, los frutales de hueso, los cítricos, el almendro y numerosas especies ornamentales y forestales. Considera que "es necesario actuar de forma intensiva y coordinada para proteger la agricultura europea y, en particular, la española de esta amenaza". No obstante, previamente, la consejera de Agricultura, había dejado claro que en Andalucía no hay casos de Xylella y que tampoco los hay fuera de las Islas Baleares. De todos modos, Landa reclamó una legislación adecuada y su cumplimiento riguroso, planes de contingencia y de prevención, programas de inspección, colaboración entre países y CCAA y el fomento de la investigación.

El presidente de la Asociación Española de Sanidad Vegetal (Aesave), Rafael M. Jiménez, fue el encargado de presentar el Libro Blanco de la Sanidad Vegetal, con el objetivo de proporcionar una visión actual y realista sobre la necesidad de la sanidad vegetal en España para promover una reflexión colectiva sobre su presente y las oportunidades de mejora. El libro, en el que han colaborado hasta 45 expertos, expone hasta treinta ejemplos de enfermedades, plagas y malas hierbas, así como otros agentes exóticos que suponen una amenaza potencial en los sectores productivos clave.

Dirk Janssen, investigador del Ifapa La Mojonera (Almería), explicó los problemas que ocasiona el virus Nueva Delhi, transmitido por la mosca blanca, en horticultura, sobre todo al calabacín, melón, pepino, etc.

La ponencia Mayetiola Destructor, estrategias de control, dictada por Alejandro Castilla, técnico especialista titular de Ifapa de Cádiz, fue una de las que más expetactivas había despertado. Castilla afirmó que el rendimiento del cultivo ha mermado un 50%, tras padecer varias generaciones esta plaga. La falta de plaguicidas autorizados para cultivos de mora, frambuesa y arándanos fue la principal queja expuesta por Pablo Alvarado, del Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Huelva de la Junta de Andalucía, quien reclamó durante su ponencia una revisión de los problemas fisiopatológicos que eviten posibles malas prácticas agrícolas.

Sobre el cultivo del almendro, José Manuel Durán, jefe del Departamento de Entomología de la Junta, explicó que es fundamental vigilar la sanidad del material vegetal a la hora de realizar nuevas plantaciones para evitar la entrada de patógenos de suelo que pueden hipotecar la plantación.

Las nuevas tecnologías aplicadas a la sanidad vegetal a través del uso de drones, sensores y la teledetección fueron abordadas por Sergio Rodríguez, director de Operaciones de SmartRural. Joaquín Romero, de la Universidad de Córdoba, habló de las nuevas tecnologías aplicadas a la sanidad vegetal, con la herramienta de toma de decisiones Repilos del olivar.

Por último, Paloma Melgarejo, subdirectora general de Prospectiva y coordinación de programas del INIA, explicó que la puesta en práctica de la nueva Ley de Sanidad Vegetal pretende fomentar los programas de Control Integrado de Plagas (CIP) que incluyen el uso de agentes de control biológico naturales.

El Symposium sirvió también de escenario para la presentación de a aplicación móvil Agroslab asesor GIP, que mejora notablemente los procesos actuales de trabajo en Gestión Integrada de Plagas (GIP) y hace mucho más seguro el proceso. Esta iniciativa es fruto de un acuerdo entre el Consejo General de Ingenieros Agrícolas de España y la empresa tecnológica Agroslab para adaptar la prescripción fitosanitaria a las nuevas tecnologías de comunicación.

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